Las Nieves 1905.
Era viernes 25 de marzo de 1921, el día más sagrado de la cristiandad, viernes santo, eran tiempos de fervor religioso, los mandamientos de la iglesia se cumplían a rajatabla; era día de ayuno, silencio y soledad.
La bahía de Las Nieves se veía concurrida; pailebotes, balandros, goletas, veleros y demás embarcaciones de las navieras de la villa o con tripulaciones de Agaete estaban fondeadas en la rada, era día de descanso absoluto, era "pecado mortal" trabajar ese día en que la localidad estaba de duelo general desde la tres de la tarde, en conmemoración de la muerte de Cristo.
Sobre las nueve, cuando la noche avanzaba y se hacía más oscura, aprovechando que el pueblo estaba recogido en la soledad de sus casas, tres pescadores de la villa decidieron romper el silencio, echaron un pequeño bote al agua y remando se dirigieron a una de las embarcaciones ancladas en la bahía de Las Nieves, el pailebot "El Canario", con el fin de sustraer unos litros de gasolina del motor auxiliar. Dos de ellos eran padre e hijo.
Sabiendo que en el barco solo había una persona de guardia que, a esas horas dormía profundamente en un pequeño camarote en la proa, sigilosamente se acercaron a la nave, abordándola por la popa, saltando a su interior los dos más jóvenes, quedando el padre vigilando. Para alumbrarse encendieron un pequeño hachón de los usados para la pesca nocturna, impregnado en brea.
Una vez que localizaron el depósito del combustible del motor auxiliar de la embarcación, al abrirlo, probablemente los gases acumulados entraron en contacto con la llama del hachón, desatándose la tragedia. Una fuerte deflagración reventó el deposito y derramó el combustible, incendiando todo el compartimento, provocando varias explosiones más que alcanzaron de lleno a los dos jóvenes.
El hijo del que quedo vigilando; llamado Antonio Gutiérrez Suárez, de 33 años de edad, fue alcanzado de lleno por el fuego, pereciendo carbonizado, estaba casado y era padre de siete hijos. El otro pescador que le acompañaba, de nombre Juan, quedo gravemente afectado con grandes quemaduras, el fuego y los gritos de dolor fueron escuchados por el hijo del armador propietario de la embarcación "El Canario", Agustín del Pino, que se encontraba en la balandra "Virgen de Las Nieves", fondeada en las proximidades, dirigiéndose en un bote al "Canario", encontrando ya cadáver a Antonio y a Juan con graves quemaduras, en muy malas condiciones, despertando al guardián que no se había percatado de lo sucedido. La versión popular dice que el marinero que hacía la guardia de fondeo estaba compinchado con los asaltantes en el robo de combustible y que no era la primera vez.
El herido fue trasladado al hospital de Santa María de Guía, donde al parecer falleció días después.
De los hechos se hizo cargo el juez de la Comandancia militar de Marina de Las Palmas, Teniente de Navío, Don Emilio Suárez Fiol, que instruyó por lo sucedido la causa número145, de 1921.
El padre del joven fallecido, llamado Manuel Gutiérrez, fue detenido por la Guardia Civil.
El "Canario", propiedad de Don Antonio del Pino Rodríguez, valorado en treinta mil duros de la época, que carecía de seguro, fue pasto de las llamas y termino en el fondo de la bahía.
Publicidad de la empresa consignataria, prensa de la época.
La noticia del suceso corrió como la pólvora, Agaete quedo conmocionado, alterando la tranquila semana santa de la villa.
En la imaginación popular de la gente de la entonces "beata villa de Agaete", quedó durante muchos años la idea de que aquella tragedia familiar fue un castigo divino, por incumplir los mandamientos de Dios y romper el silencio y santificación del viernes santo.
Recuerdo que a finales de los años setenta del pasado siglo; cuando en semana santa empezábamos a ir a la playa, de asaderos o acampada, mi abuela Nina, que conoció los hechos y a los protagonistas, siempre nos recordaba esta historia, amenazándonos con el "castigo divino" por no respetar la conmemoración de la muerte de Cristo...
Bibliografía consultada:
Archivo municipal de Agaete.
La prensa de la época a través del portal Jable de la ULPGC.
Como siempre una gran labor divulgativa que agradecemos los que amamos a Agaete, aunque sea desde la distancia. Excelente publicación. Ánimos y a seguir.
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarAumenta nuestro bagaje histórico marítimo de Canarias, te lo agradezco y te felicito
ResponderEliminarBuen artículo, muy interesante y en cuanto al blog de los mejores que he leido, un gran trabajo
ResponderEliminar