lunes, 31 de diciembre de 2018

CASAS CON MISTERIOS, ¿un cadáver emparedado?.

Calle de la Concepción finales del siglo XIX

A mediados de los años noventa del pasado siglo, el propietario de la vieja casona situada al lado de la farmacia del pueblo de Agaete, en la calle principal, c/ de la Concepción, en la actualidad un local de apuestas y cafetería, con vivienda en la planta superior, procedía al derribo de la vieja y destartalada casa con más de un centenar de años, para construir una nueva edificación, con un local comercial en la planta baja.
La vieja casona era una vivienda de dos plantas, una a nivel de la calle la Concepción y otra, en parte, debajo de la anterior, que daba a la calle Huertas o por "detrás  de las casas" como popularmente se conocía, que se encontraba a un nivel más bajo que la calle principal. 
Al propietario siempre le había llamado la atención que en la parte que daba a la calle de la Concepción, a pesar de que la casa tenía todos los pisos de madera de viejos tablones, había una decena de metros cuadrados con piso de losa de cemento. 
Aquella luminosa mañana un operario con un tractor, bajo las ordenes del contratista que le daba las instrucciones, ya había tirado al suelo y desescombrado buena parte del solar. El tractorista  había enfilado con la pala la zona donde se encontraba la losa de cemento, al clavarla debajo de ella y proceder a levantarla, un fuerte grito se escuchó por toda el solar, !¡¡¡haaaaaaaa!!!, proveniente de la zona de la losa de cemento que acababa de remover la máquina, procediendo el operario a parar  el tractor, pensando que el jefe le había gritado para darle alguna orden, el jefe le pregunta que porqué había gritado y parado el tractor, el operario le contesta; que él no había gritado. Todos los presentes escucharon el fuerte grito. Al acercarse al lugar de donde provenía el alarido, en medio de los escombros de la losa, observaron restos de huesos humanos, entre los que sobresalía lo que parecía una fémur o tibia y otros despojos óseos. Los huesos nada más tocarlos desaparecen convertidos en polvo.
A la izquierda, la casa antes del derribo, años setenta del pasado siglo.

Los presentes discutieron si dar cuenta a las autoridades o callarse para que no se paralizara la obra mientras los técnicos de patrimonio aclaraban la procedencia de los restos y el consiguiente perjuicio económico para el dueño. 
Lo que quiera que estaba enterrado en el lugar lo hacía desde cientos de años por el estado de conservación, probablemente algún enterramiento aborigen del primitivo asentamiento prehispánico de Agaete. Aunque la presencia de la losa de cemento, mientras el suelo de toda la casa era de viejas maderas y el fuerte grito que todos los presentes escucharon, como si fuese una liberación del espíritu de alguien, al quitarse la losa de encima, siembra la duda sobre alguna muerte misteriosa en el lugar. Lo cierto es que los restos liberados del enterramiento fueron a parar junto con los escombros a algún vertedero y el espíritu debe vagar libremente por el pueblo. 
En la vieja casa, según me contaban uno de sus moradores, desde siempre se había producido fenómenos paranormales, armarios y puertas que se abrían y cerraban sin intervención humana,  ruidos de pasos bajando la centenaria escalera a la planta baja, sonidos  de animales que se escuchaban desde la cama por el pasillo mientras descansaban y que cambiaban a medida que se acercaban hasta dar un gran grito para desaparecer, ruido de caídas de cajas de un cuarto trastero que cuando comprobaban todo estaba en su sitio, etc.

Otras de las anécdotas de la demolición fue que; cuando un operario se encontraba sobre el muro que da a la calle Huertas demoliéndolo martillo marrón en mano, el propietario de la casa le invitó a un café en el bar que se encontraba enfrente, donde hoy en día hay un bazar chino, negándose éste, por lo que tuvo que insistir hasta que lo convenció y bajó del muro, mientras estaban en bar degustando el café, se escuchó un estruendo y una enorme polvareda salía del solar, el muro se había derrumbado, librándose el obrero de un accidente, seguramente de fatales consecuencias, por estar en ese momento tomando café.
La razón nos dice que estas historias son imposibles, entre mito o realidad, pero existir existen y ni la religión, la ciencia o el ocultismo tiene explicación para ellas, le toca al lector decidir.

AGAETE UN PUEBLO DE LEYENDA, LAS CHIBICENAS.



miércoles, 12 de diciembre de 2018

EL AGAETE PREHISPÁNICO, ARQUEOLOGÍA.

Agaete prehispánico. Composición con fragmento dibujo de Martín Robaina González. https://www.facebook.com/photo/?fbid=777210082440100&set=pcb.777210149106760

La importancia del Agaete prehispánico y su influencia posterior en el desarrollo económico de la isla lo confirman la existencia de numerosos yacimientos arqueológicos diseminados  por los 45 km2 de su superficie, hasta 55 bienes catalogados en la carta arqueológica del municipio, lo que lo convierte en uno de los de mayor número de yacimientos por km2 de las islas.


Pintadera encontrada en el yacimiento de Altabaca, Guayedra. Foto tomada en el momento de su descubrimiento, http://terminoredondodeguayedra.blogspot.com/

Las primeras crónicas de la conquista dice que el lugar era  “bueno y acomodado de agua y ganado y abundoso de higuerales”, condiciones ideales para el asentamiento humano.
No existen datos sobre la población aborigen de Agaete a la llegada de los conquistadores, las crónicas nos dicen que ofrecieron seria resistencia, durante meses asediaron la fortaleza construida en Las Nieves por Pedro de Vera y sus hombres, murieron muchos de ellos, pero los numerosos restos  de poblados, silos, cuevas habitacionales y necrópolis  diseminadas por los tres valles que conforman la villa, nos da una idea de la importancia de aquel Agaete aborigen.
PRINCIPALES YACIMIENTOS DEL BARRANCO DE AGAETE Y GUAYEDRA.

Lamentablemente muchos de esos vestigios de nuestra historia fueron arrasados por la erosión, el hombre o se encuentra en lamentable estado de abandono, conocerlos es conocer una parte fundamental de nuestra identidad, quienes somos y de dónde venimos. 
Queremos un modelo sostenible, vivir del turismo que busca otra cosa además de sol y playa y ahí tenemos todo un rico patrimonio cultural que puede ser el gancho de nuestro desarrollo.

PRINCIPALES YACIMIENTO ARQUEOLÓGICOS  DE AGAETE.

Yacimientos de túmulos aborígenes, ya catalogados en el valle de Agaete año 1935.

Cuevas de Bizbique:  

Es una montaña de constitución basáltica que se destaca de los grandes escarpes de la izquierda del Valle de Agaete; cerca de su cúspide, y en su falda suroeste, se encuentra el poblado, constituido por más de cincuenta cuevas agrupadas en distintos planos de nivel. Son estas cuevas, de factura artificial, labradas en una toba volcánica de constitución lapilica, de naturaleza deleznable y muy asequible al trabajo. Dada la poca consistencia de la roca, muchas de las habitaciones se han derruido y otras han perdido sus vías de acceso. Además de las cuevas habitacionales hay varias cuevas funerarias y silos.
En 1935, fueron visitadas y excavadas por Juan del Rio Ayala y Antonio Doreste García, Naranjo Suárez y Arroyo Cardoso.
Bizbique

 Detalles de cuevas de Bizbique.


Los Acarreaderos:  
Tres cuevas funerarias naturales, dos de ellas, destruidas por la erosión. En 1935, se encontraron numerosos huesos largos, fragmentos de cráneos y demás restos humanos, en deplorable estado de conservación; la tercera, muy próxima a las anteriores e intacta, se encontraron cinco esqueletos completos, perfectamente conservados, uno de los cuales, caso único en los anales de las exploraciones de yacimientos aborígenes, posee un alto valor científico, ya que presenta en diferentes regiones cortes inequívocos de arma blanca. (Rio Ayala y Doreste)

Los acarreaderos.


Restos con heridas de arma blanca, los acarreaderos.


Tirma:
Compartido entre Agaete y Artenara, territorio sumamente rico en manifestaciones prehispánicas. Uno de los accidentes de la geografía insular más emblemáticos para los antiguos canarios es el santuario de la montaña de Tirma. Al abrigo del Morro de los Canarios, en una pequeña elevación con óptimas condiciones de habitabilidad, se localiza el Lomo de las Casillas Canarias. En él se puede observar un conjunto integrado por cinco casas; cerca se encuentra la que se considera la vivienda aborigen mejor conservada de la isla.
Dentro de este conjunto destaca la casa aborigen que describiera Grau Bassas a finales del siglo XIX que prácticamente se conserva como éste la conoció y que hasta hace pocos años se reutilizó como gallinero. Esta estructura habitacional de considerable tamaño, mantiene el techo de palos, piedras y tierra, al que se ha añadido plástico para evitar las filtraciones de agua. Asimismo, las paredes están bien preservadas y el suelo es de tierra batida. La estructura se encuentra semiexcavada en el suelo, y en el interior exhibe una planta de tendencia cuadrangular, con una dependencia lateral.



Caserío de Tirma/La Marquesa, con el conjunto de Lomo Gregorillo, constituido por una casa de piedra seca. Se trata de una estructura habitacional muy arruinada de planta cuadrangular. En los alrededores se ha documentado cerámica popular muy antigua y abundantes restos de malacofauna.


Lomo de Los Canarios-Playa del Risco: La zona arqueológica Lomo de Los Canarios-Playa del Risco, corresponde a un importante emplazamiento prehispánico con restos datados entre los siglos XIII y XV, integrado por 43 construcciones habitacionales y funerarias que en su día formaron parte de un destacado asentamiento instalado en el tramo bajo de los cursos de los Barrancos Güigüí Grande y El Risco. Así, el topónimo de Lomo de Los Canarios hace clara alusión a la naturaleza arqueológica del sitio.

Los vestigios de este núcleo fueron descritos a principios de la década de 1960, por el Comisario Provincial de Excavaciones Arqueológicas, Sebastián Jiménez Sánchez, quien da cuenta de la relevancia del sitio haciendo alusión a su elevado número de espacios domésticos y funerarios prehispánicos. En fechas posteriores, este yacimiento pasa a engrosar el listado de enclaves arqueológicos incluidos en la Carta Arqueológica de Agaete, poniendo de manifiesto su significación histórico-patrimonial.

Lomo los Canarios, El Risco.

Cueva de los canarios: Barranco de la Culata, se corresponde con un granero formado en tres niveles de silos excavados en la toba del risco. En las paredes de algunos de estos silos se encuentran restos de argamasa sellando orificios en los que se han incrustado astillas de tea, con un difícil y peligroso acceso se realiza por una escalera de obra. La carta arqueológica de 1989, describe que en uno de estos silos se encuentran labradas en el suelo varias cazoletas y canalillos, señalando la tradición oral el hallazgo de restos humanos en el lugar.

Zona arqueológica de Guayedra: 
Está conformada por los conjuntos de Guayedra, Majada de Altabaca, Cerro del Roque y Guayedra Alta. En el caso de Guayedra, a su vez, se divide en Las Casas de Guayedra y la Playa del Negro. El primer sector es de alto interés etnográfico al reunir construcciones tradicionales alguna de las cuales posiblemente son reutilizaciones de viviendas prehispánica. Datación de los restos encontrados entre el siglo VIII y XIV.


El poblado del roque de Guayedra se localiza entre los barrancos de Guayedra y La Palma, Muy cerca de la carretera, se puede acceder fácilmente a tres edificaciones domésticas. Este espacio, objeto de varias campañas de intervención arqueológica, presenta como rasgo singular que cada una de las viviendas presenta una planta diferente y se encuentran ocupando una pequeña explanada. Las dataciones absolutas sitúan la ocupación de este conjunto entre el siglo VIII y el XIII.

En la zona más alta de El Roque, entre los 200 y 225 metros aproximadamente, se localizan otras construcciones en un espacio llano, de las que al menos cuatro constituyen ejemplos de edificaciones funerarias (túmulos). En las laderas este y oeste que conforman El Roque se abren numerosas cuevas, tanto de habitación como funerarias. Estas últimas presentan un tamaño más reducido que las viviendas, así como una morfología más irregular. 

Cueva habilitación, roque de Guayedra. 

Los túmulos muestran diferencias de tamaño y estructura, desde simples recintos sepulcrales hasta espacios de grandes dimensiones.
En El Roque también se localiza una estructura circular de piedras, de más de 3 metros de diámetro, que se cree que fue construida para albergar reuniones, a las que los antiguos canarios llamaban tagoror.

Majada de Altabaca:
A fines de los años cincuenta, se cita la existencia de una veintena de construcciones en muy mal estado de conservación, pero actualmente tan sólo son cinco las observables, así como los restos de un muro que antaño debió delimitar el perímetro del poblado.
Asociado a este pequeño poblado se localiza una zona de acumulación de conchas de moluscos (conchero) que manifiesta la importancia de la recolección de marisco practicada por los canarios aquí asentados.




Guayedra Alta, interpretado como un conjunto ceremonial, se encuentra ubicado en las faldas del Macizo de Tamadaba y cuenta con estructuras combinadas, cuevas, pilas y recintos acotados con muretes de piedra seca, así como una muralla (muro de Trejo) que sirve de línea divisoria en el Roque Ovejero. Esta muralla está relacionada con el amojonamiento y delimitación de los lindes del Valle de Guayedra.




Cueva de las Breñas Guayedra alta.

La Palmita- roque Antigafo; 
El conjunto arqueológico de La Palmita está integrado por cuatro sectores separados entre sí, pero integrantes de lo que debió de ser una ocupación mucho más extensa del tramo bajo del Valle de Agaete. El Sector I está considerado como la parte más importante, se caracteriza por la gran abundancia de material arqueológico en superficie (cerámicas, obsidiana y otros útiles de piedra, huesos animales, conchas de moluscos, etc.) y restos de muros a lo largo de una ladera suave que posiblemente pertenezcan a casa de piedra seca.


El Sector II contiene toda una serie de pequeños muros y restos de otras estructuras de piedra semienterradas de difícil interpretación, pero que están justo en una zona en donde se documentaron en 1940, dos cistas funerarias con restos humanos. En uno de estos muros se localizan también dos pequeños grabados rupestres.
Cerámica de la Palmita.

El Sector III era un conjunto de ocho cuevas, algunas de grandes dimensiones que, aunque no contienen material arqueológico de superficie, sin duda formaron parte del poblado y de cuyas paredes en etapa histórica se extraía una grava para camas de ganado. Lamentablemente este sector fue arrasado y destruidas las cuevas en las actuaciones que realizó el cabildo a principios de los años noventa del pasado siglo. Eran conocidas por la cueva Avelina o cuevalina en el lenguaje popular.
El Sector IV preserva algunos elementos de interés etnográfico, como un horno de cal del siglo XIX, restaurado y bien conservado, y una era rodeada de pequeños muros que, según relatos orales, eran hechos por los niños que acompañaban a sus madres en las labores de trilla.

Muro de Trejo: 
Miguel de Trejo (o Trexo) y Carvajal fue un conquistador extremeño que casó con la hija y heredera de Fernando Guanarteme (Tenesor Semidan), la princesa Guayarmina, a la muerte de éste, quedó dueño del valle de Guayedra. No tuvo mejor idea que mandar a poner un muro alrededor de sus posesiones, y por increíble que parezca, partes de ese muro del siglo XVI aún están en pie , se pueden visitar si se carece de vértigo, patrimonio de notable importancia de Agaete que debemos proteger.
Muro de Trejo

La cueva del moro: 
Partiendo de una cavidad natural de toba, los aborígenes excavaron silos y una habitación o cavidad de tendencia regular donde se encuentran las pinturas antropomorfas. 


Interesante vídeo, donde se pueden observar las pinturas rupestre.

La cueva tiene una gran cavidad a la que se accede desde el camino que va al barranco del Juncal. En la entrada se aprecia semienterrado un muro y, ya dentro, otro semiderruido de factura histórica. A partir del mismo se encuentran los silos abiertos en las paredes y en el piso. Al fondo de está primera cueva y en el centro se encuentra la sala con las pinturas. Al fondo hay dos antropomorfos en almagre y otro a la derecha de la entrada.



Roque y túmulo de la Fortaleza: 
Consiste en una estructura bien conservada de planta circular con dos gradas de piedras seleccionadas formando círculos concéntricos, que en el centro contenía la cámara funeraria. Por otro lado, las cuevas de la fortaleza se identifican como funerarias, estando todas a las que se ha podido acceder saqueadas, limpias de sedimentos y con muros muy deteriorados.



Cuevas del Barranco del Juncal: En la banda de Agaete, grupo de cinco cuevas naturales, de las que las más grandes poseen restos de muros en sus bocas, utilizados para aterrazar el terreno. Precisamente es en la zona más profunda de estas cuevas,  se encuentran varios silos excavados en el suelo, con abundante sedimento, pero muy revuelto.


Cuevas barranco Juncal.



Risco de las Chobicenas-La Suerte: En la amplia zona de laderas comprendidas entre el risco de las chobicenas y los escarpes situados sobre la urbanización la suerte, se encuentran numerosas cuevas dispersas formando grupos de diferentes tamaños y tipologías. Estas cuevas fueron utilizadas como cuevas de habitación, graneros y cuevas funerarias. El interior de las cuevas, lo mismo que las laderas, presenta abundante material arqueológico en superficie.




Cantera de La Calera: Cantera de molinos prehispánica formada por una impresionante pared de toba, que puede alcanzar más de 10 metros de altura, sobre la que aparecen multitud de improntas circulares, de diámetro más o menos uniforme (entre 30 y 50 cm.). Las huellas de este tipo de intervención no se circunscriben a esta pared, aprovechándose otras zonas de los escarpes y de la ladera de la montaña. Forman parte también de este conjunto arqueológico una serie de cuevas de habitación y funerarias con material arqueológico en superficie.






Risco de la Escalera: Conjunto prehispánico formado por cuevas naturales y artificiales dispuestas en varios niveles o andenes superpuestos. Las situadas en el nivel superior resultan inaccesibles y entre ellas se pueden identificar algunas cuevas-granero, de las que hay referencias que señalan la presencia de restos de argamasa y astillas de tea clavadas en las paredes. Las situadas en los niveles inferiores han sido objeto de una reutilización continuada a lo largo del tiempo como alpendres, gañanías, pajeros e incluso para colocar colmenas.





Andén de las Cuevas  del Cabuco el Sao:
Conjunto arqueológico formado por cuevas naturales y artificiales distribuidas en varios niveles o andenes superpuestos, algunas de ellas inaccesibles. Se puede distinguir un conjunto de cuevas de habitación y un grupo de cuevas funerarias. Estas cuevas son también conocidas con el nombre de "Cuevas de Cho Juan Espino".

Cuevas del Cabuco.

Las Candelarias:
Este yacimiento aparece durante el seguimiento arqueológico de las obras para la urbanización de Las Candelarias, promovido por la inmobiliaria IBSA. El seguimiento lo realizó la empresa Arqueocanaria entre los años 2005 y 2006. Contiene numeroso material aborigen en su interior, desde construcciones habitacionales, corrales, construcciones funerarias y enterramientos con restos aborígenes, datados entre los siglos XIV y XV. Siendo la estrella de este yacimiento, los restos, probablemente del ingenio azucarero del siglo XV. 


Las Candelarias.


El Hornillo:
Está ubicado en el fondo del valle de Agaete, a unos 11 kilómetros del casco urbano, forma parte del Paisaje Cultural Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria y constituye uno de los poblados trogloditas más interesantes de Gran Canaria. La entrada es un estrecho paso desde el que se accede a una privilegiada visión de las cuevas habitacionales en la pared vertical del risco, donde se aprecian los intrincados accesos a estos habitáculos, conectados entre sí por veredas en las que, por tramos, hay escalinatas labradas en la roca. También llaman la atención los escalonados bancales cultivados de millo, papas y orillas de naranjeros, cañas e higueras, donde llegan los hilos de agua procedentes de pequeños tanques adosados a la roca.


Maipés de Agaete La necrópolis tumular del Maipés de Agaete fue levantada en el área de escorias volcánicas que se extienden por el cauce del barranco de Agaete, restos más antiguos datados entre los siglos VIII y IX. Desde que su existencia fuera dada a conocer por S. Berthelot (1878), diversos investigadores han visitado y desarrollado trabajos arqueológicos en este yacimiento, pudiendo contar hoy, por esta razón, con antiguas descripciones que ofrecen una imagen más completa de la que en la actualidad podamos tener de ella, como consecuencia de los destrozos que las labores agrícolas y los expolios han provocado en el conjunto. Aunque tradicionalmente se ha hecho una distinción entre la necrópolis del Maipés de Arriba y la situada cerca del litoral, conocida como Cascajo de las Nieves o Malpais de abajo, es probable que ambos sectores correspondieran en realidad a un mismo espacio cementerial a lo largo de todo el centro del barranco de Agaete, que por el uso agrícola y posterior presión urbanística sobre los terrenos, se viera fuertemente alterada y dividida, como demuestra el hecho de que en la actualidad haya desaparecido la zona correspondiente al Cascajo de las Nieves, donde se encontró un sarcófago de madera datado entre los siglos XI y XII.
 Malpaís de abajo sobre 1930.


 Así lo sugiere también la escritora de viajes inglesa Olivia Stone en 1889, en su libro "Tenerife y sus seis satélites" sitúa la necrópolis ocupando el espacio que va desde el barranco medio hasta la costa. Sobre este contexto funerario hacía Stone la siguiente descripción: “Cada pocas yardas hay un montículo de piedras volcánicas, redondos, oblongos, o cuadrados y de un tamaño entre doce y dieciséis pies. Sólo tienen unos pocos –dos, tres o cuatro-pies de altura sobre la lava circundante y formas muy irregulares, con la parte alta casi tan ancha como la baja (…). Algunas de las tumbas estaban abiertas y podía verse un hueco lo suficientemente largo para colocar un cuerpo dentro. En algunas hay huesos y cráneos, en otras, solamente polvo. Alrededor del cuerpo han colocado piedras pequeñas y sobre ellas descansan grandes trozos de lava que forman un espacio hueco y que, al mismo tiempo, cubren el cadáver. Éstas están a su vez cubiertas por más piedras, o más bien trozos de lava, de diferentes tamaños y formas. Algunas están cubiertas con piedras rojas (…)” 



Otros yacimientos y fotografías.

 Meseta del Faneque




La abundancia de material arqueológico en superficie se puede ver por numerosos lugares de Agaete.


 Roque Bermejo


 Cueva de la negra





 Túmulos altos de Guayedra.

 La Suerte-Chovicenas.


 Roque Antigafo.




Roque Antigafo, cueva semi taponada por desprendimientos.
Roque Antigafo  .Fecha calibrada: 1260-1310 d.C.
                                         Roque Antigafo  .Fecha calibrada: 1260-1310 d.C.


Lo que queda de los grabados rupestres de la cueva del moro, catalogados desde los años cuarenta del siglo pasado.... 



Altabaca, Guayedra.




Las Candelarias. Datación siglos XIV-XV.



Bibliofrafía consultada.
EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN GRAN CANARIA, DEL PLAN NACIONAL DE 1942, 1943 y 1944, POR SEBASTIAN JIMENEZ SANCHEZ.
JUAN DEL RIO AYALA y ANTONIO DORESTE GARCÍA: Dos exploraciones en el Valle de Agaete.
Javier VELASCO VAZOUEZ y Verónica ALBERTO BARROSO: Excavaciones arqueológicas en la necrópolis de El Risco-Lomo de los Canarios (Agaete, Gran Canaria) Museo Canario.
BOC - 2003/153. Viernes 8 de Agosto de 2003 - 3175 Tirma.
(Jerónimo de Zurita 1562, Biblioteca Nacional.)
INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL ROQUE DE LAS NIEVES (T.M. DE AGAETE, GRAN CANARIA)
Martha Alamón Núñez; Félix Mendoza Medina
José Guillén Medina; Ibán Suárez Medina
Marco Moreno Benítez; Cristina Ojeda Oliva
LA HISTORIA EN LOS DIENTES. UNA APROXIMACIÓN A LA PREHISTORIA DE GRAN CANARIA DESDE LA ANTROPOLOGÍA DENTAL Teresa Delgado Darias 
http://www.grancanariapatrimonio.com/
DECRETO 163/2017, de 31 de mayo, por el que se declara Bien de Interés Cultural, con categoría de Zona Arqueológica, a favor de “Lomo de Los Canarios-Playa del Risco”, situado en el término municipal de Agaete, isla de Gran Canaria.
Boletín Oficial de la Provincia de Las Palmas. Número 55, lunes 28 de abril de 2014, NORMATIVA REVISIÓN PARCIAL DEL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN DE AGAETE, SECTOR LAS CANDELARIAS.
http://dataciones.grancanariapatrimonio.com
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