miércoles, 27 de julio de 2016

LA RAMA DE AGAETE Y LA CONEXIÓN INTERESADA CON EL RITO ABORIGEN DE PETICIÓN DE LLUVIA.

      
La Rama bajando la calle Guayarmina , foto antigua, se observa que poca gente la baila, más bien es un pasacalle, con la gente acompañando detrás de la banda.

A mediados de los años setenta del pasado siglo, coincidiendo con la llegada de la democracia, sectores próximos al naciente movimiento independentista trataron de identificar nuestra peculiar "Rama" con el rito aborigen de petición de lluvias, basándose en el relato que hace Abreu y Galindo (seudónimo de un copista anónimo, según modernas investigaciones copió la obra inacabada del Capitán Gonzalo Argote, "Historia de la conquista de las siete islas de la Gran Canaria", en la década de 1630):

     "Cuando faltaban los temporales, iban en procesión, con varas en las manos, y las magadas con vasos de leche y manteca y ramos de palmas. Iban a estas montañas, y allí derramaban la manteca y leche, y hacían danzas y bailes y cantaban endechas en torno de un peñasco; y de allí iban a la mar y daban con las varas en la mar, en el agua, dando todos juntos una gran grita" (Abreu Galindo, 1632).

Como vemos "Abreu" dice que subían al monte (Tirmac) con varas y las "magadas" con palmas, manteca y leche, que derramaban, y cantaban  endechas que son canciones tristes y lastimosas.
Esto no tiene ningún parecido con subir a Tamadaba, que no es un paseo, en promesa y agradecimiento a la virgen, cortar una rama y llevársela a su ermita en prueba de que cumpliste "el sacrificio" de subir a buscarla. En la actualidad apenas son una treintena de personas las que suben la noche del 3 al 4, otros ya subimos en coche el día anterior, más de tenderete que de devoción. 
Podemos encontrar pasajes en la biblia que encajan mejor, salvando la distancia,  que lo que dice Abreu en nuestra enramada:
Apoc 7:9-17, en el trasfondo de este pasaje está presente la fiesta judía de las enramadas. Esta celebración culmina todo el ciclo festivo del pueblo hebreo, después de la última cosecha del año, era la más alegre de todas. Se caracterizaba por la danza de las doncellas con vestidos blancos bien lavados, y los hombres cantando y blandiendo antorchas encendidas. Era tanta la festividad que la Mishná (ley escrita de los judíos) dice: "Quien no ha visto la alegría de esta fiesta, nunca ha visto alegría en su vida". El pueblo salía al monte a traer ramas y palmeras para construir sus chozas (Neh 8:15), y en cierta etapa del desarrollo de la fiesta comenzaban a  bailar y batir esas ramas y llevarlas en procesión gozosa".



Otra Rama antigua, se observa pocas gentes bailando, solo niños y pocas ramas.

Mi padre nacido en 1930, al igual que todos nuestros ancianos, algunos con los que he contactado superan ampliamente los 90 años, nunca vieron ni escucharon nada que relacione la rama con la lluvia, ni vieron a nadie meterse en el mar con la rama. La gente de mi generación que llevamos más de cincuenta años bailando la rama, jamás escuchamos o vimos en nuestra niñez y juventud a nadie meterse en la playa con la rama, ni dar ramazos a la marea, se depositaba delante de la virgen en la puerta de la ermita en agradecimiento  o promesa, después a bañarnos a la playa y hasta el año próximo.          
Desde los años cincuenta del pasado siglo, esporádicamente  algún personaje trató de relacionar la rama con ritos aborígenes, algunos como el profesor y ex alcalde José Antonio García Álamo, ya han reconocido el error y que solo lo hicieron para darle más relevancia a la fiesta. Esta idea caló en la población de las islas tras una interpretación que nuestro artista Pepe Dámaso puso de moda tras grabar una escena para una de sus películas en el año 1979, "Réquiem para un absurdo", que consistía en que unos jóvenes del valle se metían en el mar con ramas y golpeaban el agua, mientras una voz relacionaba la bajada de la rama con el rito aborigen de petición de lluvias, escena que posteriormente escenificó a principios de los ochenta en un programa de TVE, "Tenderete", dedicado a la Rama, donde vistió unas muchachas con sacos de arpillera pintados con pintaderas, llevó la banda de Agaete, los papahuevos y mientras él relataba la estrofa de Abreu y Galindo, las jóvenes como harimaguadas modernas escenificaban el rito aborigen, entrando a continuación la banda de Agaete y los papahuevos a ritmo de "soldado de España", convirtiendo el plató en una Rama simulada. Este tipo de escena se repitió y llegó a  verse a nivel nacional en un programa de TVE dedicado  a las fiestas, sobre finales de los años ochenta del pasado siglo, llamado "de año en año".
Pepe Dámaso, trató en aquellos años de introducir en la Rama unas caretas tipo africanas realizadas por él, enlazadas en una vara, que  no tuvieron éxito por el rechazo de la mayoría del pueblo que le abucheó y le impidió sacarlas.
Desde los años sesenta Pepe Dámaso mantenía esta relación indígena y pagana con la actual rama de Agaete, echándole la culpa a la actual deriva a promesa religiosa a la virgen de las Nieves, a los tiempos de la inquisición, entroncándola con ritos de tribus africanas sin ningún fundamento histórico o documental (el Eco de Canarias 4 de agosto de 1968).
Desde mi punto de vista con estas interpretaciones Pepe Dámaso, inconscientemente hizo mucho daño a las fiesta de la Rama. 
En 1998, el grupo Mestisay en su disco  "Viento de la isla", introdujo una canción dedicada a la Rama de Agaete, llamada "agüita", cuya letra relaciona reiteradamente  la Rama con el rito de la lluvia y el agua. En el vídeo promocional de la misma se mezclan imágenes de Ramas antiguas, efectos especiales de lluvias, con el moderno gesto de agitar las ramas en el mar, quedando esta imagen de agua, lluvia y rama asociada a la fiesta sin ningún fundamento documental. 
Hubo unos años, allá por los ochenta del pasado siglo, en que la gente de fuera que bailaba gritaba aquello de; "agua, agüita la rama está sequita", y algunos vecinos tiraban agua desde las azoteas, acciones que fueron erradicadas rápidamente por las autoridades por no ser costumbre y ser el agua un bien escaso.
Procesión del 5 de agosto a principios de siglo XX

Sobre este tema ya nuestro arqueólogo, historiador e investigador, Valentín Barroso lo ha desmontado en multitud de ocasiones, aportando multitud de testimonios.
El origen parece que no es otro que la tradicional enramada  y pasacalles que se hace en la vísperas de las fiestas principales en muchas localidades para adornar calles  e iglesia, ante la llegada de la festividad del  santo patrón, en nuestro caso la Virgen de Las Nieves y hasta principios del siglo XX, a la virgen de la Concepción, más tarde a San Pedro y modernamente a una multitud de santos, que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, convirtiéndose en el jolgorio que conocemos hoy en día. Antiguamente era la iglesia la que compraba las ramas para enramar calles y la fachada del templo en víspera de las fiestas,  así consta en las cuentas y facturas que existen en el archivo provincial y parroquial desde tiempos inmemoriales, primero para la virgen de la Concepción y desde el siglo XVIII hasta 1827, a la virgen de Las Nieves, a partir de ese año consta en documentos que se deja de comprar porque a partir de esta fecha la traen los devotos de la virgen sin coste alguno (Aréstor A. Cruz Jorge y Antonio Cruz y Saavedra; LA RAMA DE AGAETE, UN SÍMBOLO DE CANARIEDAD. UNA FIESTA DE FE Y DEVOCIÓN A LA VIRGEN DE LAS NIEVES). 


Libro de cuentas de la iglesia parroquial de Agaete, cuentas del siglo XVIII y XIX.

Los marineros de la villa, hay 145 censados en 1864, (Juan León y Castillo) adoptaron a la virgen de las Nieves como patrona mayor, empezaron a subir a Tamadaba a buscarla como promesa o agradecimiento a "la señora", por dones recibidos, peticiones concedidas, por simple devoción o solicitud de protección en la mar. Cuando la iglesia y los mayordomos se dieron cuenta que se podía ahorrar el coste, porque la traían los marineros devotos o la donaban de sus fincas los pequeños terratenientes de la localidad, que además eran los patrones y mayordomos de la cofradía o hermandad de la Virgen, dejó de comprarla. Así mismo consta en las cuentas la contratación de un tamborilero para acompañar a los devotos en la traída de la Rama y demás festejos.
Diario "Las Palmas" julio de 1897, en el programa de las fiestas se puede leer;  el día 4, "bajada de la Rama, con la cual se adornara la ermita de la imagen  y que serán depositadas tras recorrer las calles del pueblo...   Día 5, la carrera de la procesión se adornara con arcos y ramaje"...
En 1957, el doctor García Barroso, hijo del pueblo, publicó en la prensa un artículo en que decía que tenía informaciones de que antiguamente los nativos subían al pinar, cortaban una rama y bajaban bailando, si el año les había sido propicio la arrojaban al mar y si no le había sido favorable lo azotaban con la rama. Nunca explicó de dónde sacó esa información.
Hasta mediados del siglo XIX, no intervienen bandas de música como tal, ya que la primera en la zona norte, la de Guía, se funda 1840, y la de Agaete entre finales y principios del siglo XX, amenizaba los actos un tamborilero contratado por la cofradía o hermandad y las parrandas folclóricas.
Hasta que no se decidió traer la rama en un camión por el ayuntamiento, era bastante escasa en la celebración. 
En 1897, en Agaete también se celebra bajada de la rama en honor a la virgen de la Concepción la víspera,  así lo decía el programa de la fiesta:
Diario Las Palmas 4-12-1897

Ni siquiera la del Valle dedicada a San Pedro, que es mucho más reciente  se puede identificar con este rito aborigen,  ya que hasta principios de del siglo XX, no hay ni iglesia, ni fiestas, ni imagen de San  Pedro, que llega después de  la terminación de la primera ermita, que se comienza a construir en  1902.
La rama de San Pedro, valle de Agaete, años sesenta.

Aunque  es evidente que como rito, además de festivo, religioso (cada vez menos), tiene conexión  con cualquier rito ancestral y es fácil encontrar ritos con el uso de ramas en los cinco continentes.
También cuenta los mayores que en su niñez solo subían a Tamadaba a buscar y bailaban la Rama, mayoritariamente los hombres de la mar y así lo dicen los documentos.



En este recorte del programa de las fiestas de 1955, ya advierte que las ramas son promesas de los devotos de la virgen.
Una de las bajada de Rama más antiguas y documentadas, la de Santa María de Guía, que data de 1811,  es consecuencia de la promesa que le hicieron a la Virgen en Vergara, los agricultores vecinos de las medianías si les libraba de la plagas de la época, fiebre amarilla, sequías, langosta berberisca y otras calamidades, bajando desde las medianías con ramas, tocando tambores y caracolas, para engalanar la iglesia y las calles. Es una “fiesta promesa de agradecimiento” a la Virgen de Guía.


    Diario la Falange , 16 de agosto de 1939, donde confirma que la mayoría de los que bailan son gente de la mar  y ese año de finalizar la guerra civil, un numeroso grupo de excombatientes, que lo hacen como promesa religiosa por haber sobrevivido a la fratricida guerra.

Otra de las ramas centenarias y bien documentado  su origen, la de Juncalillo de Galdar, es como consecuencia de una promesa que hacen los feligreses, con el capellán al frente, a Santo Domingo de Guzmán, en agradecimiento por el hecho de no haberse producido víctima alguna ni daños personales tras el paso de un viento huracanado que arrasó con la cubierta de la iglesia y que fue a parar a un caserío a unos cien metros de distancia, ocasionando daños en viviendas contiguas. Promesa consistente en traer la rama del pinar para ofrecérsela al santo y enramar el pórtico de la ermita. 

    
     Diario la Falange de 12 de Agosto de 1939,  Fiestas del Valle de San Roque en Valsequillo, donde se anuncia " la tradicional bajada de la Rama y engalanamiento de la plaza por los jóvenes". 

La Aldea de San Nicolás  año 1901: «Día 9 de septiembre. A la primera hora de la mañana, en alegre y entusiasta pandilla, saldrán en dirección a los campos del pueblo, infinidad de vecinos conduciendo a su regreso las ramas necesarias para adornar la plaza y calles del pueblo, los que, entre multitud de cohetes voladores y repiques de campana, entrará en el pueblo, haciendo su primera parada ante la iglesia parroquial» (Diario de Las Palmas, Las Palmas de Gran Canaria, 2 de septiembre de 1901).

Como esta, podemos encontrar numerosas noticias en la prensa desde el siglo XIX, en Montaña de Cardones, Arucas, San Mateo, etc. Una clara muestra que la Rama se bajaba de los montes para el engalanamiento en la vísperas de las fiestas, no para darle "tambucasos" a la marea, porque ni en Juncalillo, Valsequillo, Cardones o San Mateo, había mar cercano.



Se observa la enramada en los poste con banderas en la calle Guayarmina. Procesión de  1902

Los datos más antiguos sobre la traída de la Rama de Agaete que figuran en la prensa, se remonta a 1867, y ninguno hace referencia a  ritos prehispánicos.

Fiestas 1867, agaetespacioweb.com
Fragmento del pregón de las fiestas de 1997, donde la mezzo soprano, natural de la villa, Lucy Cabrera, nacida en 1917, con unas cuantas ramas a sus espaldas, da su versión histórica del acto.
Nuestra bajada de la Rama es muy peculiar y tiene sus especiales características con respecto a otras que la hacen única, pero guarda muchas similitudes con los pasacalles y enramadas que se hacen por multitud de pueblos de las islas, peninsulares y otras partes de los cinco continentes.



Enramada en pueblos de Castilla.





¿A que les suena?, esto es el pueblo manchego, pasacalle la víspera del santo, cuando conocí sus fiestas, me sorprendió la similitud con nuestra rama, salvando las distancias obviamente. 
En la actualidad la rama sólo es un acto más de las fiestas, aunque para las gentes de Agaete tiene su significado especial. A una buena parte es la fe los que nos mueve, a otros la simple diversión, es una mezcla de misticismo, ancestralidad y religiosidad. Como dice Chano Sosa; "no busquemos más explicación a la rama, no la tiene, ni la encontraremos". Si la rama estaba antes o después, si estaba escondida hasta que alguien la descubrió, si nunca antes existió, si a alguien se le ocurrió cambiar los dioses por el santo patrón, si vino por mar o bajó de Tamadaba,  en el fondo a los de Agaete nos importa poco, la entendemos porque llevamos su misterio, su música y sus pasos grabados en nuestros genes.
Les invito a venir, a bailar, al disfrute corpore y al creyente el espiritual.
VIVA LA VIRGEN DE LAS NIEVES.

Imagen antigua, ante del descubrimiento de la pintura original en 1963, que estaba debajo.



Traducción al idioma alemán por Maria Graf:

" La Rama " von Agaete hat nichts mit den Bräuchen der Ureinwohner ( aborígenes) zu tun.

Ab der 2. Hälfte der Siebziger Jahre des vergangenen Jahrhunderts, als die Demokratie in Spanien begann, war es wichtig sich mit unserer speziellen " Rama" zu identifizieren, mit dem Brauch der Ureinwohner um Regen zu bitten, so wie es bei  Abreu y Galindo beschrieben wird.

Zitat:
Wenn die Zeit ohne Regen begann, gingen sie in einer Prozesssion los in den Händen Stöcke und Beutel mit Milch und Butter und Palmenzweigen. Sie gingen die Berge hinauf und dort vergossen sie die Milch und die Butter und tanzten und sangen Trauerlieder um einen großen Felsen herum. Von dort stiegen sie hinab zum Meer und schlugen mit ihren Stöcken das Wasser und schrien ganz laut."
( Abreu y Galindo um 1590).

Wie wir sehen können, beschreibt Abreu wie die Menschen mit Stöcken, Palmenzweigen und Milch und Butter die sie  dort vergossen auf den Berg gingen ... Aber er berichtet nicht, dass sie mit Laubzweigen vom Berg herabkamen.

Mein Vater, der heute 86 Jahre alt ist und auch alle unsere anderen Alten, einige sind inzwischen schon weit über 90 Jahre alt, haben im Laufe ihres Lebens  nie gesehen noch gehört, dass Baumzweige mit dem Regen in Verbindung gebracht wurden, noch mit den Zweigen ins Meer gegangen wurde.

Diese Idee die Rama mit dem Brauch der Ureinwohner um Regen zu bitten in Verbindung zu bringen,
Wurde von den Inselbewohner durch eine Interpretation unseres Künstlers Pepe Dámaso angenommen. Als er 1979 in einem seiner Filme genau eine solche Szene drehte, kam es in Mode.
Und danach, Anfang der 80er Jahre, bei einem Fernsehprogramm von " Tenderete", dass sich speziell der " Rama " widmete, in dem Jugendliche mit  " pintaderas" bemalte Jutesäcke bekleidet, die " Banda de Agaete"  und  den " Papahuevos" ( große Pappmachépuppen) auftraten. Während er in der Sendung die  Zeilen von Abreu y Galindo rezitierte,  simulierten die jungen Leute,  wie moderne " Harimaguadas" ( Pristerinen der Ureinwohner) und mit der Musik: " Soldado de España", einige Bräuche der Ureinwohner nach und verwandelten  das Frensehstudio in ein Ramafest.
Auch versuchte Pepe Dámaso in dieser Zeit von ihm gemachte afrikanische Masken an Stöcken befestigt ein zu führen. Glücklicherweise hatten sie bei der Mehrheit der Bevölkerung keinen Erfolg. Sie wurden sogar ausgepfiffen und es wurde verboten sie mit zu führen.
Seit den Siebziger Jahren wollte Pepe Dámaso die heutige " Rama de Agaete" ursprünglich und heidnisch halten. Er beschuldigte die Kirche sie mehr in die Richtung von Gelübten an die " Jungfrau von Las Nieves" und in die Zeit der " Inquisition" zu leiten. Er wollte sie ohne jeglichen historischen und beurkundlichen Hintergrund mit Rythmen afrikanischer Stämme vermischen ( so die Tageszeitung Canarias 7 im August 1968).
Ohne es zu wollen hat Pepe Dámaso , so meine Meinung, dem Fest von La Rama de Agaete sehr geschadet.
1998 kam von der Musikgruppe " Mestisay" eine CD heraus mit dem Titel : Viento de La isla ( Wind der Insel) bei der ein Lied dabei war, das der Rama de Agaete gewidmet war: Aguita. ( Wässerchen). Im Text des Liedes wird immerwieder die Rama und ein Wasser Ritus besungen. Und in dem dazugehörigen Video werden Bilder von früheren Ramafesten gezeigt die mit dem heutigen Brauch vermischt sind, in dem Laubzweige auf das Meer geschlagen werden. Dadurch wird suggeriert, dass das Fest schon immer so gefeiert wurde.
Über dieses Thema hat der Archologe, Historiker und Forscher Valentin Barroso schon bei vielen Gelegenheiten  gesprochen und konnte mit der Hilfe von Dokumenten alles  wiederlegen.

Eigentlich war es ursprünglich nichts anderes als der traditionelle Marsch durch die Straßen am Vorabend des Hauptfestes um die Schutzpatronin, in diesem Fall die Jungfrau von Las Nieves, zu feiern und die Straßen und die Kirche mit Laub zu schmücken, bevor es sich im Laufe der Zeit zu diesem Rummel verwandelt hat. Früher hat die Kirche die Laubäste gekauft um sie am Vorabend des Festes an der Aussenfront der Kirche anzubringen. Dies belegen Rechnungen aus dem Kirchenarchiv aus dem 18. Jahrhundert. Später scheint es , dass vor allem Seemänner ( Matrosen) diese Laubäste aus den Bergen holten als Gelübte gegenüber der Jungfrau. Als die Kirche merkte, dass sie sich das Geld für die Zweige sparen konnte, da die Gläubigen sie als Gelübtete sowieso holten, kauften sie sie nicht mehr.
Auch waren bis in das 19. Jahrhundert  keine Musikkapellen dabei. Denn die erste Kapelle im Norden der Insel kam aus Santa Maria de Guia und wurde erst 1840 gegründet. Ab den 20. Jahrhundert gibt es auch eine in Agaete.
Nachdem das Bürgermeisteramt die Laubzweige mit dem Lastwagen bringt, sind sie bei der Ausrichtung des Festes knapp bemessen.
Sogar das Ramafest von San Pedro im Tal gibt es erst seit kurzem und kann darum nicht als Ureinwohner Tradition gelten.  Bis zum Anfang des 20. Jahrhundert gab es dort noch nicht einmal eine Kirche, deshalb auch kein Fest und keine Statur des Heiligen Pedro, denn 1902 wurde dort erst mit dem Bau der Kapelle begonnen.
Es ist völlig klar, dass das kirchliche Fest( leider mit immer weniger Bedeutung) im Zusammenhang mit vielen anderen Festen auf den fünf Kontinenten der Erde gebracht werden kann bei dem Laubäste vorkommen.
Auch erzählen die Alten, dass in ihrer Kindheit  bei der Rama nur Seemänner tanzten.
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Fiesta de Agosto en Agaete 1955

Donnerstag, den 4. um 5:00 Uhr am Morgen , Diana ( Morgenapell ) mit der Musikgruppe der Stadt.
Um 10:30 Uhr das typische Fest mit der traditionelle " Bajada De La Rama", einmalig auf der Insel mit den feierlichen Gelübten, Liedern und Gesänge, die von eingebildeten Giganten und anderen grotesken Figuren tanzend in einem Wald aus Laubästen begleitet werden. Die von den Anhängern der Jungfrau, als Gelübte ,von unserem wunderschönen Kiefernwald des  Tamadabas heruntergebracht worden sind.
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In diesem Abschnitt des Festprogramms des Jahres 1955 wird genau bestätigt, dass das holen der Laubäste ( ramas) ein Gelübte der Gläubigen an die Jungfrau waren.

Eine der ältesten "Abstiege der Laubäste" ( Bajada de Rama) ist die von Santa Maria de Guia von 1811.
Als Konsequenz, die die Bauern aus Vergara als Gläubige der Jungfrau gelobten, um von ihnen Plagen, Gelbfieber, Trockenheit, der berberische Heuschrecke und anderen Katastrophen ab zu wenden, kamen sie mit Laubzweigen und Trommeln vom Mittelgebirge ( Mediania) herunter, um die Stassen und die Kirche zu schmücken. 
Das ist ein Fest zum Geloben und zum Danken an die Jungfrau von Guia.
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Am Vorabend des Festes, war traditionell das herunterbringen von Laubästen, von Giganten und der Musikgruppe der Stadt begleitet. Die Begeisterung der Einwohner an dem Tag des " rameros", der Ästeträger war unvergleichlich . Meistens sind es nette Seemänner, die sich als " Glühende Kämpfer" versammelt haben, um nach einer begeisterten Tour durch die Straßen des Ortes, zum Schluss wie fröhliche " rameros" beim " rameros Zug" zur Kapelle von Las Nieves gingen.
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Dies ist ein Abschnitt aus der Tageszeitung: Diario la Falange vom 16. August 1939, in dem bestätigt wurde, dass die meisten Tänzer Seemänner waren. In diesem Jahr an dem der Bürgerkrieg beendet wurde, wurden viele Gelübte zum Danken gemacht, denn man hatte den Bügerkrieg überlebt.
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Die Kirche und die Anbetung.

Das Fest im Tal von San Roque.
Programm:
Den ganzen Tag wird gebetet. Rosenkränze gebetet und die neun Lebensstationen von Jesus vorgelesen und mit dem Kaplan Gespräche geführt. 
Diese Anbetung wird mit einem wunderschönen Gebet an die Heilige Jungfrau, dass von Mädchenchor gesungen wird,  beendet 
Am 14. der Traditionellen Abstieg der Laubäste womit die jungen Leute des Ortes den Platz schmücken.
In der Nacht werden die neun Lebensstationen Jesus gelesen.
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Zeitungsausschnitt aus der " Diario la Falange vom 12. August 1939.
Das Fest im Tal von San Roque bei Valseqillo, in dem man lesen kann: die jungen Leute des Ortes machen traditionell den Abstieg der Laubäste( la Bajada de Ramas) und schmücken damit den Platz.

Dies kann man in mehreren Zeitungen des 19. Jahrhunderts lesen. So auch aus Montaña de Cardones, Arucas, San Mateo, u.s.w. Dies ist ein klarer Beweis dafür, dass der " Abstieg der Laubäste" aus den Bergen, nur dazu gemacht wurde um am Vorabend des Festes, den Ort und die Kirche zu schmücken und um nicht damit das Meer zu schlagen. Denn in Valsequio, Cardones oder San Mateo gab es kein Meer.
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Bildunterschrift: Man kann die geschmückten Pfosten mit Fahne in der Guayarmina Straße sehen. Fest von 1902.
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Die ältesten Daten über die Bajada de Rama in Agaete in der Presse ist von 1867 und dabei wurden keine Bräuche von vor der Zeit der Spanischen Eroberung erwähnt.
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Feste in Agaete:
Unser Korespondent auf dieser Insel aus Agaete,  hat uns das Programm für die nächsten Tage am 4.5. und 6. des kommenden August in der Kapelle " Unsere Jungfrau vom Schnee" ( Virgen de las Nieves)  im Hafen des selben Namens, dass gefeiert werden soll, übermittelt.
Am 4. begleitet die Ankunft der Laubäste die Musikkapelle aus Guia.
Auf den Schiffen im Hafen werden schwingend die Nationalflaggen wehen.
Am Nachmittag wird eine Regatta veranstalltetund der Gewinner bekommt als Preis eine wunderschöne spanische Flagge.
Am 5. wird in der Kapelle eine Messe von dem Prister Don Antonio Gonzalés Vega abgehalten.
Danach beginnt die Prozession , die von den Schiffen im Hafen begrüßt wird. 
Das Bild " Unsere Jungfrau" wird in die Kapelle gebracht.
Um 2:00 Uhr Mittags wird ein Pferderennen veranstalltet, der Preis ist schöner Silberschmuck.
Um 4:00 Uhr wird " cucañas" auf den Platz gespielt, und 
Um 9:00 Uhr am Abend Feuerwerk.
Alle diese Handlungen werden von der Musikkapelle begleitet.
Bei der Messe am 6. wird die Musikkapelle dabei sein und auch der Prister von der Pfarrei von San Augustin, Las Palmas, Don Emilio Martínez Escobar.
Am Nachmittag kehrt die Prozession zur Kapelle zurück, wo sie von den vor Anker liegenden Schiffen im Hafen begrüßt wird.
Wie man bei dieser Zusammenfassung , die wir von diesem Programm gemacht haben sieht, werden  solche Feste in den Orten der Insel viel Konkurenz haben, denn sie sind sehr groß und lebhaft.
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Fest 1867
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Unsere" Rama" ist sehr außergewöhnlich und hat verglichen mit anderen,  ihre Eigenheiten. Sie hat aber auch viele Ähnlichkeiten mit vielen anderen in den Orten auf den Inseln, dem Festland und den 5 Kontinenten der Welt.
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Wie sieht es heute aus? Dies ist das Dorf meiner Frau mit einem Straßenzug am Vorabend des Heiligenfestes. Es ist ein Dorf in Castilla La Mancha. Als ich dieses Fest kennenlernte, war ich über die Ähnlichkeit mit unserer " Rama" sehr überrascht.

Ich lade Sie ein zu kommen, zu tanzen, zu genießen und den Gläubigen wünsche ich innerlich Vergeistigung.

Es lebe die Jungfrau vom Schnee!

Viva La Virgen de Las Nieves!






sábado, 16 de julio de 2016

LA GUERRA CIVIL EN AGAETE, UNA TRAGEDIA ANUNCIADA.

   
   

Esta fotografía, tomada en la puerta de la iglesia a finales de los años veinte, muestra a los niños de Agaete de aquella generación nacida en las primeras décadas del siglo XX. Con sus maestros al frente, la imagen parece inocente, pero encierra una profunda carga simbólica: muchos de esos rostros infantiles y los propios maestros vivirían, pocos años después, la tragedia que sacudió a la villa a partir de julio de 1936.

En aquel verano del treinta y seis, esos niños ya eran hombres y mujeres jóvenes, de entre 18 y 30 años. Algunos se alistaron voluntariamente en las filas de la Falange, otros defendieron la causa republicana y terminaron en campos de concentración. Muchos fueron movilizados por el ejército sin entusiasmo alguno; algunos nunca regresaron, caídos en el frente o desaparecidos en la retaguardia.
En un círculo, en la misma fotografía, aparece el maestro don Miguel Pérez García, último alcalde accidental de la gestora republicana. Fue detenido, juzgado por los sublevados y condenado a muerte, pena luego conmutada por cadena perpetua, pasando largos años en un campo de concentración.

Particularmente dramático fue el destino de dos de aquellos niños, tíos de mi madre. Uno fue detenido el 24 de julio de 1936, acusado de colaborar con la resistencia al golpe y de ayudar a huir al delegado gubernativo don Fernando Egea. Aunque finalmente resultó absuelto, su vida quedó marcada. El otro, movilizado por el ejército franquista, fue destinado a vigilar a los prisioneros del campo de concentración, entre ellos su propio hermano y su maestro.
Hermanos contra hermanos, padres contra hijos, amigos contra amigos.
Piezas de ajedrez movidas por fuerzas que los superaban, en un siniestro tablero de guerra.

Durante décadas, en Agaete apenas se hablaba de aquellos años. El tema era tabú. En un pueblo tan pequeño, el recuerdo dolía demasiado: muchos de los hijos y nietos de aquellos jóvenes idealistas o de sus víctimas, aún viven. Nadie es culpable de los ideales o los errores de sus antepasados; y, desde mi punto de vista, ni siquiera lo fueron quienes protagonizaron aquellos hechos, ya fallecidos. Nadie debería avergonzarse de nada: todos defendieron lo que creyeron justo.

Los de un bando y los del otro actuaron convencidos de luchar por su patria, por su fe, por su dignidad, por sus derechos o por sus propiedades. Pero no podemos olvidar que se enfrentaban dos visiones opuestas: una de raíz fascista, que justificaba la violencia como medio, y otra legítima y democrática, aunque la democracia de entonces distaran mucho de la actual.

En aquellos años, Agaete, una pequeña villa de apenas 4.500 habitantes, vivió los hechos más graves de su historia conocida.
Entre los caídos en los frentes y los desaparecidos en la retaguardia, medio centenar de agaetenses nunca volvió a casa. Otro medio centenar pasó años de sufrimiento en los campos de concentración, mientras sus familias quedaban sumidas en la miseria y las represalias.

Han pasado más de ochenta años.
Ya es hora de contar lo sucedido con rigor, objetividad y sin rencor, procurando la mayor imparcialidad posible, aunque a veces cueste. Mi generación escuchó los testimonios de algunos protagonistas y testigos de aquellos días, ya todos desaparecidos, y siento la necesidad de recoger sus voces, apoyándome en documentos, archivos y publicaciones.
Mi único propósito es que no se olvide, que se conozca la verdad y que una tragedia así no vuelva a repetirse.

Es tiempo de concordia.
Es tiempo de reconciliación.


EL GOLPE


El 20 de Julio de 1936 una avioneta sobrevuela el pueblo y lanza octavillas conminando a los republicanos a  rendirse (reconstrucción).

El 18 de julio de 1936, amaneció como un día cualquiera en Gran Canaria, pero el país entero estaba a punto de quebrarse.
Las noticias del alzamiento militar, que se extendían como un fuego por toda España, llegaron pronto a la isla. Y allí, el golpe triunfó con una rapidez inquietante.

Apenas hubo resistencia.
Solo un puñado de hombres, pocos, pero valientes, se negó a rendirse ante la sublevación. En la sede del Gobierno Civil, el gobernador Antonio Boix Roig se mantuvo firme, acompañado por los mandos de la Guardia Civil de la provincia de Las Palmas que rehusaron sumarse al golpe: el teniente coronel Emilio Baráibar, el comandante Joaquín Laureiro, y los capitanes Emilio Pacheco y José García Silva, entre otros.
Todos ellos, conscientes del riesgo, decidieron mantenerse fieles a la legalidad republicana.

Mientras tanto, en el norte de la isla, un pequeño grupo de republicanos trataba también de organizar la resistencia.
Bajo el mando del delegado gubernativo Fernando Egea Ramírez y del diputado comunista Eduardo Suárez, intentaron contener, aunque fuera por unas horas, el avance de los sublevados.
Fue un intento desesperado, heroico… pero efímero.
La maquinaria militar del alzamiento era ya imparable.

En pocos días, Gran Canaria cayó en manos de los golpistas.
El silencio sustituyó al bullicio y trajín de la resistencia.
El miedo, poco a poco, empezó a instalarse en los pueblos y ciudades, marcando el comienzo de una larga noche que tardaría décadas en disiparse.

    
En el centro, sede del Gobierno Civil de Las Palmas en 1936, c/ Triana.

El 18 de julio de 1936, la historia cambió su curso también en Gran Canaria.
Desde el Gobierno Militar, Francisco Franco, aún Capitán General de las islas, envió un emisario al Gobierno Civil, situado en la calle Triana, a pocos metros de distancia.
Llevaba en la mano el bando del alzamiento, el documento con el que pretendía sellar la obediencia de las autoridades civiles.

El emisario intentó entregar aquel papel varias veces, pero el gobernador Antonio Boix Roig y los mandos allí reunidos se negaron a recibirlo.
Finalmente, ante la insistencia, Boix Roig tomó el documento, lo miró en silencio… y lo rompió en pedazos frente al mensajero.
Luego, con la serenidad de quien sabe lo que arriesga, dijo:
“Dígale usted a su general lo que he hecho con el bando.”

Fue un gesto breve, pero de una enorme dignidad.
Un acto de desafío en medio de la tormenta que se avecinaba.

Los militares sublevados, furiosos, trataron entonces de convencer a los mandos de la Guardia Civil para que se unieran al golpe.
Pero el teniente coronel Emilio Baráibar, junto al comandante Joaquín Laureiro y los capitanes Emilio Pacheco y José García Silva, se mantuvieron fieles a la República.
El último intento de Franco fue personal: a las diez de la mañana, llamó por teléfono al propio Baráibar.
Este, firme, se negó a acatar la orden, y la comunicación se cortó abruptamente.

Poco después, dos piezas de artillería apuntaban directamente hacia el edificio del Gobierno Civil.
Rodeados, sin posibilidad de resistencia, Boix Roig y Baráibar se vieron obligados a rendirse.
Ambos serían posteriormente condenados a muerte por los militares sublevados, aunque sus penas fueron conmutadas por cadena perpetua, como la del resto de los leales a la República.

Mientras tanto, en el norte de la isla, un pequeño grupo de republicanos, comandado por el delegado gubernativo Fernando Egea Ramírez, trató de organizar un último intento de resistencia.
Fue un esfuerzo tan romántico y soñador como inútil: en poco más de setenta y dos horas, el intento se había desmoronado, sin una sola víctima.

Así terminó la breve y frágil defensa de la legalidad republicana en Gran Canaria.
No hubo una guerra abierta, ni batallas, ni frentes, solo el eco de una resistencia simbólica, aplastada por una represión desproporcionada que caería, implacable, sobre quienes osaron mantenerse fieles a sus principios.



AGAETE 18 de julio de 1936.

Agaete años treinta (FEDAC).


El amanecer del 18 de julio en el norte de Gran Canaria

La madrugada del 18 de julio de 1936, el silencio de la villa fue interrumpido por unos golpes en la puerta de la vivienda sita en la entonces calle XIII de septiembre, nº 4.
Despertaron al delegado gubernativo de la zona norte y presidente de la agrupación local del PSOE, el joven farmacéutico don Fernando Egea Ramírez.
Venían a comunicarle una noticia que pronto recorrería todo el país: un golpe militar se había levantado contra la República.

Egea, aún con el cansancio del sueño reciente, comprendió de inmediato la gravedad de la situación.
Con serenidad y sentido del deber, ordenó las primeras medidas de resistencia, consciente de que la empresa era casi imposible.
Sabía que las fuerzas republicanas en la isla eran escasas y que el golpe avanzaba con rapidez, pero aun así decidió actuar, convencido de que el alzamiento no podía triunfar en toda España, y de que resistir, aunque solo fuera unos días, era un deber moral.

El llamamiento a la resistencia.

Al día siguiente, 19 de julio, el norte de Gran Canaria amaneció con un mensaje esperanzador.
Por los pueblos y caminos se repartía una hoja impresa, redactada por el Comité de Defensa de la República, que presidía el propio Fernando Egea.
En ella se llamaba a la población a defender la legalidad republicana y al Gobierno del Frente Popular, apelando a la unión, la dignidad y el compromiso con la libertad.

Aquel manifiesto, redactado con urgencia y valor, fue una de las pocas voces de resistencia en la isla durante aquellas horas inciertas.
Era el eco de un espíritu que se negaba a rendirse, aunque la realidad pronto demostraría que la resistencia sería breve.

(La historia de don Fernando Egea Ramírez, personaje esencial en aquellos días, se desarrolla con mayor detalle en otra entrada de este blog, donde se analiza su papel y su destino tras los acontecimientos de julio del treinta y seis)  http://agaetemipasion.blogspot.com.es/2016/09/fernando-egea-ramirez-1908-1936.html );

Biblioteca digital ULPGC.

19 de julio de 1936: El alcalde accidental que quiso defender la República en Agaete.

En el verano de 1936, el municipio de Agaete vivía, como el resto de España, días de incertidumbre y tensión. Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones generales de febrero (en Agaete triunfan las derechas), el Ayuntamiento había pasado a estar dirigido por una gestora municipal, encargada de mantener el orden y la administración local en un contexto político agitado.

Ese 19 de julio, el destino situó al maestro Miguel Gabriel Pérez García como alcalde accidental de Agaete. Tenía tan solo 32 años, pero ya era reconocido por su formación, carácter sereno y compromiso con los valores republicanos. Aunque no pertenecía formalmente a ningún partido político, su tendencia izquierdista y republicana era bien conocida en el pueblo.

Siguiendo las directrices del delegado gubernativo Egea, Miguel Pérez impulsó la creación del Comité de Resistencia Antifascista, con un propósito claro: defender la legalidad de la República ante el avance de las fuerzas sublevadas. El comité estuvo integrado por hombres comprometidos con la causa democrática:
Saturnino Rodríguez Suárez, Clemente Dámaso Vega, Jesús Pérez García, Santiago Dámaso Vega, Juan María Álamo Quintana, Manuel Suárez García, Juan Bautista Marrero y Juan Vega García, además de varios concejales que respaldaban la acción del alcalde accidental.

El objetivo del comité era organizar la resistencia local y mantener la esperanza de recibir apoyo desde la península, donde se sabía que en muchas grandes ciudades el levantamiento militar había fracasado.
En medio del desconcierto y las noticias contradictorias que llegaban a la isla, aquellos hombres se aferraron a la convicción de que la República podía sobrevivir si se mantenía la unidad y la fe en la legalidad democrática.

Aunque los acontecimientos posteriores demostrarían la dificultad de aquella empresa, el gesto de Miguel Gabriel Pérez García y su comité permanece como un testimonio de valor cívico y compromiso con la libertad en uno de los momentos más oscuros de nuestra historia reciente.

Historias como la del alcalde accidental de Agaete nos recuerdan que, incluso en tiempos de incertidumbre, la defensa de los principios democráticos y el coraje de las personas comunes son los pilares sobre los que se construye una sociedad libre.


Alcalde accidental de Agaete Julio de 1936, D. Miguel Pérez García.
    

Las primeras medidas del comité no se hicieron esperar. Se ordenó la detención de todos los posibles elementos afines a los golpistas: monárquicos, falangistas, miembros de Acción Católica y militantes reconocidos de la derecha local. Todos fueron recluidos en los calabozos municipales, situados al fondo a la izquierda del patio del consistorio, y en una dependencia del antiguo Casino, hoy convertido en centro cultural de la villa.
Aquel improvisado sistema de control buscaba evitar sabotajes y mantener el orden mientras la incertidumbre se extendía por las islas. En el fondo, era una forma desesperada de ganar tiempo.

Durante unos días, Agaete creyó poder resistir. Las montañas y el mar fueron testigos silenciosos de aquella ilusión. Nadie podía imaginar que el destino ya había decidido otra cosa, y que la historia de España se escribiría, desde entonces, de otra manera.

Sin embargo, el gesto de Miguel Gabriel Pérez García no fue en vano. Su breve alcaldía accidental quedó grabada en la memoria como un acto de dignidad, un instante de luz en medio de la tormenta. Porque incluso cuando la derrota es inevitable, hay gestos que salvan la conciencia de un pueblo.



Curiosos bando del Alcalde D. Miguel Pérez García, de 19 de julio de 1936, donde prohíbe encender los receptores de radio, por la noticias "tendenciosas" que dan, en caso contrario procederá a la incautación de los mismos.

     
Otros derechistas, al saberse señalados, huyeron monte arriba, hacia Tamadaba o Guayedra, o se escondieron en casas de amigos y parientes. Habían pactado una señal para saber cuándo regresar: sábanas blancas en las azoteas cuando los militares entraran en el pueblo. 
 
Los testigos de entonces recuerdan aquellos días como un hervidero de patrullas. “Era un trajín de republicanos con escopetas, para arriba y para abajo”, contaban los mayores. El campanario de la iglesia de La Concepción se transformó en puesto de vigilancia, y cada esquina parecía contener un suspiro entre la esperanza de unos y el temor de otros.

Entre las muchas escenas que el pueblo guardó en su memoria, hubo una que quedó grabada para siempre.
Mi padre, José Santana Medina, que entonces era solo un niño, recordaba con claridad la detención de don Gabriel de Armas Medina, un joven abogado de 21 años, miembro de Acción Católica, hermano del escultor y exalcalde don José de Armas Medina, perteneciente a una de las familias más conocidas de la villa.

Don Gabriel se hallaba en la casa número 6 de la calle Guayarmina, en casa de sus tías, las queridas “niñas Medina”, doña Gabriela y doña Juana.
Aquel día, varios republicanos armados con escopetas de caza se presentaron frente a la vivienda. Rodearon la casa y le ordenaron salir, bajo amenaza de tirar la puerta abajo. Primero salieron las tías, indignadas, defendiendo al sobrino con gritos y lágrimas. Luego, apareció él, sereno, con el porte de quien sabe que ya nada puede hacer para cambiar su destino.

Le comunicaron que quedaba detenido, “para aplicarle la justicia popular”. En medio del alboroto, mientras sus tías forcejeaban con los milicianos, Gabriel levantó la voz y, con el temperamento que caracterizaba a los Armas, pronunció unas palabras que el pueblo nunca olvidó:

“Tranquilas, tías. ¿Qué puedo temer, si me llevan preso a la casa donde nací?”

Aquella frase se quedó suspendida en el aire, como una herida en la memoria de Agaete. Los años pasaron, y quienes fueron testigos de aquella escena, junto con otras, la repitieron una y otra vez, hasta convertirla en parte del relato colectivo de la villa.

Hoy, al pasar frente a la casa de las niñas Medina, en la calle Guayarmina número 6, parece que los muros aún susurran el eco de aquella tragedia: el miedo, la dignidad y la tragedia de un pueblo dividido por la historia.




                      Guayarmina 6, casa de las "niñas Medina", donde se produce la detención de Gabriel de Armas.




Gabriel de Armas, (de su libro Pildain Obispo de Canarias 1976)

Cuando don Gabriel de Armas Medina pronunció aquella frase que el pueblo nunca olvidaría —“Tranquilas, tías, ¿qué puedo temer, si me llevan preso a la casa donde nací?”—, no hablaba en metáfora. Se refería, literalmente, a la casa familiar de los Armas, aquella antigua vivienda situada en el centro del pueblo que, con el paso del tiempo, sería vendida al Ayuntamiento de Agaete. Durante aquellos turbulentos días del verano de 1936, el edificio, que había sido hogar de su infancia, fue reconvertido por los republicanos en cárcel del pueblo.

Así, el destino quiso que don Gabriel fuera conducido a la misma casa donde había nacido, ahora transformada en prisión. Otros detenidos fueron recluidos en el entonces casino “La Luz”, actual Centro Cultural de Agaete, improvisado también como lugar de detención en aquellas jornadas de incertidumbre.

En un homenaje escrito años más tarde, el jurista Juan Vallet de Goytisolo recordaría así su figura:

“En su juventud, en los días y meses que precedieron al Movimiento, fue un infatigable propagandista de la Acción Católica. El 18 de julio estaba en la cárcel de su pueblo Agaete y, con el rosario en la mano, llegó a vislumbrar la idea de fecundar con su sangre el granito de mostaza que es la Iglesia.”
(Juan Vallet de Goytisolo, In memoriam a Gabriel de Armas, 1976)

Aquellos días dejaron también un sinfín de anécdotas que aún viven en la memoria oral del pueblo.
Se cuenta, por ejemplo, que Vicente Alemán, mayordomo de las fincas de un conocido terrateniente, pasó dos días escondido dentro de un bidón en casa de un familiar, temeroso de ser detenido.
Otro vecino, Juan García, se hallaba trabajando en su “cacho de plataneras”, cerca de la Torre, cuando divisó a los republicanos acercándose con escopetas al hombro. Sin pensarlo, huyó Lomo el Manco arriba, refugiándose durante varios días en los montes de Tamadaba.

Pero no todas las historias de aquel verano fueron de miedo o persecución. Algunas, con el paso del tiempo, se transformaron en curiosas anécdotas de ingenio y fe.
El encargado de la ermita de Las Nieves contaba que, al abrir el templo el 19 de julio, descubrió con sorpresa que el cuadro de la Virgen de Las Nieves había desaparecido. La noticia se propagó como un reguero de pólvora, llenando de inquietud a los feligreses. Sin embargo, la calma del párroco, don Juan Hernández Quintana, hizo sospechar que tal vez el suceso no era tan grave como parecía.

Días después, cuando el pueblo comenzó a recobrar la normalidad, el cuadro reapareció milagrosamente en su lugar de siempre.
Décadas más tarde, en el pregón de las fiestas de 1995, el sacerdote don Agustín Álamo Álamo, hijo del pueblo, reveló el misterio: la imagen no había desaparecido, sino que había pasado “unas pequeñas vacaciones” envuelta en sábanas, escondida en un ropero de su casa, justo frente a la sacristía de la iglesia de La Concepción.
Era una medida de prudencia: el cura, temiendo que algún miliciano exaltado siguiera la moda de quemar imágenes y objetos religiosos, como había ocurrido en otras partes del país, prefirió poner a salvo a la Virgen.

Así, entre el miedo y la fe, la astucia y la tragedia, Agaete vivió su propio julio de 1936, con historias que el tiempo no ha borrado. En cada rincón del pueblo, en la calle Guayarmina, en el antiguo casino, en el ayuntamiento y en la ermita, todavía resuenan los ecos de aquellos días en los que la historia se mezcló con la vida cotidiana de sus vecinos.




Cuadro de la Virgen de las Nieves  tal como era en 1936, antes de ser descubierta la pintura flamenca que había debajo.

En aquellos días de julio de 1936, el maestro Miguel Pérez García, convertido en alcalde accidental de Agaete, comprendió que la resistencia no podía sostenerse solo con palabras. La amenaza del avance militar era ya una realidad, y el pueblo debía prepararse para defender la legalidad republicana con los pocos medios de que disponía.

Emitió entonces un bando municipal en el que ordenaba la incautación de todas las armas y municiones existentes en la villa, que fueron repartidas entre los militantes republicanos dispuestos a resistir.
No se trataba solo de fusiles o escopetas de caza; también se requisaron los escasos vehículos del municipio, la gasolina de la gasolinera local, y los explosivos procedentes de las obras de las carreteras que se construían hacia La Aldea, Los Berrazales y los pozos en excavación. Cada recurso contaba.

Con aquel material improvisado, la tarde del 20 de julio se organizó una expedición de hombres armados que partió desde Agaete hacia la Cuesta de Silva. En los camiones requisados embarcaron incluso un pequeño cañón o “culebrina”, el mismo con el que cada 5 de agosto se disparaban las tradicionales salvas en honor a la Virgen de Las Nieves. Esta vez, aquel símbolo festivo sería empleado con un propósito muy distinto.

El destino de la caravana era el Morro del Gallego, sobre el Cenobio de Valerón, donde el delegado gubernativo Fernando Egea había concentrado a unos quinientos hombres de la comarca norte. Su objetivo era organizar un frente de resistencia que impidiera el avance de las fuerzas sublevadas hacia la zona norte de la isla.

Mientras Egea dirigía las operaciones desde el Morro de la Cuesta Silva, en Agaete su esposa, doña Herminia Dos Santos, se encargaba de coordinar la organización local de los grupos de defensa. Mujer de gran temple y compromiso, Herminia trabajó incansablemente junto a las mujeres del pueblo para mantener la comunicación, preparar víveres y asegurar que los milicianos no les faltara lo esencial.

Aquel esfuerzo conjunto de hombres y mujeres, de maestros, campesinos y obreros, fue un breve pero intenso intento por defender la República desde un rincón del Atlántico. En la historia de Agaete quedó grabada la imagen de aquellos días en que la esperanza se armó con lo poco que tenía: coraje, convicción y dignidad.


El  monte del "Morro" lugar desde donde planeaban detener a los militares Egea.
             
Sin embargo, la expedición no duró mucho. Apenas llegaron al Morro del Gallego, el entusiasmo inicial comenzó a desvanecerse. Aquella misma tarde del 20 de julio, una avioneta confiscada por los militares sobrevoló la zona y también las poblaciones del norte, lanzando octavillas que instaban a la rendición y prometían castigo a quienes persistieran en la resistencia.
El estruendo del motor en el cielo, el miedo a una posible represalia y la sensación de aislamiento hicieron mella en los hombres. Muchos decidieron regresar al pueblo, convencidos de que resistir era inútil frente al poder que se avecinaba.



Octavilla que lanza el avión.

A eso de las ocho de la mañana del día 21, el horizonte, frente a las playas de San Felipe se tiñó de tensión. Desde el mar se aproximaba un buque de guerra: el cañonero Arcila, perteneciente a la marina. Su llegada no pasó desapercibida. Apenas se situó cerca de la costa, comenzó a abrir fuego sobre las posiciones republicanas concentradas en el “Morro”, en la zona de la Cuesta Silva.

Poco después, los disparos se dirigieron también hacia la montaña de Gáldar y los altos de Amagro. Aquel estruendo, según contaban los mayores, resonaba en todos los barrancos, mezclando el miedo con la incertidumbre.

Mi familiar me relataba que, en lo alto de la Cuesta Silva, el desánimo se apoderó de los hombres. Las explosiones, el caos y la falta de coordinación provocaron la desbandada. Muchos huyeron a pie, atravesando las plataneras en busca de refugio o intentando regresar a sus casas. En la prisa y el miedo, quedaron atrás armas, explosivos y el eco de una resistencia que se desmoronaba ante la fuerza de un enemigo muy superior y el fuego naval.


El cañonero Arcila en 1936, http://foro.todoavante.es/
         

21 de julio: la rendición de Gáldar, Guía y Agaete

A media mañana de aquel 21 de julio, tras el desembarco en Sardina (Gáldar) de fuerzas del Ejército y falangistas procedentes de Las Palmas, los pueblos de Gáldar y Guía se rinden. Desde el ayuntamiento de Gáldar, los militares se comunican por teléfono con la corporación de Agaete: les dan una hora para entregarse. Si el alcalde no se presenta y se rinde, advierten, el pueblo será bombardeado desde el mar por el cañonero.

Ese mismo día, el nuevo Gobernador Civil nombra un nuevo delegado gubernativo para la zona norte: el sargento de la Guardia Civil Olegario Rodríguez Joaquín. Era un personaje conocido en la comarca; había estado destinado en Gáldar desde años atrás, pero el último gobernador republicano lo había destituido y enviado forzosamente al muelle de Las Palmas por sus métodos duros en la represión de las huelgas de jornaleros y patronos después de febrero de 1936.

El sargento Olegario, de presencia imponente, más de metro noventa de estatura y unos 120 kilos de peso, desembarca en Sardina junto con los militares del cañonero Arcila. De inmediato asume el mando de la Guardia Civil en Guía y Gáldar. En Agaete todavía no existía un puesto fijo del cuerpo (no se establecería hasta mediados de 1941), aunque desde septiembre de 1936 ya se mantenía allí un destacamento procedente de Gáldar.

Mientras tanto, en el ayuntamiento de Agaete, donde se habían concentrado los republicanos de la localidad, las noticias de la rendición de Gáldar y Guía cayeron como un jarro de agua fría. El desconcierto dio paso a la agitación: algunos exaltados llegaron a proponer prender fuego o dinamitar el edificio, aun sabiendo que en su interior permanecían detenidos de derechas.

Fue entonces cuando, según cuenta la tradición oral, intervinieron Fernando Egea y, sobre todo, su esposa Herminia. Ella, pistola en mano, se enfrentó a los más radicales, imponiendo el orden con valentía. Egea, por su parte, pronunció unas palabras que aún resuenan en la memoria colectiva:

“Por las ideas se puede morir, pero nunca matar.”

Con ello dio por fracasado cualquier intento de resistencia y ordenó que cada uno regresara a su casa. Así lo hicieron.

Poco después, el alcalde, con el plazo impuesto por el comandante Bartolomé Guerrero a punto de expirar, acepta sin condiciones la rendición del pueblo. No le quedaba otra opción. Un concejal es enviado a Sardina, donde se encontraba la cañonera Arcila, para formalizar la entrega. A su llegada, los militares lo retienen como rehén, sellando así la capitulación definitiva de Agaete.



Diario ACCIÓN 22 de julio de 1936

La llegada de las fuerzas sublevadas a Agaete

Ese mismo 21 de julio, una comisión militar al mando del Comandante Bartolomé Guerrero Benítez, acompañada por el Capitán Espejo y el Teniente Benjumea, parte hacia Agaete. Al llegar al pueblo, son recibidos con repique de campanas, sábanas blancas ondeando en las azoteas y vítores de bienvenida. Parte de la población, especialmente los vecinos de los alrededores de la iglesia, la zona conocida como Villa Abajo, los aplaude y los acompaña hasta el ayuntamiento, según recogen diversos testimonios orales.

Conviene recordar que, en las elecciones de febrero de 1936, y pese al esfuerzo del SOVA y de Fernando Egea, en Agaete habían triunfado los candidatos del centro-derecha, contrarios al Frente Popular. Esa circunstancia explica la notable presencia de simpatizantes de los sublevados en el municipio y el ambiente de apoyo con el que las tropas fueron recibidas aquel día.



Resultado elecciones de febrero 1936 en Agaete, telegrama oficial participando resultado electoral. (Archivo municipal).

La represión y los primeros arrestos.

Con la entrada de las fuerzas sublevadas en Agaete, los derechistas huidos durante los días anteriores comienzan a bajar al pueblo o a salir de sus escondites. Pronto, los militares, con la ayuda de la derecha local, inician la detención de la comisión gestora republicana, cuyos miembros son trasladados a Las Palmas. En un primer momento ingresan en la cárcel provincial, y más tarde son enviados a los campos de concentración de La Isleta y Gando.

A medida que las autoridades van identificando y localizando a los miembros del comité de defensa de la República, también ellos son arrestados. La situación se invierte: ahora son los republicanos quienes deben esconderse para evitar la represión.

Entre las historias que han llegado hasta hoy destaca la del doctor Víctor Mendiola Álvarez, un republicano convencido y alcalde accidental de Agaete durante los primeros días de la II República. Amigo personal de Fernando Egea, Mendiola se convierte en uno de los objetivos de la persecución. Según la tradición oral, fue protegido y ocultado por la familia del jefe local de Falange, Benjamín Armas, con quien mantenía una relación de amistad. Lo habrían resguardado en la “Casa Fuerte”, propiedad familiar, hasta que los ánimos se calmaron en la villa.

Sin embargo, los documentos de la época confirman que fue detenido a la llegada de los militares y que, para el 27 de julio, se hallaba preso en la cárcel comarcal de Guía. Un destino que compartieron muchos otros republicanos del norte de Gran Canaria en aquellos días convulsos.


 Escrito del alcalde de Guía, comunicando detención Víctor Mendiola, de fecha 27 de julio de 1936.

Recreación llegadas militares la tarde del día 21 de Agosto de 1936, calle de la Concepción.

El bando del comandante y la declaración del estado de guerra

Nada más llegar a Agaete, el Comandante Bartolomé Guerrero Benítez convoca a las autoridades y vecinos en el salón de plenos del ayuntamiento. Allí procede a leer el bando de Francisco Franco, por el que se declara oficialmente el estado de guerra en la zona.

Acto seguido, el comandante emite un bando propio, en el que ordena el acatamiento estricto de las leyes y el retorno inmediato a la normalidad laboral. El tono del documento deja claro que no habría margen para la desobediencia: quienes no cumplieran las órdenes serían pasados por las armas.

El mensaje fue contundente y simbólico. Representaba no solo la imposición del nuevo poder militar en la comarca, sino también el fin definitivo de cualquier intento de resistencia republicana en Agaete y sus alrededores.


Bando original, archivo municipal de Agaete

La destitución de la Comisión Gestora y el nuevo orden

En el ayuntamiento de Agaete, el Comandante del Ejército comisionado Bartolomé Guerrero Benítez, acompañado del secretario municipal Mariano Atienza Ruiz, redacta y firma una acta oficial que marca el inicio del nuevo orden en la villa.

El documento, fechado el 21 de julio de 1936, recoge lo siguiente:

“En la Sala Capitular de esta Villa de Agaete, a 21 de julio de 1936, compareció el Comandante comisionado y los dos Oficiales ya indicados, quienes se constituyeron en sesión, acordándose en virtud de las atribuciones dictadas por la Superioridad, efectuar la destitución de la Comisión Gestora y llevar a efecto el siguiente nombramiento: Para Presidente de la Comisión Gestora, que entra en funciones provisionalmente y en tanto se apruebe su elevación definitiva por el Gobernador Civil de la Provincia, a Francisco García Álamo, pasando al mismo tiempo a dicha primera Autoridad los nombres de los que deban ser nombrados por la misma entre los veinte que se remiten. Con lo que se dio por terminado el acto, que firman los concurrentes anteriormente expuestos, extendiéndose la presente acta por triplicado, quedando un ejemplar en este Ayuntamiento y entregándosele los otros dos al Comandante comisionado.”

Aunque en aquellos cuatro días vertiginosos no se registraron víctimas en todo el norte de la isla, el nuevo régimen impuso rápidamente un férreo control sobre la población. Se ordenó la detención de los miembros de las juntas gestoras, concejales, líderes sindicales y los integrantes de los comités de resistencia republicanos organizados por los ayuntamientos.

Con ello se cerraba una etapa de incertidumbre y se abría otra marcada por la represión, la vigilancia y la implantación del nuevo poder militar en la comarca.


El 31 de Julio de 1936 ya hay un juzgado de Instrucción Militar en Arucas para todo el noroeste que con este bando insta a denunciar a los implicados en los hechos contrarios al movimiento militar. (archivo municipal de Agaete)

     

Las detenciones en Agaete

Entre 1936 y 1937, las detenciones se intensificaron en Agaete. En total, medio centenar de vecinos fueron detenidos y encartados por las nuevas autoridades militares.

La mayoría de ellos eran personas que habían mantenido una relación directa con la resistencia al levantamiento militar, o que formaban parte del sindicato SOVA (Sociedad de Oficios Varios de Agaete), así como vecinos cercanos a don Fernando Egea, figura destacada del republicanismo local.

Estas detenciones marcaron el inicio de una etapa de represión y silencios forzados, en la que muchos vieron truncadas sus vidas por su ideología o por su participación en la vida política y social de la villa durante los años de la República.


Detención de republicanos durante la Guerra Civil  (recreación)
 

Con el paso de los meses, muchos de los detenidos terminaron sintiéndose afortunados dentro de su desgracia. A pesar de lo duro que resultó su paso por los campos de detención, algunos llegaron a agradecer haber sido arrestados por la justicia militar: al menos eso les dio una mínima garantía de supervivencia.

Y es que muchos de los que no fueron detenidos oficialmente , ya fuera porque su participación en los hechos no se consideró grave, o simplemente porque nadie los denunció, acabaron meses después en manos de la policía política, grupos paramilitares o la Falange. De ellos, numerosos fueron asesinados y sus cuerpos desaparecieron, engrosando la larga lista de víctimas sin rastro de aquellos años oscuros.

Desde el 21 de julio de 1936, para buena parte de los 4.400 vecinos de Agaete, la vida cotidiana se transformó en un constante estado de temor. Las detenciones y los interrogatorios se volvieron parte del día a día. El calabozo municipal, ubicado en el ayuntamiento, comenzó a llenarse de prisioneros, y cuando se reunía un grupo suficiente, eran trasladados en la camioneta de “Salvador el de Inocencia”, requisada para esos fines.

El recorrido era siempre el mismo: primero un pase por el Gobierno Militar del Parque San Telmo y La Isleta, y finalmente su destino final, el Campo de Concentración de Gando, donde permanecían recluidos en duras condiciones.


Bando en el que se ordena detener a todo persona que llegue a Agaete después es del 18 de julio sin ser residente en el pueblo. (archivo municipal de Agaete)

Los primeros detenidos

En Agaete fueron detenidas un total de 55 personas, acusadas de haber participado en actos que los militares consideraban contrarios a los bandos de guerra y al Código de Justicia Militar. De ellas, 46 fueron procesadas directamente por rebelión militar, un cargo que, en aquellos días, bastaba para justificar cualquier tipo de encarcelamiento o castigo.

El primer detenido fue Carlos García Trujillo, auxiliar de farmacia de 30 años, arrestado el mismo 21 de julio, día de la llegada de las tropas al municipio. García Trujillo trabajaba junto a don Fernando Egea y, probablemente, su detención buscaba obtener información sobre el paradero del farmacéutico, que en ese momento permanecía oculto.

Llama especialmente la atención el caso del joven Cirilo Tadeo del Rosario, de tan solo quince años, hijo de quien años más tarde sería alcalde socialista de Agaete, Javier Tadeo. Cirilo trabajaba como mozo en la farmacia y fue detenido el 27 de julio de 1937, permaneciendo un año en el Campo de Concentración de Gando. Posteriormente fue absuelto por el Consejo de Guerra, al aplicársele la eximente completa de menor de edad.

Estas historias reflejan la dureza y arbitrariedad de aquellos primeros meses del nuevo régimen, en los que la sospecha y la denuncia bastaban para arruinar una vida.





Reconstrucción detenciones.

El 22 de julio, apenas un día después de la llegada de las tropas, comienza a caer parte del comité de resistencia. Entre los primeros detenidos se encuentran Saturnino Rodríguez, cuñado de mi abuelo paterno, Juan Rodríguez y Vicente Benítez. Dos días más tarde, el 24 de julio, son arrestados Jesús y Clemente Pérez, conocidos como los Turroneros, así como mi tío Santiago García Febles, quien pasó seis meses en el campo de concentración de Gando antes de ser finalmente absuelto.

El 4 de agosto, fecha tan señalada para las gentes de Agaete, se entrega el alcalde Miguel Pérez García. Fue condenado a muerte, aunque la sentencia le fue conmutada por prisión perpetua. Permaneció encarcelado hasta el 11 de junio de 1943, convirtiéndose en el último preso de Agaete en salir del campo de concentración de Gando. Aún en libertad, debió presentarse cada quince días en comisaría hasta 1948, reflejo de la larga sombra de control que se extendió durante años sobre quienes habían ocupado cargos republicanos.

A lo largo del mes de agosto, rara era la jornada sin nuevas detenciones. Nadie parecía quedar al margen. Fue arrestado incluso el secretario del ayuntamiento, don Mariano Atienza Ruiz, quien apenas seis días antes había redactado y certificado el bando de los sublevados. En su caso, pasó solo dos días detenido, acusado de proferir insultos contra el “Caudillo”.

También fue detenido el médico don Víctor Mendiola Álvarez, encarcelado durante poco más de un mes por el simple hecho de haber ejercido como alcalde accidental durante algunos días de mayo de 1936. Finalmente, tanto Mendiola como Atienza fueron absueltos y liberados de cargos, aunque sus detenciones simbolizan bien el clima de miedo y arbitrariedad que reinaba en aquellos días.





Comunicación alcalde de Guía, detención del médico de Agaete ,Víctor Mendiola. (archivo municipal)




Comunicación puesta en libertad secretario del ayuntamiento D. Víctor Atienza (Archivo municipal)

Algunos lograron escapar y permanecieron varios días escondidos en las cuevas de Tamadaba y en las alturas de Guayedra. Sin embargo, las partidas de falangistas armados no tardaron en salir a buscarlos. Muchos fueron detenidos y otros, exhaustos tras días de huida, terminaron entregándose. Las primeras detenciones fueron realizadas por militares acompañados de falangistas locales, encargados de guiarlos e identificar a los denunciados. Algunos detenidos ni siquiera tuvieron tiempo de deshacerse de sus carnés del SOVA y, en su desesperación, se los comieron durante la fuga.

 



Cueva aborigen de la Breña, Guayedra arriba fue refugio de republicanos en 1936.(foto propia)
    
Uno tras otro, todos aquellos que habían participado, de una forma u otra, en defensa de la causa y la legalidad republicana fueron siendo detenidos.
El 18 de agosto, tras un pasacalles con papahuevos incluidos, se izaron las nuevas banderas “nacionales” en el Ayuntamiento, el Casino La Luz, el cuartel de la Falange y la estación de telégrafos. Todo ocurrió entre voladores y repique de campanas, en un ambiente descrito por la prensa de la época con “entusiasmo inenarrable”. Nada sorprendente, conociendo el carácter festivo y acomodaticio de mis paisanos. Los actos estuvieron presididos por el nuevo alcalde, el señor Esparza Martín, el delegado gubernativo, el sargento Olegario, y el capitán de la Falange.

    
Narración en la presa del izado de la nueva" bandera nacional", Diario "Acción" de 22 de agosto de 1936
       
En los primeros días de agosto, la junta gestora municipal designada por los militares nombró como nuevo alcalde al joven de 29 años Pedro Esparza Martín. Su primer mandato fue breve, ya que poco después marchó como voluntario al frente con las Banderas de la Falange. Más adelante, tras su regreso, volvió a ocupar el cargo de alcalde.


Pedro Esparza Martín, alcalde de Agaete , 1936.

Para instruir los expedientes y sumarios relacionados con los hechos ocurridos desde el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936, se creó en Gáldar el Juzgado Militar Eventual nº 4. Este órgano recibía las denuncias de particulares y solicitaba a los ayuntamientos informes sobre las conductas de las personas señaladas. La documentación correspondiente a esos informes ha desaparecido del archivo municipal de Agaete, a diferencia de lo ocurrido en otros municipios, como el de Guía, donde sí se conserva.


Escrito del Juzgado Militar Eventual de Galdar dirigido al Alcalde  de Guía solicitando informe de republicanos. (archivo municipal)


Contestación e informe del Alcalde de Guía al Juzgado sobre antecedentes de denunciados (archivo municipal de Guía).
  
 No obstante, algunas familias han logrado conservar estos documentos o han solicitado copias al archivo provincial. Se trata de informes elaborados por jueces municipales, alcaldes y jefes de la Falange local, relativos a sus allegados represaliados por su militancia en la izquierda o en organizaciones sindicales. A continuación se muestran los documentos correspondientes a D. Emiliano García Jiménez, militante socialista, cedidos amablemente por su familia.





Para instruir el sumario de los hechos ocurridos en Agaete se abrió, dentro de la causa 97/1936, la pieza separada nº 2.
Se nombró Juez Instructor de esta causa al alférez Ismael Sánchez Rodríguez y como Secretario al sargento Antonio Raluy Rivero.

Resulta curioso que, en la documentación militar de los campos de detención, las personas de Agaete aparecen identificadas por sus apodos. Entre los detenidos figuran personajes muy conocidos por la gente de mi generación: Pancho Terrible, Maranto, el Panchón, el Vivo, el Ratón, el del Pito, José el de Joaquina, el Canario, Antolín, Matamala, Manofran, Juan Pepa, Mano Cristóbal, e incluso un polaco soñador que, por casualidad, se encontraba en Agaete y se sumó a la resistencia: León Adam Kleim, cuchillero de profesión.

En febrero, los juzgados militares solicitaron informes a los alcaldes sobre la conducta de los republicanos detenidos o denunciados. Las respuestas de los alcaldes los convirtieron, en la práctica, en verdaderos jueces y artífices de las condenas o absoluciones posteriores.



Prisión provincial de barranco seco, utilizada mayoritariamente como centro de detención de mujeres republicanas.

El 15 de marzo de 1937, el nuevo alcalde —el cuarto en poco más de seis meses—, Valentín Armas de la Nuez, industrial zapatero, proclamó un bando por orden de las autoridades militares. En él se instaba a la población a denunciar a los republicanos que hubieran participado en alteraciones durante las huelgas desde febrero del año anterior o que cometieran actos de rebeldía tras el golpe militar.



BANDO

    Para cumplimentar un servicio de importancia y trascendencia y conciencia para la Patria, interesado por el Juzgado Permanente del Gobierno Militar de Las Palmas, se ruega a todos los buenos Españoles se sirvan comunicar a esta Alcaldía en el plazo más breve posible si en este término Municipal ha habido individuos que por su actuación contraria a la Ley con posterioridad al día 16 de febrero de 1936 y propaganda subversiva o disolvente puedan ser responsables de los actos de rebelión ocurridos con posterioridad al 18 de julio del propio año de 1936 y en este caso relación de los mismos y medios de acreditarlo.
Agaete 15 de marzo de 1937.

El Alcalde Valentín Armas.


Bando original solicitando  que se denuncie a los republicanos. (A.M.A.)

       La convocatoria parece no haber tenido éxito, ya que a partir de esas fechas solo fueron detenidas y enviadas a los campos de concentración cuatro personas en Agaete, quienes posteriormente resultaron absueltas en el consejo de guerra. No obstante, veinte días después del bando se produjeron las tristes sacas y desapariciones de 27 vecinos de Agaete, que se tratarán más adelante. 


LA ESCUELA, LA IGLESIA Y EL CONSEJO DE GUERRA.   


LA ESCUELA 1936.


En 1936 la escuela de las niñas estaba en la actual biblioteca y la de los niños en los bajos del ayuntamiento.

Después de finalizar el convulso Agosto de 1936, la vida empieza normalizarse en el pueblo, se reanuda el curso escolar, esta vez ante la ausencia de maestros masculinos, unos porque se encontraban detenidos en los campos de concentración y otros porque fueron movilizados por el ejército de Franco para ser enviados al frente de guerra en la península, los niños tuvieron que asistir a clases con maestras, cosa rara y poco usual ya que los niño y las niñas hasta ese momento, nunca habían tenido clases mixtas o con maestros de distinto sexo al suyo.
Solo quedó un maestro que por razón de edad no fue movilizado por el ejército, D. José Bermúdez, circunstancias que hicieron que parte de los niños, tuvieron provisionalmente maestras durante los años de la guerra, siendo estas; Dña. Conrrada Conejo Cantudo y Dña. Candelaria Arbelo. La escuela masculina se encontraba en los bajos del actual ayuntamiento y la femenina en la actual biblioteca. Conseguir plaza en el colegio era una odisea porque no había para todos, por lo que había escuelas privadas como la de "Panita" en la calle Guayarmina, donde había que pagar tres pesetas, cosa que solo estaba al alcance de unos pocos en aquellos años de miseria y pobreza.
La maestra "Panita".

Una de las primeras medidas del nuevo régimen es la depuración del magisterio, acabando con la enseñanza de los valores laicos y republicanos e imponiendo los del nacional catolicismo, expulsando del magisterio a todos los que habían tenido significación con la izquierda republicana. 
Se coloca en todas las aulas junto al crucifijo los retratos de Franco, "Caudillo por la gracia de Dios" y del líder de la falange José Antonio, lo que produce la confusión de algunos niños que llegaron las pensar que teníamos nuevos santos. 
Se le da culto a la nueva bandera y se cantan cánticos patrióticos falangistas, así como se reza todos los días a la entrada y salida de las clases. En aquellos días se cantaba en Agaete la coplilla que decía; ".....en el cielo manda Dios y en la tierra manda Franco...", de lo que no había duda.

Depuración del maestro D. José Contreras.



Aspecto de las escuelas hasta mediados de los setenta.

El régimen da normas para la nueva enseñanza primaria de obligado cumplimiento, las más curiosas:

"Primera. La reposición del Santo Crucifijo marca la apertura del curso, que será rápida e inmediata.
Segunda. Además del retrato del Caudillo, habrá en el salón de clase una imagen de la Virgen, con preferencia de la Inmaculada, y en sitio preferente.
Cuarta.- A la entrada en la escuela los niños saludaran con el tradicional "Ave María Purísima", siendo contestados por el maestro: "Sin pecado concebida"...
Sexta.- La ceremonia de colocar la Bandera antes de empezar las clases y arriarla al terminar, mientras se entona el Himno Nacional, es obligatoria para todas las Escuelas...
Séptima.- Con el fin de cumplir el precepto de oír misa los domingos, asistiendo los niños con sus maestros al frente, acudirán a la iglesia en que la celebren las Organizaciones Juveniles..."

Bando creando  el Delegado Militar en la Enseñanza Primaria, para inspeccionar las labores docentes en lo relativo a las normas del nuevo estado.

LA IGLESIA EN AGAETE
El 19 de septiembre de 1936, fallece el párroco de la villa D. Juan Hernández Quintana tras una larga enfermedad, llegando unos días más tarde su sustituto, el célebre D. Manuel Alonso Luján,  que nos acompañará durante más de veinte años. De él recibí el agua del bautismo en 1958.

D. Manuel Alonso Lujan.

El nuevo cura, D. Manuel Alonso Luján, no disimula su fe ciega y apoyo al nuevo régimen. Sus patrióticas homilías, misiones y actos de fe son célebres. 
Los crucifijos de las escuelas habían sobrevivido a la república hasta que en febrero de 1936, tras el triunfo del Frente Popular, una maestra llamada Dolores, los había quitado y tirados al barranco, ocasionando un revuelo en la villa. 
El 9 de octubre de 1936, el párroco organiza un acto para instaurar los Cristos en las escuelas, acompañado de buena parte del pueblo, los niños y de falangistas uniformados. Una vez bendecidos los crucifijos, entre cánticos patrióticos y rezos del rosario, se dirigen a los colegios donde los maestros colocaron las cruces solemnemente en sus aulas.

"Acción" 10 de Octubre de 1936, colocación solemne de las cruces en las escuelas de Agaete.

El 8 de Noviembre de 1936, el párroco D. Manuel Alonso y el falangista Sr. Armas Galván, organizan unas jornadas de "Rogativas por la salvación de España", son traídos en solemne procesión al pueblo y luego a las Nieves, los santos de las diferente ermitas de los barrios de la Villa, desde la siete de la mañana baja San Pedro desde el Valle, junto con el santo guerrero San Sebastián y San José, acompañados de las diferentes bandas municipales de música de toda la comarca, se dirigen todos juntos a las Nieves, donde sale a su encuentro la Virgen, y como si de un cinco de agosto extraordinario se tratara, se dirigen a la parroquia de la Concepción, en medio del fervor patriótico imperante, entre rezos y discursos llegan al pueblo, recorriendo las calles de la villa engalanadas para la ocasión.


San Pedro y San José en Las Nieves, 8 de noviembre de 1936.
Subida de la Virgen años cuarenta (la Provincia)
      
      
(Recreación procesión de todos los santos)


Los santos permanecen una semana en la parroquia, con misas y rezos diarios, donde según las crónicas de la época se dan 4.000 comuniones.
Es vozpópuli que algunos antiguos republicanos cambiaron de camisa o vestían a su hijos de falangista "por si acaso", aunque muchos nunca agacharon la cabeza ni comulgaron con el régimen.


Subida de la Virgen de las Nieves, bajada de San José,  San Pedro y San Sebastián para pedir por  España y el final de la guerra. diario "Acción" 10 de Noviembre de 1936




El Obispo Pildain en Las Nieves con niños  de Agaete. Años cuarenta. La provincia (4-4-2016)


CONSEJO DE GUERRA CAUSA 97/1936

Mientras en el campo de concentración de Gando, medio centenar de vecinos de Agaete, algunos con casi dos años de internamiento, se desesperan por la no celebración del juicio de su causa. 
Ya conocen la detención y posterior desaparición de sus compañeros en abril de 1937, 27 en total, lo que les debió aumentar su angustia aún más (El total de gente de Agaete desaparecida puede llegar a los 33, contando residentes en otras localidades y muertos por enfermedades en los campos de concentración, cuyos cadáveres fueron enterrados en fosas comunes).

Reparto del rancho en el Campo de Concentración de Gando (fedac)
En mayo de 1938, el Alférez Ismael Sánchez Rodríguez, instructor de la causa contra los hechos sucedidos en Agaete antes y durante el golpe militar, por elementos contrario a este, da por finalizada la instrucción de diligencias, quedando el sumario visto para Consejo de Guerra, que queda previsto para el 1 de Junio de 1938.



  El CONSEJO DE GUERRA

Preside el Tribunal el Teniente Coronel Daniel Abreu, tras la celebración dicta la siguiente sentencia:
"En la plaza de las Palmas a 1 de Junio de 1938.- Reunido en el Hogar del Soldado del Cuartel del Grupo Autónomo Mixto de Zapadores y Telégrafos número cuatro, el Consejo de Guerra Ordinario de Plaza, para ver y fallar la causa 97/36."


Hogar del soldado del Grupo de zapadores de la isleta donde se celebro el Consejo de Guerra, (Coronel J.M. Pinto, Historia del regimiento de Zapadores, 1944).
   
"Resultando probado y así se declara; que declarado el estado de Guerra en este Archipiélago en la primeras horas de la mañana del 18 de Julio de 1936, al iniciarse el Movimiento Nacional los elementos marxistas de la Isla y adictos al Frente Popular, declararon la huelga general revolucionaria para hacer abortar el movimiento a tal fin y bajo suprema dirección de Fernando Egea Ramírez y Eduardo Suárez Morales, se levantaron partidas armadas en diversos pueblos del Norte de la isla que trataron de resistir y oponerse al Movimiento que el ejército iniciará en aquel memorable día. Así el Alcalde accidental de la Villa de Agaete Miguel Pérez García identificado con los cabecillas antes nombrados tan pronto tuvo conocimiento de la declaración del Estado de Guerra publicó un bando por el que se obligaba los vecinos de dicho pueblo a hacer entrega de todo género de armas cortas y largas, municiones y explosivos, bajo severas sanciones al propio tiempo que de entre los elementos incondicionales del marxismo designaba comisiones para la incautación de dichas armas y explosivos. Así mismo, disponía el referido procesado Miguel Pérez García la requisa de vehículos para ser utilizados por los rebeldes en el transporte de ... y sustancias explosivas, la requisa de un surtidor de gasolina del pueblo y de diversos utensilios, procediendo en unión de aquellos otros elementos a la organización de partidas armadas a las que se encomendaba la vigilancia de carreteras y caminos, y la práctica de detenciones y registros domiciliarios.
   
Consejo de guerra durante la república , sucesos de Castilblanco.

Vistos con los citados artículos treinta y tres y cuarenta y cuatro del Código Penal, además de general aplicación del mismo y del de Justicia Militar y sentencia del Alto Tribunal de Justicia Militar de 9 de septiembre de 1939.
El Consejo de Guerra falla:
Que debe condenar y condena al procesado Miguel Pérez García, como autor responsable de un delito de adhesión a la rebelión, con la concurrencia de una circunstancia agravante, a la pena de muerte con las accesorias en caso de indulto de inhabilitación absoluta e interdicción civil y que debe condenar y condena a la pena de reclusión perpetua a Clemente Dámaso Vega, Antonio Dámaso Vega, Saturnino Rodríguez Suárez, Antonio Diepa Suárez, Jesús Pérez García, Manuel García Suárez, León Adán Klein Masniak, Antonio Rosario Martín, Manuel Arbelo Perera, Juan García García, Santiago Jiménez García, Juan Boza Álamo, Juan Benítez Marrero, Carlos García Trujillo, Juan Vega García, Miguel Viera Bolaños, Diego Rodríguez Díaz y Agustín González Santana, con las accesorias de interdicción civil durante la condena e inhabilitación absoluta y siéndoles de abono para el cumplimiento de sus respectivas condenas la totalidad del tiempo de prisión preventiva que han sufrido por esta causa; que debe condenar y condena igualmente a los propios procesados a que mancomunada y solidariamente indemnicen al Estado en los daños y perjuicios sufridos con ocasión de la rebelión marxista, a cuyo efecto se hace expresa reserva en favor de quien corresponda de las acciones pertinentes para reclamar las responsabilidades civiles a que haya lugar; y que debe absolver y absuelve libremente a los procesados José Rodríguez González, Matías Galván García, Antonio Álamo Álamo, José Godoy del Rosario, Juan Jiménez Medina, Pedro Jiménez García, Manuel Sosa Rodríguez, José Santana Expósito, Manuel Vega Suárez, Antonio Valencia García, Antonio Vega Rosario, Francisco Jiménez García, Cristóbal del Pino Sosa, Simeón Rodríguez Díaz, Manuel Saavedra Álamo, Sabiniano Cabrera Díaz, Andrés García Jiménez (conocido por Francisco), Francisco Rosario Santana, Emiliano García Jiménez, Juan Álamo Diepa, Juan Luis Medina Ramírez y Salvador Jiménez Bolaños, del delito de adhesión a la rebelión de que es acusaba el Ministerio Fiscal e igualmente debe absolver y absuelve al procesado Cirilo Tadeo del Rosario con respecto al cual el Ministerio Público retiró su acusación por eximente apreciada; y sobreseer definitivamente la causa en cuanto al procesado fallecido Vicente Benítez Diepa."

Miguel Pérez García, alcalde de la villa, condenado a muerte y conmutada por cadena perpetua.
  
Total de penas impuestas:
Una de muerte, Alcalde Miguel Pérez García (conmutada por cadena perpetua) y 20 penas de cadena perpetua, 23 absueltos y dos sobreseído por fallecimiento durante la instrucción de la causa.

Además de la causa general 97/36, hubieron varias causas más donde estaban implicados personas de Agaete.

Causa 99/36, contra el soldado de zapadores Sebastián de la Nuez Rodríguez por abandono del servicio de las armas. Al parecer estaba Chanito Nuez de servicio el 2 Agosto 1936 en el Mercado del Puerto de La Luz y al ser relevado en vez de regresar al cuartel, cogió la guagua, con el fusil, la munición y se fue para Agaete, no precisamente para las fiestas, cuando llegó y la familia le convención, regresó a entregarse, siendo detenido en Arucas cuando en guagua regresaba al cuartel. Le caen 6 años y 1 día de prisión, siendo puesto en libertad el 4 Agosto 1940.
La 152/36, contra Manuel Cruz Medina (Manuel Marrón), marinero, hijo del dueño de la falúa donde huye Egea, por desobediencia grave a la Autoridad, siendo condenado a 4 meses de prisión, estuvo detenido desde 21 Agosto 1936, al 14 Febrero 1937.
Los detenidos gubernativos fueron los siguientes: Juan Álamo Quintana, detenido el 23 Julio 1937 y puesto en libertad el 8 Septiembre 1936, fue 2° Teniente Alcalde y actuó de apoderado del Frente Popular en las elecciones de febrero 1936. Fernando García Alonso, por desorden público, estaba detenido desde el 31 Enero 1937, condenado a dos meses de prisión y liberado el 31 Marzo 1937. Víctor Mendiola Álvarez, Médico y Alcalde accidental a la llegada de la República. Estuvo detenido como Gubernativo, desde 23 enero al 5 marzo 1937, Santiago García Febles (4 meses en prisión), tío mío y Antonio García Godoy, estos por ir en el camión con el cañón de las fiestas a la Cuesta Silva. De igual manera que este último, estuvo Juan García Viera detenido 20 Diciembre 1936.
Una sorprendente detención fue la de Mariano Atienza Ruiz, Secretario del Ayuntamiento de Agaete, por proferir insultos "contra el movimiento y su Caudillo", estuvo detenido del 24 al 26 Julio 1936 (dos días). Solo hubo detenida una mujer, María del Rosario Santana, sirvienta, que del 8 al 10 de Agosto (2 días) estuvo en prisión, ignorándose las razones de esta detención.
Además de todo lo anterior, la Guardia Civil interviene, en fechas muy posteriores al levantamiento militar, en la recogida de los siguientes explosivos:
El 2 Diciembre 1937, en la calle Juan de Armas, donde estuvo el sindicato SOVA, dentro de un saco roto, 13 cartuchos de dinamita en forma de petardo con sus correspondientes mechas. Estaban muy deteriorados por el tiempo que estuvieron abandonados. 

El 7 Diciembre 1937, en la calle Guayarmina, en los alrededores de una manojo de caña para plantar tomateros, 7 petardos de dinamita con sus correspondientes detonadores y mechas en disposición para ser usado. La noticia llega a la Guardia Civil por Augusto Esparza Arteche, Secretario del Juzgado Municipal, por denuncia de Leonor Martín Bermúdez.
En total aparecen según los archivos militares, 55 personas detenidas y sometidas a la justicia militar o gubernativa en Agaete. Esto en un pueblo de unos 4.400 vecinos es una cifra enorme, si la comparamos con los pueblos del entorno, Galdar y Guía juntos, donde son detenidos 105 personas, con cuatro veces más población. San Nicolás cuatro detenidos o Teror seis,....






Ficha de prisión del alcalde Miguel Pérez, Herminia Dosantos, Miguel Arbelo  y el polaco Adan Klein.


LOS DESAPARECIDOS

Reconstrucción de las "sacas" del Valle, "Una madrugada de Abril de 1937"

Durante la Guerra Civil se habían llamado a filas en Canarias a 70.000 hombres forzosos, más otros 1.400 que decidieron ir voluntarios (el total es de 71.310), de los reemplazos de 1927 a 1941(foro militar Gran Capitán). Entre 18 y 45 años no quedó prácticamente nadie en buenas condiciones, que no se librará de vestir el uniforme militar. Muchos se las ingeniaron para no coger el fusil, entre ellos, mi abuelo Santiago Santana y su cuñado, mi tío "Magín", con la connivencia del Teniente médico militar, natural del pueblo y conocido suyo, D. Francisco de Armas Medina, (Paquico) se libraron fingiendo sordera. El tribunal médico les llegó a tirar monedas al suelo a sus espaldas para ver si se daban la vuelta, cosa que no hicieron por estar ya advertidos por el Teniente de Armas Medina, eran pescadores y librarse de la guerra les costó unas cuantas samas y bonitos. Otros muchos emigran clandestinamente a América para no ir al frente, quedando en busca y captura, no pudiendo volver hasta después de 1969 que prescribieron los delitos, algunos no volvieron jamás.

Movilización de los jóvenes de los reemplazos que ya habían hecho el servicio militar que vuelven a ser llamados a filas. Reemplazos de 1930 a  1936.

La villa quedó prácticamente sin hombres jóvenes, unos en el campo de concentración y otras en el frente de guerra. Mi abuelo Santiago, que era el cantinero del casino la Luz, tuvo que cerrar ante la ausencia de socios. 
Fueron tiempos difíciles donde muchas mujeres tuvieron que sacar adelante las familias ellas solas, tiempos de cartillas de racionamiento, de hambre y comedores sociales.....

Julio de 1937 se crean los comedores infantiles y cocina económica  en Agaete, para paliar "las angustiosas necesidades que oprimen a nuestra villa" (La Falange)
      
El ejército de Franco, más preocupado de la marcha de la guerra, que no iba como ellos habían previsto, con la fuerte resistencia de Cataluña, el norte, el levante y sobre todo Madrid, se dedica a movilizar y preparar a los jóvenes para enviarlos al combate en la península.
El 18 de julio de 1936, la policía cuenta con cuarenta efectivos para toda la provincia y la Guardia Civil 170 en las tres islas, muchos de ellos leales a la república terminaron en los campos de concentración o cárcel militar, como le ocurrió a toda la Plana Mayor de la Guardia Civil de la Comandancia de Las Palmas, por lo que el ejército decide dejar el control de la retaguardia y el orden público de los pueblos, mayormente en manos de los miembros del Partido Único, la Falange, en colaboración con la Policía y la Guardia Civil. 

Agaetense en el frente del Ebro.(Miguel García Febles)


ANTECEDENTES DE LA REPRESIÓN DE MARZO-ABRIL DE 1937.

El 20 de noviembre es fusilado en Alicante por aplicación de las leyes de la república, el líder fascista José Antonio Primo de Rivera, al que los falangistas profesan una veneración casi divina, lo que indigna y radicalizan aún más a sus seguidores.

Carnets socialista y de la Falange (Blog pedro Medina y, foro Requeté)

     
Sobre finales del año 1936, en Las Palmas se produce un intento serio de asalto al cuartel de infantería de la Isleta, el RIC-39, con la ayuda de mandos y soldados republicanos. El intento falla, se producen más de cien detenciones, son procesadas 60 personas, de ellos 24 militares, de los cuales seis son condenados a muerte y ejecutados el 4 de marzo de 1937, junto con cuatro civiles.
Consejo de guerra por el intento de asalto al cuartel de infantería de la Isleta, La Gaceta de 26 de Febrero de 1937
        
El plan consistía en hacerse con la armería, asaltar el campo de concentración que se encontraban en las proximidades, armar y liberar a los presos republicanos, tomar las diferentes unidades de la Isleta y hacerse con el control de la isla.
    Este serio plan de asalto pone nervioso a los militares golpistas y a la falange, que pensaban que ya tenían controlada la isla, los falangistas aprovechan para pedir más entregas de armas y competencias para garantizar el orden.
Los militares ya habían empezado a armar a la falange desde finales de diciembre, entregándoles 300 fusiles máuser y 15.000 cartuchos, dándoles amplios poderes para efectuar patrullas, detenciones y registros que consideren conveniente para mantener el orden.


 Reconstrucción literal  escrito Archivo militar de Santa Cruz de Tenerife 13171-426-1, sobre entrega de armas y poderes  a la falange.
Diligencia de autorización a portar armas cortas y largas en un carnet de la falange.(foro falangista)

Falangistas armados en el Parque San Telmo 1936 (archivo municipal Arucas)

AGAETE,  ABRIL 1937.

Habían transcurridos nueve meses desde el alzamiento militar, por el ayuntamiento y juzgado togado militar provisional de Galdar, pasaron decenas de personas, en su mayoría puestas en libertad sin cargos, otras pendientes de juicios, 55 agaetenses fueron mandados directamente a los campos de concentración, pero a los nuevos dirigentes eso les debió parecer poco.

Campo de concentración de Gando 1937, (FEDAC)
       
A raíz de los acontecimientos del intento de asalto al cuartel de la Isleta, a los nuevos gobernantes y a la Falange les debe parecer un peligro el elevado número de republicanos que quedan en la retaguardia, por lo que a primeros del año 1937, se decide un plan minuciosamente preparado por la falange, con al menos la "vista gorda" del ejército, para detener a los posibles republicanos que no estaban implicados en hechos punibles por la justicia militar y por tanto no habían sido detenidos hasta ese momento o habían quedado en libertad, por considerar los militares no estar implicados en rebelión.

Informe del alcalde de Guía al Juzgado militar sobre conducta de vecinos republicanos. (archivo municipal)
      
Es la falange de la ciudad de Arucas, la más potente y la más numerosa de la comarca, debido a la poderosa oligarquía de pequeños y medianos propietarios de tierras, aguas, exportadores de frutas y pequeñas industrias existentes en dicha localidad. La purga que se hizo en los empleados municipales, sobre todo en la policía municipal, por su colaboración con la resistencia al golpe los primero días del alzamiento, sirvió a la Falange aruquense para colocar a sus militantes en dichos puestos vacantes. 
Las detenciones comienzan en Arucas a primeros de febrero, están contabilizadas al menos cuatro "sacas", desapareciendo un total de 62 aruquenses (Los pozos de los desaparecidos durante la represión Franquista en Arucas, Gobierno de Canarias). Son de noche para que haya el menor número posible de testigo y asegurar su detención ya que se producen en sus casas.
Las desapariciones de Arucas son conocidas por toda la comarca, lo que produce el pánico entre los republicanos de Agaete, algunos duermen fuera de sus domicilios, haciéndolo en la cuevas de Bisbique los del Valle.
El día 1 de abril le toca turno a Galdar, se llevan 13 personas. Hay poca documentación por razones obvias sobre este asunto, ya han fallecido todos los que tuvieron responsabilidad directa en aquellos hechos, los de un bando y los del otro, pero tenemos los testimonios de los testigos que quedan vivos, niños en aquellos años y la tradición oral.
A primeros de abril de 1937, la Falange de Agaete ya tiene hecha la relación de "elementos de izquierda o sospechosos de hostiles al nuevo régimen", la componen casi un centenar de personas según algún testimonio.


Uno de los lugares donde estuvo el Cuartel de la Falange de Agaete,  c/ José Sánchez 4. anteriormente estaba en  calle León y Castillo.

La tarde del 4 de Abril de 1937, se personan jerarcas de la falange de Las Palmas y Arucas en Agaete, se reúnen en un domicilio de las proximidades de la iglesia parroquial con los jefes locales del partido único, leen y discuten en voz alta el listado de personas hostiles al nuevo régimen a detener, determinados nombres son escuchados por una sirvienta que se queda con algunos de los nombrados y les puede avisar, evitando su detención.
Mientras en el cuartel de la falange, hay un movimiento inusual de militantes, se planifican todos los detalles de las detenciones, con ocupación de azoteas próximas por falangistas locales, para evitar la huida de los detenidos.
Acuerdan que sea a las doce de la noche el comienzo de la "operación", para asegurarse que están en sus casas.
Comunicado del Jefe de la Falange Benjamín Armas Álamo 1938 (Archivo municipal)

            
     
Sobre las once de la noche atraviesa el pueblo un siniestro convoy compuesto de una guagua y varios vehículos cargados de falangistas armados de pistolas y fusiles mauser, se dirigen al Lomo de San Pedro, en el Valle de Agaete, donde les esperaban uniformados los falangistas locales.
El Valle de Agaete es el fiel reflejo de las dos España que decía el poeta, una sita en los alrededores de la ermita de San Pedro y otra en el otro lado del barranco, el "Barrio" o Vecindad de Enfrente, donde residían los jornaleros, los más pobres, otro tanto parecido pasa en el pueblo con la "Villa Arriba y los alrededores de la iglesia o la Villa Abajo".
A las doce de la noche comienza la tragedia, con el listado en una mano y el fusil en la otra, las diferentes patrullas falangistas, van de casa en casa de la Vecindad de Enfrente, sacando uno a uno a unos pobres jornaleros, la mayoría analfabetos, que no habían cometido más delito que defender la legalidad, haber participado el alguna huelga, haber pertenecido a alguna organización sindical que defendía sus derechos laborales, haber hecho algún comentario contrario a las nuevas autoridades, incluso alguno simplemente porque le había quitado la novia o cualquier otra rencilla personal con alguno del otro bando según la tradición oral. Muchos ofrecen resistencia y son agredidos, vejados y maniatados. Son trasladados a la plaza de San Pedro y desde allí a la guagua que esperaba en el Lomo.

                                                             Vecindad de Enfrente años treinta (FEDAC)   
  
El testimonio desgarrador de una valiente madre, Dña. Justa González Sosa, en una carta manuscrita que dirige dos meses después al Comandante Militar de Canarias y que al parecer existe en el archivo intermedio militar de Santa Cruz de Tenerife, según el investigador, Juan Medina Sanabria, publicada por su hermano Pedro Medina Sanabria, en el blog; www.pedromedinasanabria.wordpress.com/2012/03/27/preguntas-de-una-madre/ , nos ayuda a entender lo que sucedió aquella fatídica noche.

Reconstrucción literal de la carta por mi, según la descripción que realiza Pedro Medina Sanabria en su blog;


       
Sobre esta supuesta carta, he realizado gestiones con el archivo militar y no han podido localizarla. Como la mayor parte de escritos y documentos relacionados con las desapariciones y algunos sumarios de fusilamientos, la respuesta es; desaparecidos....

    Escrito de 23-2-44, en que el alcalde solicita ayuda medica por ser pobre para Dña. Justa Gonzalez Sosa. (Archivo Municipal)       
   
Otra de las detenciones bien documentadas es la de César Expósito Rosario, de 34 años de edad, matarife de la localidad, cuyo únicos "delitos" fueron haber sido fundador, en la villa, del Partido Republicano Democrático Federalista en 1931, y pertenecer a la primera junta directiva del SOVA (Sociedad de Oficios Varios de Agaete), de la que fue vicepresidente durante unos meses en 1932.
    
Escrito dirigido a Cesar E. del Rosario , sobre un cuchillo de la carnicería. (1932 A.M.A.)

La mayor de sus hijas Carmen, contaba con ocho años, aún vive y lo recuerda perfectamente.
Vivía Cesar con su familia en la calle Guayarmina número 15, en el casco urbano, ya de noche cerrada, tras terminar la "faena" del Valle, se personaron en su domicilio los jóvenes falangistas de la Villa, perfectamente identificados, en compañía de otros desconocidos uniformados con camisas azules, procedentes de otras localidades, previamente habían ocupado dos azoteas de la parte posterior de su vivienda, para evitar su huida, proceden a su detención diciéndole que es para tomarle declaración, siendo trasladado a la guagua que se encontraba en el centro del pueblo, son maniatados y maltratados.
Esa noche sacan de la villa a 27 hombre, cinco en el pueblo y veintidós en el Valle, de los que nunca más se supo, junto con otros más naturales de la villa o desaparecidos en los campos de concentración, hacen un total de 33 vecinos de Agaete que salieron para nunca más volver.


RELACIÓN DE DESAPARECIDOS MUNICIPIO AGAETE (GRAN CANARIA)  SEGÚN LA ASOCIACIÓN POR LA MEMORIA HISTÓRICA.
Nº NOMBRE APELLIDOS OBSERVACIONES
1 ANTONIO ÁLAMO GODOY
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 35 Años. Estado Cv. Casado Profesión
Jornalero..Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido Gubernativo. Localización fosa
NO.
2 JOSÉ ÁLAMO SOSA
Natural y residente Agaete Gran Canaria. Edad 39 años. Estado Cv. Casado Profesión
Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido Gubernativo. Localización fosa
NO.
3 FELIPE BOLAÑOS GARCÍA
Natural y residente Agaete Gran Canaria. Edad 22 años. Estado Cv. Soltero. Profesión
Jornalero. Detenido 11/08/1936. Fallece de Tifus 14/0/04/1937. Hospital San Martín?
Localización fosa Cementerio Las Palmas. Exhumado?
4 ANTONIO DÁMASO ÁLAMO
Natural y residente Agaete Gran. Canaria. Edad 54 años. Estado Cv. Soltero. Profesión
Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Desafecto Movimiento. Localización fosa
NO.
5 GREGORIO DÁMASO ÁLAMO
Natural y residente C/, Juan, Armas, nº, 16.Agaete Gran. Canaria.. Edad 37 años. Estado
Cv. Casado. con Lucia Álamo García. Profesión Comerciante. Detenido y desaparecido
04/04/1937.Actividad Política Afiliado Sociedad Obrera. Localización fosa NO.
6 JUAN DÁMASO OJEDA
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 43 años. Estado Cv. Casado con María
Viera Godoy. Profesión Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937.Detenido
7 JOSÉ DIEPPA JIMÉNEZ
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 27 años. Estado Cv. Soltero. Profesión
Empleado. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido Gubernativo. Localización fosa
NO.
8 CÉSAR-LUISDIONISIO.
EXPÓSITO del
ROSARIO
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 34 años. Estado Cv. Casado con María
Álamo. Profesión Matarife. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido Gubernativo.
Localización fosa. NO.
9 JOSÉ GARCÍA GARCÍA Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 21 años. Estado Cv.? Profesión Jornalero.
Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido Gubernativo. Localización fosa NO.
10 JOSÉ GARCÍA GODOY
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 42 años. Estado Cv .Casado con Juana
Lugo Cruz. Profesión Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido
Gubernativo. Localización NO.
11 JUAN GARCÍA GODOY
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 55 años. Estado Cv. Soltero. Profesión
Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido Gubernativo. Localización fosa
NO.
12 JUSTO GARCÍA SOSA
Natural y resiente Agaete, Gran Canaria. Edad 35 años. Estado Cv. Casado con Encarna
García. Profesión Marinero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido Gubernativo.
Localización fosa NO.
13 SANTIAGO GODOY GARCÍA
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 33 años. Estado Cv.? Hijo de Juan y Ana.
Profesión Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido Gubernativo.
Localización fosa NO .
14 JUAN MEDINA GARCÍA
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 52 años. Estado Cv. Casado con María
Cubas Cubas. Profesión Mampostero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido
Gubernativo. Localización fosa NO.
15 JUAN MEDINA PERDOMO Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 29 años. Estado Cv. Casado profesión?
Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido Gubernativo. Localización fosa NO.
16 PEDROGREGORIO
MÉNDEZ
SAAVEDRA.
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 25 años. Estado Cv. Soltero. Hijo de
Emilio y Mª Dolores. Profesión Marinero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido
Gubernativo. Localización fosa NO.
17 PEDRO RODRÍGUEZ
GONZÁLEZ
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 26 años. Estado Cv. Casado con Mª del
Pino Viera Bolaños. Profesión Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido
Gubernativo. Localización fosa NO.
18 DOMINGO del ROSARIO MARTÍN
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 43 años. Estado Cv. Casado con Mª
Ramona Sosa Díaz. Profesión Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido
Gubernativo. Localización fosa NO.
19 ANTONIO SOSA EXPÓSITO Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 57 años. Estado Cv. Soltero. Profesión?
Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido Gubernativo. Localización fosa NO.
20 ANTONIO SOSA JIMÉNEZ
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 34 años. Estado Cv. Soltero. Profesión
Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido Gubernativo. Localización fosa
NO.
21 ANTONIO O
ANDRÉS JOSÉ? SOSA VEGA Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 56 años. Estado Cv? Profesión Jornalero.
Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido Gubernativo. Localización fosa NO.
22 JUAN SOSA VEGA
Natural y residente Agaete Gran Canaria. Edad 50.Estado Cv. Casado con Mª Martín
Medina. Profesión Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Extremista.
Localización fosa NO.
23 JUAN VALENTÍN SUÁREZ
HERNÁNDEZ
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 32 años. Estado Cv. Casado con Micaela
Vega Jiménez. Profesión Jornalero. Detenido y Desaparecido 04/04/193.7. Detenido
Gubernativo. Localización NO.
24 ANTONIO VALENCIA
EXPÓSITO
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 30 años. Estado Cv. Soltero. Hijo de Mª
Dolores. Profesión Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Detenido Gubernativo.
Localización fosa NO.
25 GREGORIO VALENCIA MEDINA
Natural y residente Agaete Gran Canaria. Edad 18. Estado Cv. Soltero. Hijo de Francisco e
Inés. Profesión Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Afiliado Sociedad Obrera.
Localización fosa NO
26 PEDRO VEGA del ROSARIO
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 25 años. Estado Cv. Soltero Hijo de Juan
Y Dolores. Profesión Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937.Detenido
Gubernativo. Localización fosa NO.
27 FAUSTINO VEGA del ROSARIO
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 30 años. Estado Cv. Soltero. Hijo de Juan
y Dolores. Profesión Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937 Detenido
Gubernativo.. Localización fosa NO.
28 JUAN VEGA GARCÍA
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 40 años. Estado Cv. Casado con María
Dámaso Álamo. Profesión Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Localización
fosa NO.
29 JUAN VIERA BOLAÑO
Natural y residente Agaete, Gran Canaria. Edad 29 años. Estado Cv. Casado. Profesión
Jornalero. Detenido y desaparecido 04/04/1937. Actividad Política Afiliado sociedad
Obrera. Localización fosa NO.
30 JOSÉ VIERA GONZÁLEZ
Natural y residente Agaete. Gran Canaria. Edad 21. Estado Cv. Soltero. Su Madre Justa
González Sosa, denuncia. Profesión Empleado. Detenido y desaparecido 04/04/1937.
Detenido Gubernativo. Localización fosa NO.
31 JUAN VEGA JIMÉNEZ Natural y Residente Agaete, Gran Canaria. Edad? Estado Cv? Profesión? Desaparecido.
32 ANTONIO VEGA del ROSARIO Natura y residente Agaete, Edad? Estado Cv? Profesión? Desaparecido.
33.- JUAN SUAREZ MARTÍN, soltero, muerto en el Campo de Concentración de Gando de tifus, su cuerpo nunca más se supo.
   
Dña. Juana Cabrera, esposa de D. César Expósito, acude rápidamente a la cercana casa de su hermana Pino, conocida como "Pinito Herrera", ya fallecida, extraordinaria persona que tuve el placer de conocer, mujer de fuerte carácter que no se amilana ante nadie.
Aún se encontraba la guagua con los detenidos en el centro del pueblo cuando Pinito se acercó a ella tratando de localizar a su cuñado César para entregarle algo de dinero, pensando que iba camino del campo de concentración. Cuenta que la guagua llevaba las cortinillas cerradas y solo se escuchaban gritos y lamentos en el interior. Cuando la guagua arrancó, Pinito la persiguió por las calles del pueblo mientras sus fuerzas aguantaron.

     Pinito Cabrera, conocida como" Pinito Herrera" años treinta.
        
Cuenta la tradición oral que aquella fatídica noche, una vez que el convoy con los detenidos abandonó el pueblo, los falangistas locales se dirigieron a una "bodega" que regentaba un tal "Juan María", situada en la calle principal, en lo que hoy es el bar "Menta y poleo", antes "Juán Diorca", tras abrir la puerta a patadas, estuvieron toda la noche bebiendo, cantando y derramando el vino de los barriles.
Al día siguiente Pinito junto a su hermana Juana y varias madres y esposas de Agaete se dirigen a la sede de la Comisaría de Orden Público, sita en la calle Luis Antúnez, en el barrio de Alcaravaneras de Las Palmas, presunto destino de los detenidos, allí a través de rendijas y ventanas, pueden ver a algunos de los detenidos, Dña. Juana reconoce a su esposo con la cabeza vendada y observa el lamentable estado físico por los golpes recibidos de la mayoría de los allí detenidos.
Dña. Justa también logra ver a su hijo, por lo que se quedan más tranquilas, al siguiente día cuando vuelven a ir para llevarles ropa, les dicen que ya no están, que en el caso de unos, habían sido liberados y en el de otros, habían sido enviados al campo de Concentración de Gando.


Comisaria de orden Publico en los años treinta y colegio en la actualidad, C/ Luis Antúnez, Las Palmas.
        
Comienza el peregrinaje de estas madres y mujeres corajes de un centro a otro en busca de sus seres queridos, donde les dan largas o simplemente les dicen que fueron puestos en libertad.
Según su hija Carmen, Dña. Juana Cabrera, junto con su hermana "Pinito Herrera", van a ver al recién llegado Obispo Pildain, al que le pide gestiones para la localización de su esposo y cuñado, Cesar, van una y otra vez, hasta que el Pildain les dice ; " Mire Dña. Juana no esté gastando dinero viniendo de Agaete, gástelo en sus hijas que yo si sé algo ya les avisaré", en ese momento la familia pierde la esperanza de encontrar a César con vida y comienzan los duros años de sacrificio y mucho trabajo, como los de tantas mujeres de Agaete y otras localidades, jóvenes, viudas por la sin razón y con el añadido de cruzarse cada día con los que de una manera u otra participaron en la desaparición de sus seres queridos.
Muchas no pudieron aguantar el vivir o cruzarse con los captores o delatores de sus maridos e hijos y decidieron abandonar la localidad.
Aunque el régimen trato de borrar todo rastros de los hechos, no existe el crimen perfecto y las desapariciones son confirmadas por escrito, en muchos de los casos por las propias autoridades franquistas, así consta en los documentos relativos a las revistas militares anuales que tenían que realizar los jóvenes en 1943 y 1945, pertenecientes a los reemplazos de 1934 a 1936, una vez licenciados, o los escritos en que se solicita si los huérfanos de los desaparecidos, tienen mismos derechos que los de los caídos en el frente.






Escrito de remisión relación anteriores, (Archivo Municipal)

Documentos de 1945 en que el alcalde  comunica los mozos que no han pasado revista  a las autoridades militares y los motivos, haciendo constar que fueron detenidos gubernativamente en el mes de abril de 1937. (Archivo Municipal)

    Escritos de 1944 donde se hacen referencias a los huérfanos de los desaparecidos , detenidos gubernativos en 1937. (archivo municipal)
       
La realidad es que; han pasado más de ochenta años y si bien los restos de una buena parte de los desaparecidos de la comarca han sido encontrados en los pozos de Arucas, de los de Agaete continúan si saberse nada de su paradero.
La hipótesis más verosímil es que fueron asesinados y arrojados sus cuerpos al mar o a la tristemente famosa Sima de Jinámar.

Boca de la Sima de Jinámar.
    
Hay testimonio que dicen que no todos llegaron a Las Palmas, que el estado de algunos era tan lamentable que no se atrevieron ni a presentarlos en la comisaría, parece que de camino a Las Palmas hicieron parada en la sede de Falange de Arucas.
A principios de los noventa, circulan por el pueblo, unos escritos anónimos, dirigidos a los entonces "falangistas" que aún quedaban vivos o a sus familiares, en abril de 1991, vuelven a circular (los conservo), donde se contaba lo sucedido en el Valle con bastantes y dolorosos detalles, con nombres y apellidos de todos los que habían participado de una manera u otra. Están planteados en términos injuriosos, llenos de rencor, odio y humillación contra los hijos de aquellos que participaron en las "sacas" y que nada tuvieron que ver, razón por lo que no los publico.

A raíz de ese escrito y denuncia, por mi responsabilidad profesional en aquel momento, entablo conversación y establezco cierta amistad con uno de aquellos, entonces joven idealista falangista, de poco más de veinte años en 1937, que había recibido uno de los anónimos, ya octogenario en aquellos años, se trataba de PGG, ya fallecido, fue uno de la "cuadrilla" que participó en la detención del hijo de Dña. Justa y otros en el Valle, según la carta anónima y él mismo  reconoció. No note en "Periquito" remordimiento, ni arrepentimiento alguno por aquellos hechos, los consideraba como un acto más de la guerra que se vivía, si bien según él, nunca pensó que los iban a matar, que simplemente iban al campo de concentración, como en anteriores detenciones, le echaba la culpa a los que habían venido de Arucas. Estaba convencido de que había hecho un bien a la nación y que gracias a aquellas actuaciones y la guerra, "España se salvó del comunismo". Contaba que fue algo doloroso porque algunos eran sus amigos de la infancia, sus vecinos. Sobre la violencia empleada y que el escrito anónimo describía, le echaba continuamente la culpa a los que habían venido de fuera, juraba una vez y otra que él ni los tocó.

La palabra que repetía continuamente era; "son todos unos comunista", le dolía y no aceptaba que en aquel momento gobernara el PSOE, se preguntaba; ¿para qué habían hecho su generación una guerra?. Era difícil sacarle palabras sobre el asunto, pero recuerdo que afirmaba que no todos llegaron a Las Palmas y que no estaban tan lejos.... Esas mismas palabras me las comentó en otra ocasión otro simpatizante de la falange, no había manera de sacarles más información, parecía que habían firmado un pacto de silencio sobre los hechos. Otra de las cuestiones que recuerdo que me comentó fue; que del pueblo no se llevaron más porque ya eran muchos los que traían del Valle y ya estaban avisados.

A raíz de la solicitud de Doña Justa, relativa a la desaparición de su hijo, según el investigador Juan Medina Sanabria, (www.pedromedinasanabria.wordpress.com/2012/03/27/preguntas-de-una-madre/) el Comandante Militar de Canarias, (Santa Cruz de Tenerife) D. Carlos Guerra Zagala, con fecha 14 de Julio, pasa la solicitud al Gobernador Militar de Las Palmas, para que le informe sobre los hechos denunciados. (archivo Histórico Militar SCT, del blog de Pedro Medina Sanabria).

Se desconoce lo que le informa el Gobernador Militar de Las Palmas en este caso, pero si se conocen otros informes por desapariciones y la contestación es siempre la misma; "Se informa que el dia...., fue puesto en libertad".

Lo cierto es que la de Agaete es la última saca organizada que hubo, si bien aún hay contabilizados algún desaparecido aislado en Las Palmas.


AGAETE, poema " por aquí pasó la muerte"


 «Lo dice el castaño en flor, 
aunque silenciosamente; 
lo dice el agua en la fuente, 
aunque con nublada voz. 
Lo dice el día naciente, 
hablándole al corazón directamente.
 Lo dice la misma gente que con vida continuó. 
Lo dice el muro que duerme con el solar que murió. 
Lo dice la rama verde del árbol que se encorvó.
 Lo dice un leve temblor de la corteza terrestre. 
Lo dice el cristal ardiente bajo los rayos del sol. 
Lo dice la mar que muerde el tosco y negro balcón.
 Lo dice el aire de nieve del dedo que disparó: 
Aunque parezca que no, por aquí pasó la muerte». 
Agustín Millares Sall: El paraíso de los nudos, 1979, pp. 330-331


Los años triunfales.... y de hambre.

Niños de las organizaciones infantiles de la falange, años cuarenta. 
      
    
Las desapariciones de republicanos de marzo y abril de 1937, consigue el efecto perseguido, la resistencia al golpe desaparece, la falange lo domina todo, el miedo es tan grande que pertenecer al nuevo partido da tranquilidad, asegura algo de comer del auxilio social y una precaria asistencia médica, lo que hace que incluso algunos republicanos se convierten al nuevo régimen, visten a sus hijos con la camisas azules y los afilian a la nueva organización juvenil del "movimiento", los flechas y los balíllas, donde desde muy temprana edad se adoctrina a los jóvenes en el "nuevo orden".
Una de las primeras y curiosas medidas que toma el nuevo alcalde de Agaete en agosto de 1936, el falangista Pedro Esparza Martín, es prohibir jugar a la baraja, en aras de la nueva moral, eso si, excepto el "tresillo", un juego muy de moda. La multa es de diez pesetas, con incautación de las barajas. Esto es como si se prohíbe el alcohol excepto el ron. Los encargados de la vigilancia de esta norma son las "milicias patrióticas" (la Falange), junto con el único guardia municipal de que dispone el consistorio.


Curioso bando de 26 de agosto de 1936,  prohibiendo jugar a la baraja (archivo municipal)
      

Al pueblo comienza a llegar las primeras noticias de los agaetenses "caídos por Dios y por España", en las lejanas tierras peninsulares y que nunca más volverán.

Diario la Falange Agosto de 1937, loa a un árabe cristianizado, que llegó a Agaete y fue voluntario a la guerra donde murió.


 
   
Una de los primeros en caer en el frente de guerra es "Tranquilo Herrera", hijo de "Juan de To el viejo", con apenas veinte años. Le sigue una larga lista, el Alférez Sebastián García y García, José Dolores Medina Álamo, Gregorio Godoy del Rosario,....
Una de las curiosas "bajas" de la guerra es la de Jaime del Rosario, un africano musulmán que llegó a Agaete en su juventud, siendo adoptado por una familia. Jaime abrazó la fe católica, recibiendo las aguas bautismales en la iglesia de la Concepción. "El Morito", embarca en la primera expedición de voluntarios de la Falange y cae en el frente de Extremadura, donde combatían la mayor parte de los canarios movilizados. La brillante pluma del estudiante de medicina, Jefe de la Falange de Agaete, Benjamín Armas Álamo, describe así sus últimas palabras al despedirse de él antes de embarcar; "Yo no tener fincas ni propiedades que defender, sentir en mi una fuerza que me empuja a defender España".....

Benjamín Armas Álamo, (1917-1940) Jefe de la Falange, Jefe del Movimiento y Teniente Alcalde en 1937, con solo  veinte años de edad, estudiante de medicina.

El pueblo tiene un enorme problema, la falta de hombres para todas las labores, la paralización de buena parte del comercio por la guerra, el destino del escaso dinero público a los gastos militares, lleva a la miseria a la mayoría de las familias. Las mujeres además de tirar de la casa y los hijos, tienen que ocupar los escasos puestos que los hombres dejaron vacantes. Por no haber no hay ni personal para dirigir el ayuntamiento, lo que motiva un escrito al Gobernador Civil para que nombre nuevos concejales. Solo quedan tres disponibles, el resto está en el frente, incluido el alcalde Pedro Esparza o de baja por enfermedad, lo que les impide tomar decisiones por falta de quórum.


Escrito solicitando nombramiento de nuevos concejales, por falta de quórum para tomar decisiones  (archivo municipal)

Mientras el hambre y el paro agobia a las gentes de Agaete, en marzo de 1937, al alcalde D. Valentín Armas, mediante un Bando, ordena a los pescadores vender con preferencia a los residentes en la localidad las sardinas y demás pescados para que a su vez los puedan revender o cambiarlos por otros productos y ganarse la vida, en vez de venderlo a las borriqueras que venían de otras localidades, mayormente de Galdar.


Bando dando preferencia en la compra de pescado a los residentes en Agaete. (archivo Municipal)

Los precios del pescado los determina la Junta reguladora Municipal, mes a mes, para evitar la especulación. (archivo municipal)





       
El nuevo régimen en un "alarde de imaginación y propaganda", instaura los lunes como día del plato único, sin postre, con el fin de recaudar un nuevo impuesto para sostenimiento del sistema benéfico-social de las familias que tenían a sus mantenedores en la guerra, olvidándose de que otra buena parte los tenía en los campos de concentración.
Esto a la mayor parte del pueblo de Agaete le debió sonar a música celestial, pues si ya era un milagro llenar un plato todos los días desde muchos años antes de la guerra, como para tener segundo y postre. Algunos que regresaban del campo de concentración llegaron a echar de menos los dos cucharones de rancho al que tenían derecho al día, una mezcla de fideos, alguna legumbre y tocino, más un cazo de café aguado .

Bando de  agosto de 1937, imponiendo el nuevo impuesto por dia de plato único y sin postre
     
La hambruna es tan grande que el ayuntamiento se ve obligado a entregar alimentos a los más pobres e implantar una cocina económica, creando un registro de necesitados.


Llamamiento para inscribirse en el registro de necesitados. (archivo municipal)
    
Las cabras, las gallinas y demás animales domésticos, las sardinas tostadas que los cuatro chinchorros del pueblo cogían, cuando habían, los potajes de hierbas silvestres sancochadas, como los jaramagos, hinojos, cardos...., son la salvación de las familias de Agaete. Se instala una economía de supervivencia.

La leche y algo de queso no faltó, gracias a las cabras que todas las casas tenían. (FEDAC)
   
A pesar de la tragedia de los desaparecidos, los campos de concentración, el hambre y la guerra, Agaete no pierde su tradicional alegría, rara es la semana que la banda municipal de música y los papahuevos no recorren las principales calles de la localidad anunciando la toma de una ciudad por las tropas de Franco o la exaltación de cualquier nueva conmemoración del régimen, para alegría de unos y desesperación de otros.
   "Centenares de banderas y colgaduras daban un matiz de alegría a la par que anunciaba una nota victoriosa de un pueblo que renace y se forja en el dolor. Por la mañana, celebrose en la Plaza una Misa de campaña a la que asistió el pueblo en masa y las Milicias de F. E. T. y de las JONS debidamente uniformadas; mas tarde las Autoridades Militares, Civiles y Eclesiásticas pasaron a las Escuelas a escuchar la disertación que los Maestros dedicaban a los niños en conmemoración del primer aniversario del glorioso Movimiento" (Augusto Esparza 18 de julio de 1937, diario la Falange 29-07-37)

Las fiestas durante los primeros años de la guerra solo se circunscriben a los actos religiosos.

Fiestas de las Nieves de 1938


Entre el mes de junio y agosto de 1938, son puesto en libertad la mayor parte de los detenidos republicanos de Agaete y que habían resultado absueltos en el consejo de guerra de 1 de junio, causa 97/36, un total de 23 hombres, que aun permanecían en el campo de concentración de Gando. Continuando detenidos los 21 condenados, siendo liberados quince a lo largo de 1940 , cinco en 1941. El Alcalde republicano D. Miguel Pérez, es el último en ser puesto en libertad el 11 de junio de 1943.

Los ultimos prisioneros republicanos en el campo de concentración de Gando (FEDAC)

En septiembre de 1937, el ayuntamiento ya funciona con normalidad siendo su horario el siguiente;

Cartel con el horario de trabajo y de recibir a los ciudadanos, (archivo municipal)

La contabilidad del ayuntamiento es tan explícita que se hace constar desde; las tres pesetas que cuesta la compra de un "porrón", hasta las 1,25 pesetas de un "jaboncillo". Los sueldos van desde las 291 pesetas del médico, las 175 del guardia municipal....., a las 50 pesetas del director de la banda de música. El edificio municipal es propiedad de los Armas, a los que hay que pagarles 110 pesetas mensuales por el alquiler.



Contabilidad municipal enero de 1937 (archivo municipal)
    
Uno de los pocos entretenimientos que hay es escuchar los discurso de los jerarcas del régimen y las novelas radiofónicas a través de la radio, los agaetenses se congregan todas las tardes en las pocas casas que tienen receptor de radio para escucharlas. Destaca las protagonizadas por la notable artista de radio Las Palmas, natural de Agaete Luci Cabrera.

Diario la Falange, 31-01-1940
     
El uno de abril de 1939, tras alcanzar las tropas de Franco los últimos objetivos, la guerra se da por terminada. Comienza el ordeno y mando que dura hasta la muerte de Franco, el 20 de Noviembre de 1975.


La Guerra ha terminado.

Manifestación que desde Agaete se dirigió al Valle para celebrar la victoria y el final de la Guerra. (foto familia Alcalde José Armas Galván, cedida por su nieto Tomás Armas)

La gente de Agaete en la manifestación con ocasión de la visita de Franco a Las Palmas, en 1950, obsérvese la formación de hombres y mujeres vestidos de reyunos (Marineros), foto familia  Alcalde D. José Armas Galván, gentileza de su nieto Tomás Armas)

Bibliografía consultada.


Biblioteca digital ULPGC.
Diario "Accion"" de 22 de julio de 1936.
Archivo provincial de Las Palmas.
Archivo Municipal de Agaete.
Archivo Municipal de Guía.
Archivo intermedio Histórico  Militar, S.C. de Tenerife.
Diario "Acción" 22 de agosto de 1936,
JUAN VALLET DE GOYTISOLO, In memoria a Gabriel de Armas 1976
Diario "Acción" 10 de octubre de 1936.
Diario "Acción"  10 de noviembre de 1936.
"La falange" 25 de diciembre de 1937.
Blog de Pedro Medina.
Foro Requeté.
"Isleta/Puerto de la Luz, Campos de Concentración", Juan Medina Sanabria de 2002,.
"La Gaceta" , 26 de febrero de 1937.
Blog Pedro Medina Sanabria.
Agustín Millares Sall: El paraíso de los nudos, 1979, pp. 330-331
foro.todoavante.es/
A la sombra del Flamboyán, José A. Godoy Rodríguez (Pery), 2010.
Diario la Falange, Agosto de 1937
Acción , 17 de agosto de 1938
"La Falange", 3 de abril de 1939
Diario la Falange, 31-01-1940.
Blog de Javier Gil Pérez.
Los pozos de los desaparecidos durante la represión Franquista en Arucas, Gobierno de Canarias
La inestimable tradición oral y testimonios de los que entonces eran niños y aún viven, en especial a mi padre José Santana Medina.