Entre finales de octubre y primeros de noviembre de 1963, se produjo lo que la prensa de la época denominó el mayor descubrimiento del siglo para Agaete, la aparición de la auténtica pintura flamenca de Nuestra Señora de Las Nieves, que se encontraba debajo de la que probablemente desde hacía siglos veneraban los agaetenses.
La primera cita documental de la existencia de la pintura es la escritura pública de marzo de 1532, en la que el primer propietario, Antón Cerezo y su esposa Sancha Díaz de Zorita, otorgan a una orden religiosa entre otras cosas el tríptico.
Posteriormente en el propio testamento de Antón Cerezo, de octubre de 1535, dice en el folio 87v:
"yo mandé traher de Flandes para la yglesia de nuestra senora de la concebcion deste agaete un retablo Pincel del mejor maestro que se hallare, de la abocacion de nuestra senora de concebcion, mando que luego sea llegado a esta ysla se de e ponga en el altar de la dicha yglesia de nuestra señora de la concepbcion deste agaete ."
El retablo en el testamento de Antón Cerezo
En el folio 92V, describiendo la capilla de Las Nieves y como debe de ser la futura ermita del monasterio que él desea que se haga en el lugar y los bienes que dona, declara el testador:
"un retablo grande que esta en el altar de la dicha capilla de nuestra señora la virgen Maria de pinzel con señor san antón e san cristobal en la una puerta y en la otra señor san francisco e en la peana del dicho retablo los doze apostoles con nuestro senor jesucristo en medio, en el puesto e pintado yo el dicho antonio cerezo e mi mujer Sancha Díaz de Zorita bajo de nuestra senora."
Lo que ha dado lugar a que muchos investigadores se inclinen por la existencia de dos retablos, uno desaparecido, probablemente en el incendio de la iglesia parroquial de 1874.
A las 4,30 horas de la tarde hacía su aparición por la vieja carretera el trono con la virgen tapada con una tela blanca, acompañaba a la señora una multitud de devotos de Gáldar y Guía. En "la mina", esperaba la imagen de San José portado por jóvenes de la villa, los reyunos, todo el clero de la zona norte capitaneado por el célebre monseñor Antonio Socorro Lantigua, párroco de Teror, el presidente del cabildo, consejeros y alcaldes de la zona y la corporación de Agaete presidida por el alcalde Andrés Rodríguez Martín, entre otras autoridades. Entre rezos y cantos marianos dirigidos por un eufórico párroco D. Teodoro, se procedió al descubrimiento. Mientras la banda de Agaete interpretaba el himno nacional se deslizó el lienzo que cubría la tabla, la belleza de la nueva pintura asombró a todos, una monumental traca y miles de voladores estallan en el cielo, en el monte Gurugú de las peñas, los viejos cañones daban las salvas de bienvenida.
Imagen antigua en procesión hasta 1963.
Aunque desde mucho antes se sospechaba algo por la diferente calidad de los cuadros laterales del tríptico con la tabla central, no es hasta la llegada del párroco D. Teodoro Rodríguez Rodríguez, allá por el año 1960, según Chano Sosa, "por inspiración divina", cuando en el transcurso de una limpieza rutinaria de la vieja tabla, debió observar algo que le hizo sospechar que detrás de la pintura que veía, había algo distinto.
Don Teodoro se embarcó en la aventura de solicitar los permisos y apoyos económicos para comprobar si de verdad la tabla escondía algún secreto y lo más difícil, convencer al pueblo, en especial a los marineros, celosos de que al final nos ocurriera como al pueblo aragonés de Borja y su "Ecce Homo". La villa como de costumbre se dividió en dos, los partidarios de dejar a la Señora como siempre la habían venerado y los que apostaban por saber que se escondía debajo de la virgen del manto azul.
Se consiguió el apoyo del obispado y del Cabildo Insular que solicitó a la Dirección General de Bellas Artes la restauración, trasladándose a la isla dos de los mejores restauradores de que disponía el servicio técnico de la Dirección General, D. Julio Moisés García Rueda y D. Juan Santos Ramos.
El 26 de octubre de 1963, los cuadros salieron rumbo a Las Palmas, donde se procedió a su restauración.
Primeras intervenciones en la tabla.
A la villa fueron llegando las noticias de que algo grande se estaba descubriendo y hasta hubo voladores en la plaza. Don Teodoro que no perdía ocasión en ir a Las Palmas cada vez que podía para ver cómo iba la cosa, tranquilizaba al pueblo en sus homilías. El 28 de octubre de 1963, surgió el milagro y apareció la Señora de Flandes, sabe dios porque y cuántos años estuvo escondida.
Primeras catas y limpiezas, empieza aparecer la joya.
El domingo 10 de noviembre de 1963, como si de un cinco de agosto extraordinario se tratara, el pueblo se engalana, banderas, tapices en las casas y arcos florales adornan el recorrido desde la entrada en las cercanías del puente alto, (actual gasolinera de los Titos) calle León y Castillo, alrededores de la iglesia, en la plaza una monumental traca, compitiendo con la del día de Las Nieves, esperaba a la reina de nuestros mares. Todo el pueblo se echó a la calle.
Así llegaron los cuadros (foto propia)
A las 4,30 horas de la tarde hacía su aparición por la vieja carretera el trono con la virgen tapada con una tela blanca, acompañaba a la señora una multitud de devotos de Gáldar y Guía. En "la mina", esperaba la imagen de San José portado por jóvenes de la villa, los reyunos, todo el clero de la zona norte capitaneado por el célebre monseñor Antonio Socorro Lantigua, párroco de Teror, el presidente del cabildo, consejeros y alcaldes de la zona y la corporación de Agaete presidida por el alcalde Andrés Rodríguez Martín, entre otras autoridades. Entre rezos y cantos marianos dirigidos por un eufórico párroco D. Teodoro, se procedió al descubrimiento. Mientras la banda de Agaete interpretaba el himno nacional se deslizó el lienzo que cubría la tabla, la belleza de la nueva pintura asombró a todos, una monumental traca y miles de voladores estallan en el cielo, en el monte Gurugú de las peñas, los viejos cañones daban las salvas de bienvenida.
Enramada de las calles para el recibimiento.
En medio de una nube de pétalos de flores, suelta de palomas y voladores, entre vivas y cánticos, la virgen enfiló la calle León y Castillo, llegando a la plaza. Tras el cante de una salve marinera de bienvenida se procedió a la quema de una monumental traca como nunca se había visto en Agaete. Las campanas de la iglesia tocaban
a arrebato todo el recorrido. El templo se hizo pequeño y según las crónicas periodísticas muchos feligreses se quedaron fuera.
La Virgen permaneció una semana en exposición para contemplación de todos los agaetenses, algunos incrédulos de que fuera la misma tabla que había venerado durante al menos dos siglos, llegaron a subirse al trono para contemplar los cuadros por detrás, a ver si eran los mismos o nos habían dado el cambio. El domingo 17 de Noviembre de 1963, la virgen retornó en procesión a su ermita.
De esta manera tan solemne y festiva, llena de devoción, recibió Agaete a "la Reina de sus valles", Agaete, Guayedra y el Risco.
a arrebato todo el recorrido. El templo se hizo pequeño y según las crónicas periodísticas muchos feligreses se quedaron fuera.
La Virgen permaneció una semana en exposición para contemplación de todos los agaetenses, algunos incrédulos de que fuera la misma tabla que había venerado durante al menos dos siglos, llegaron a subirse al trono para contemplar los cuadros por detrás, a ver si eran los mismos o nos habían dado el cambio. El domingo 17 de Noviembre de 1963, la virgen retornó en procesión a su ermita.
De esta manera tan solemne y festiva, llena de devoción, recibió Agaete a "la Reina de sus valles", Agaete, Guayedra y el Risco.
En el centro, en medio de los dos monaguillos, el que suscribe con cinco añitos, de la mano de mi padre en el recibimiento. (foto Pepe Juan del Rosario)
La imagen en la actualidad.
CADA VEZ QUE TE MIRO ME PARECES MÁS HERMOSA.
Bibliografía consultada:
El testamento de Antón Cerezo. (D. Julio Sánchez y Enrique Pérez)
Prensa de la época a través del portal Jable de ULPGC.
Apuntes históricos de la villa de Agaete y su Virgen de Las Nieves. (Sebastián Jiménez Sánchez)
Archivo parroquial de Agaete.
Es una pena que se haga tan poca justicia a uno de los que fue vecino, enamorado y difusor del pueblo de Agaete como fue Francisco Rojas Fariñas, "Fachico" para los amigos que lo conocíamos.
ResponderEliminarVerdadero cronista gráfico de Agaete y sus gentes durante décadas, ese gracias al cuál hoy día podemos disfrutar de toda o gran parte de su obra gracias a su generosidad y la de su familia que donó su archivo fotográfico a la FEDAC, incluida toda la parte que corresponde a Agaete y parte de la cual se hace un uso que roza la indecencia en este blog.
Fue él, y no la "inspiración divina" de un cura, muy honorable por otro lado, quien haciendo unas fotos bajo luz ultravioleta quien confirmó que detrás de un burdo intento para tapar cierta simbología, se hayana una pintura muy valiosa del retablo de Flandes encargado por Antonio Cerezo. Y fue un amigo de Fachico que se hospedó en su casa, el cuál estaba de vacaciones en la isla, el que se percató de lo dicho, y posteriormente Fachico hizo esa fotografía con permiso de don Teodoro.
Cuantas más inexactitudes, medias verdades o mentiras, insinuaciones insidiosas, piedras tiradas con manos escondidas, cuchicheos y chismes pueblerinos sin base y que nada ayudan a la imagen de los vecinos de esa gran comunidad y lugar de Agaete, verán nuestros ojos.
Flaco favor a tan ilustre vecino como Fachico, y muchos otros se hace desde estas páginas
Es la primera noticia que tengo, si usted puede demostrar eso, con algún documento o noticia periodística de esa información, encantado de unirla al artículo. Esto es un blog particular, un entretenimiento, no un libro de historia, así que escribo como y lo que me da la gana, siempre avalado y documentado, si no le gusta le recomiendo que se haga uno usted y cuente lo que le parezca, aquí no se obliga a nadie a leerlo, Saludos.
ResponderEliminarEl mejor documento que puedo ofrecerle es el testimonio directo de mi padre, el cuál es, o en este caso era, amigo íntimo y compañero de José Rojas Fariñas, al que tuve el gusto y la suerte de conocer. Tanto es así que nos hizo fotos a mí y mi padre varías veces. También lo fuimos a visitar a su ya desaparecida casa de Agaete, no sólo a la de la calle Montevideo, donde vivía y tenía su estudió. Por otro lado le diré que me gustan algunos de sus artículos, no tanto otros, y quizás le de alguna pista saber que soy nieto por parte de madre de un antiguo maestro del pueblo, que no sólo fue maestro, sino que era concejal en el momento del golpe. Más aún, uno de los fundadores de esa asociación que ninguna como competencia de poco recorrido a la del "Casino La Luz", donde Fernando Egea era el socio número 1 y donde estaban los Esparza, varios Armas o mi abuelo. Por no desmerecer tampoco a la asociación "Casino La Luz" comentar que uno de los fundadores, a su vez era mi bisabuelo, padre del anterior del que le habló. Lo que me extraña es que tome usted tanto valor al traspaso oral de la historia en algunos casos, y a mí, sin conocerme, me pida documentos. Más aún cuando en otro artículo tiene publicado uno con una firma falsificada de mi abuelo, en azul sobre fotocopia en blanco y negro. No lo acuso a usted de nada, pero habiendoejercido la profesión que ejerció, quizás debería fijarse en esos detalles, más que pedirme a mi, que de buena fé, le doy detalles que desconocía y puede incluir, igual que hace en otros artículos sobre distintas versiones de hechosque no pueden demostrarse. ¿No cree usted?
EliminarVamos a ver, como autor del blog puedo decidir que comentarios se publican y cuáles no, le estoy publicando todos sus comentarios, a pesar de las críticas, sin saber quien es usted y sus intenciones. Lo que no voy a meter en los artículos es cualquier información, que no dudo de que sea cierta, de un desconocido sin más datos. En cuanto a la sociedad cultural Guayarmina, que parece que a usted no le ha gustado el trato que le di en el artículo sobre el casino de la luz, fue efímera desafortunadamente por las trágicas consecuencias de la guerra, apenas un año. Tengo la documentación de su fundación, reglamento y algunas actas y quizás algún día escriba algo sobre ella. Le informo que la casa de Rojas Fariñas, la dejaron encajonada y aislada, pero aún sigue en pie, viene una hija los fines de semana y recientemente le pedimos autorización para la publicación de algunas fotos de su padre. En cuanto al documento con la firma falsificada de su abuelo, le rogaría que me dijese dónde está para estudiarlo, los documentos son la mayoría del archivo municipal y me limito a fotografiarlos y publicarlos tal cual. Le rogaría que si quiere entablar alguna discusión sobre un tema se dirija a mí a través del correo electrónico; santana.jr@hotmail.es
EliminarSaludos.