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martes, 25 de julio de 2017

EVOLUCIÓN DE LAS FIESTAS DE LAS NIEVES DESDE MEDIADOS DEL SIGLO XIX.

Finales del siglo XIX, principios del XX, llegada de la virgen al pueblo. (museo de la Rama)

Es a mediados del siglo XIX cuando empezamos a tener  datos de cómo eran nuestras fiestas en aquel entonces. En 1863, las fiestas tenían lugar entre los días 4 y 6 de agosto, siendo la "bajada de la Rama" el 4 de agosto, la procesión  y subida de la virgen el día 5 y la vuelta a la ermita al día siguiente 6 de agosto, en aquellos años la virgen a penas permanecía en el pueblo 24 horas.
En 1895, ya aparece la retreta "organizada por los marineros", la bajada de la Rama a las 9 de la mañana, acompañada de música y gigantones.
En 1897, la retreta tiene lugar el día 3 por la noche, el día 4, a las 8 de la mañana, la "bajada de la Rama" , "que será depositada en la ermita para su adorno." "Se adornaran las calles del recorrido posesional con arcos y ramajes" .
1902

En 1901, las fiestas se celebran entre el día 3 y 7 de Agosto, la prensa de la época ya las califica como las mejores fiestas de la isla, destacando sus desfiles de carrozas alegóricas.
En 1902, se introducen en la retreta doce "cabezones", que representan a las razas humanas y los pueblos según la prensa de la época. Estos papagüevos relativos a las razas; el negro, la negra, el chino y la japonesa, son los únicos que, renovándose, han pervivido hasta nuestros días. 



En 1903, lo que hoy tiene lugar el día 25 de julio, la subida de la bandera, se realizaba el día 3 de agosto, se anunciaban "a las doce del mediodía, entre repique de campanas, voladores y salvas de ordenanzas, enarbolándose  el pabellón nacional en edificios públicos y buques surtos en la bahía".
La noche del 3 de agosto tenía lugar una gran retreta con "gigantones y cabezones" (papahuevos), que servía de despedida a los romeros, mayoritariamente marineros, que iban a buscar la rama a Tamadaba.
A las seis de la maña del día 4 de agosto tenía lugar la diana, acompañada de salvas y voladores, con el único objetivo de despertar al pueblo, según la tradición no se bailaba.
La llegada de la los romeros y el comienzo de la bajada de la Rama tenía lugar a las 8,30 horas de la mañana. Acompañaba a la bajada de la Rama "diez gigantones que representan a las razas humanas". A las doce del medio día una serie de carrozas representando a buques y alegorías marineras recorrían las calles del pueblo.

El día 5 amanecía con diana y salvas a las seis de la mañana, subiendo la virgen al pueblo tras la misa en la ermita. A las dos de la tarde tras la llegada de la virgen, una serie de carrozas acompañadas de la banda de música recorría las calles del pueblo. Los bailes tenían que esperar que la virgen bajara, por lo que hasta el día 7 y 9 no tenían lugar, se celebraban en el casino y en los salones del antiguo ayuntamiento.

En 1904, ya la virgen permanece hasta el 17 de agosto en la parroquia de la Concepción, acompañan las procesiones  fuerzas y banda de música del regimiento "Valencia 23", acantonado en el pueblo por motivos de la guerra ruso-japonesa, que tenía previsiones de extenderse a guerra mundial.
En 1910, la retreta continua siendo la noche del día 3 y la bajada de la rama a las 9 de la mañana del día 4, por la tarde paseo y música en la plaza, acompañado de la quema de varias piezas pirotécnicas.
Las fiestas se complementan con carreras de caballos, de embarcaciones y de bicicletas.
1913, ameniza las fiestas la banda de música del casino "La luz".

En 1914, la retreta  pasa del día 3 a la noche del día 4 de agosto a las 21 horas, empiezan las verbenas en la remodelada plaza y los bailes de etiqueta en el casino "la Luz".
En 1917, preside las fiestas el ilustre maestro D. José Sánchez y Sánchez.
En 1936,1937 y 1938, por motivos de la guerra civil el pueblo no está para fiestas, solo hay actos religiosos.
En 1939, vuelven los actos cívicos, la bajada de la Rama tiene como protagonistas a los excombatientes que regresaban a la villa tras finalizar la contienda civil, que suben a Tamadaba y ofrendan la rama a la virgen en agradecimiento por volver sanos y salvos de la guerra.
En 1940, la bajada de la rama comienza a las 10 de la mañana y la retreta a las 10,30 de la noche, la procesión es acompañada por marineros uniformados y soldados del batallón militar destacado en el pueblo con  motivo de la segunda guerra mundial. El día 6 la virgen procesiona por el barrio de San Sebastián.
Llegando al puente 1942.

En 1943, las fiestas siguen comenzando y anunciándose el día 3 de Agosto, empiezan a parecerse a las actuales en sus horarios, la diana al amanecer, la Rama a las 10 y la retreta a las 22 horas, si bien la retreta de ese año es una "monumental cabalgata, acompañada de jóvenes ataviadas con vestidos de magos, moros y trajes típicos, gigantes y cabezudos, varias carrozas, ranchos, faroles y bengalas y tres bandas de música, antorchas de la Falange local que llegaron al Puerto de las Nieves, donde se organizará el paseo con música y fuegos artificiales de gran gusto y novedad", se introduce la "monumental traca" de recibimiento a la virgen.

Ese año de 1943, el día 5 se realiza una procesión nocturna a las 12 de la noche, paseando a la virgen por las calles del pueblo. La plaza está adornada a la "veneciana". El día 6 "concierto de las bandas de música de Agaete, el frente de juventudes de Las Palmas y del batallón aquí destacado con tómbolas,  molinillos, carajácas, ron de la Aldea, refrescos, frutas frescas y churros."
1946, la virgen está fuera del pueblo accidentalmente, se encuentra el día 4 de agosto en el santuario de San Antonio de Las Palmas, desde donde parte en dirección a Santa María de Guía, a las 12 horas es recibida en esta población por los alcaldes y párrocos de la comarca, comenzando una procesión en dirección a la parroquia de la Concepción donde llega al medio día, acompañada por centenares de fieles de  Galdar y Guía. La bajada de la rama comienza este año a las once de la mañana. La romería tiene lugar ese años a las diez de la noche hasta la ermita. El día 5 se procede a la bendición del nuevo trono y retablo.

En 1948, el alcalde D. José Armas Galván (Pepito Armas), encargó seis "papahuevos" que se pagaron el día 19 de junio de 1948, por un total de 300 pesetas, estos papahuevos representaban a Don Quijote, Sancho Panza, un diablo, un negro, un chino y una china, a partir de esos años y hasta la década de los ochentas, es el insigne escultor de la villa D. José de Armas Medina quien comienza a realizar papahuevos que representan a personajes populares del pueblo y que dan seña de identidad a nuestra rama, a él se deben; el Pupulo, la Pelica, el Paletú, el Manué Carila, Vicentillo, Megui,...., continuando hoy en día con esa tradición de forma muy acertada Rosendo Martín García.
D. José realizando el papahuevos de Megui.

En los años cincuenta y sesenta del pasado siglo, la fiestas se van pareciendo a las actuales, se instaura el 25 de julio como día de subida de la bandera, la rama comienza a las 10,30, hay diana los días 4, 5, 6, la retreta es a las 22,30 horas.

En 1982, a las 22,00 horas del día 16, víspera del la bajada de la virgen a su ermita, se introduce en las fiestas "la retreta marinera" y en 1984, los fuegos acuáticos.
"Telo", bajo su mandato de concejal de fiestas en 1984, introdujo la "retreta marinera" la víspera del día 17 de agosto.

En 1989, la rama coge su horario actual de las 10 de la mañana y la retreta a las 22,30 horas.
En 1991, la retreta comienza a las 22,00,  es en esos años cuando las fiestas se potencian y adquieren las dimensiones actuales , empezando los actos programados el día 20 de julio y finalizando el 28 de septiembre.

Para nosotros los agaetenses, nuestras fiestas a pesar de su evolución histórica siguen teniendo un aire místico, religioso, ancestral y sencillez. Así es Agaete, sus gentes y su bajada de la Rama en honor a la Virgen de las Nieves, que no nos la estropeen convirtiéndola en un botellón o un desmadre más.








Visita del obispo Urquinaona  a finales del siglo XIX.

Bibliografía consultada:
La prensa de la época a través del portal JABLE de la ULPGC.
Agaetespacioweb; http://www.agaetespacioweb.com/fiestas_web.htm

martes, 4 de julio de 2017

EL AGAETE DE LOS TOMATEROS Y ALMACENES .

Años cincuenta, entrada de las Nieves, Andreita (mi madre) Josefina y Tinita, en el carro las cajas donde llevaban los tomates, en este caso las sigla AR, Antonio Rodríguez, que plantaba en la Fuente Santa donde tenía el almacén.

El sector del tomate fue fundamental en la economía de Agaete hasta la década de los ochenta del pasado siglo XX, entre otras por la gran necesidad de mano de obra que necesitaba.
La superficie cultivada en la villa fue evolucionando desde las 25 hectáreas de 1938, a las 73 Ha de 1973, no eran muchas en comparación con otros pueblos, pero suficientes para emplear durante la zafra a toda la juventud femenina del pueblo e incluso de las medianías en los almacenes de empaquetado y a muchas familias en el cultivo.
Mujeres de Agaete en un almacén.

El empresario o cosechero local no tenía visión comercial ni de futuro y cada uno montaba su propio almacén de empaquetado, vendiendo el tomate directamente a los exportadores ingleses en las puerta del almacén, que eran los que lo comercializaba en Europa. Siendo un negocio muy rentable por la abundante mano de obra barata y el sistema casi feudal del cultivo que duró hasta los años sesenta del pasado siglo que se reguló. 
Para el cultivo la tierra se dividía en fanegadas, unos 5.503 m2, que se repartían según la capacidad de la familia para cultivar, implicándose todos, hasta los niños que echábamos una mano en la recogida del fruto, distribuir el estiércol o el fertilizante en la acequia cuando se regaba.



Hasta finales de los años cincuenta, principios de los sesenta no existían salarios,  el dueño del terreno ponía todo lo necesario incluida el agua y las familias el trabajo, al final de la zafra se llevaba un porcentaje de las ganancias según tomates exportados, normalmente un 25%, que iban adelantando semanalmente, al final cuadraban las cuentas y si te habían dado más de lo que te correspondía quedabas hipotecado para la siguiente zafra. Además podías quedarte lo que llamaban "tara", tomate no apto para la exportación que las familias empleaban para consumo propio o de los animales, recuerdo el dulce de tomate (mermelada) que hacia mi madre untado en una rebanada de pan, otra de las prebendas era que te dejaban plantar en las orillas verduras para consumo propio o comida para los animales domésticos, cabras, gallinas, conejos, etc.

En Agaete llegaron haber más de una docena de almacenes de empaquetado que dieron trabajo a centenares de mujeres, los más celebres el de los Trujillo, en los bajos de su casa, el de los García, el de los Castillos, actual restaurante "Dedo de Dios", el de los Álamos, restaurante "las Nasas", el de los Manrique, los García, en Las Nieves, el antiguo Cuartel de la Guardia Civil, D. Antonio Rodríguez en la Fuente Santa, etc.
Las Nieves, años treinta del siglo XX, solo habían almacenes e infraviviendas de pescadores.

A finales de los años cincuenta del pasado siglo, tras reivindicaciones, la dictadura legisló un salario mínimo por fanegada para los aparceros y los demás trabajadores del sector, terminándose el sistema feudal que había enriquecido a muchos propietarios, lo que llevó al cierre de todos los pequeños almacenes de Agaete, llevándose el tomate a empaquetar a Galdar.
El agotamiento de los pozos, manantiales y la carestía del agua, fue haciendo que el cultivo del tomate fuese retrocediendo, hasta que a principios de los noventa desaparecieron las últimas hectáreas cultivadas en  lo que hoy es la urbanización "las Candelarias".
Años ochenta del pasado siglo, las Candelarias plantadas de tomates.

El cultivo del tomate marcó a varias generaciones, en especial a las mujeres, nuestras madres y abuelas. Mujeres que no conocieron más colores que el rojo, pinto y verde, los tres colores en que se clasificaban los tomates, que no sabían más reglas que las que se usaban para el tamaño de los tomates, la "P, la 3M, la 2M, la M, la MG y la G", mujeres que no tenía más sonido en sus cabezas que el tac, tac, tac, del martillo para hacer  y cerrar ceretos, en ocasiones en jornadas de 18 horas, con el descanso de un par de horas al medio día para ir a comer, con el capataz machacándolas para que cunda el trabajo y llegue el tomate a tiempo al muelle, con salarios de miseria, en definitiva heroínas de octubre a mayo tiempo de la zafra y el resto del año levantarse a las cinco de la madrugada para subir a Tamadaba en busca de un puñado de leña que vender.
Uno de los entretenimientos de las mujeres mientras trabajaban, normalmente al rededor de una gran mesa, era cantar coplas, muchas traídas de la Aldea y las canciones de moda de la época, cantaban las de un lado y le respondían las del otro.

Anoche me dio las doce empaquetando tomates, está noche me dará conversando con mi amante
Y le contestaban,
Si quieres que te lo diga ven aquí  y te lo diré ese novio que tu tienes son sobras que yo deje....

De la Habana vine navegando en un sartén solo para verte hocico de perigué.
y le contestaban;
En le fondo de mi caja tengo un durazno guardado
para pasártelo por los besos pedazo de demonio.

Cuando las jornadas se alargaban a la madrugada, era el encargado quien instaba a cantar para mantener a la cuadrilla espabilada y evitar los cabezazos dentro del cereto, el hambre se mitigaba echándose un tomate a la boca de vez en cuando a escondidas del encargado, lo que le ocasionó más de un atraganto  a muchas. 
Vaya para todas esas mujeres y hombres mi pequeño homenaje y admiración.



Los últimos trabajadores de Agaete de Bonny, entre otros mi familia, Mari Luz y Pedro. (Bonny, 75 años apostando por la tierra)