Agaete, cada vez menos desafortunadamente, aún conserva en su casco antiguo la apariencia de caserío morisco; callejones y calles estrechas, casas cúbicas escalonadas en las laderas, fachadas y paredes blancas, tejas árabes en las casas más antiguas, la iglesia con su amplia cúpula simulando una gran mezquita, las palmeras, ante muy abundantes...
El carácter de la gente de Agaete me recuerda al carácter hospitalario, callejero, paciente, cariñoso y alegre de nuestros vecinos del Sahara occidental con los que conviví durante diez años en mi infancia y adolescencia. Los rasgos físicos de una buena parte de los agaetenses; la piel morena, pelo negro ensortijado, labios carnosos, están más cerca de nuestros vecinos africanos que de los conquistadores europeos.
http://cuadernodesofonisba.blogspot.com/2017/10/rafael-castro-ordonez-ii-cronista.html
Muchos topónimos de la localidad nos recuerda la presencia berberisca en otros tiempos; la cueva del moro, el barranquillo de los moros, lomo y montaña las moriscas, la cueva de la negra, la baja del negro Segura, barranquillo de la cueva de los moros, cueva del negro, playa del negro, etc.
Existen una multitud de documentos históricos que certifican la presencia de esclavos moriscos y subsaharianos en Agaete. Uno de los más antiguos son las cuentas del ingenio azucarero de 1503-1504, que se conservan en el archivo de Simancas. De los datos de dichos documentos se puede extraer que en el ingenio azucarero del primitivo caserío de Agaete en 1503, trabajaban unos 35 o 40 esclavos, unos propiedad de los propietarios de la hacienda y otros que se alquilaban para la zafra de la caña a traficantes, a estos hay que sumar los que trabajaban en otros cultivos o tareas domésticas de los hacendados.
Si tenemos en cuenta que la población de la villa en 1737, es de 168 vecinos, según las Constituciones Synodales del obispado y según el historiador Pedro del Castillo, 170 vecinos en 1739, el porcentaje de población morisca y negra, sobre el total de la población debió ser elevado.
Si tenemos en cuenta que la población de la villa en 1737, es de 168 vecinos, según las Constituciones Synodales del obispado y según el historiador Pedro del Castillo, 170 vecinos en 1739, el porcentaje de población morisca y negra, sobre el total de la población debió ser elevado.
Agaete años ochenta del pasado siglo.
El testamento de Antón Cerezo, fechado en 1535, propietario del ingenio azucarero de la villa, página 88 dice: "Mando que Juana mi esclava de color negro sirva a mis herederos cinco años después de mi muerte y servidos sea horra y libre, por los buenos servicios que me ha hecho, y Jacomito niño hijo dicha esclava, sirva a mi hijo Francisco Palomar hasta los veinte años que será libre horro de todo cautiverio y sujeción, mando a mi hijo que lo vista y trate igual que lo he tratado yo desde el momento que nació en mi casa".
De lo que se puede deducir que la esclava negra era algo más que simple criada y que el viejo Antón era el padre de la criatura, algo muy habitual en la época.
Antón Cerezo y su hijo Francisco de Palomar.
El testamento de las hermanas Juana de Cabrejas y Betancurt y Francisca de Cabrejas y Betancourt, dado en el año 1704, descendientes del último rey aborigen Tenesor Semidan, bautizado Fernando Guanarteme, propietarias de una tercera parte del "redondo de Guayedra", dejan esta propiedad a sus familiares y sucesores con la condición de estar obligados a casarse con personas cristianas, no descendientes de negros, mulatos, esclavos, moros o judíos, excluyendo incluso a los recién convertidos.
En febrero de 1608, la inquisición procesa a Francisco, natural de Agaete, esclavo negro de Alonso de Medina.
En agosto de 1704, el tribunal de la inquisición procesa a la mulata Juana Suárez natural de Agaete, conocida como "la aulaga", por practicar brujería, y así un largo etc.
Todo lo anterior demuestra la presencia desde finales del siglo XV de población negra y morisca, capturados en la vecina costa africana como mano de obra esclava y barata.
La esclavitud fue abolida a principios del siglo XIX.
La población de Agaete siempre tuvo fama de ser más oscura que la del resto de la isla, aunque ya hoy en día el mestizaje y la globalización va acabando con dicha herencia. Aun en la actualidad muchos agaetenses llevan unido a su nombre el apodo "el negro".
La esclavitud fue abolida a principios del siglo XIX.
La población de Agaete siempre tuvo fama de ser más oscura que la del resto de la isla, aunque ya hoy en día el mestizaje y la globalización va acabando con dicha herencia. Aun en la actualidad muchos agaetenses llevan unido a su nombre el apodo "el negro".
La gente de Agaete es conocida por el gentilicio de "culetas y culetos", cuando buscamos en los archivos no aparecen referencias lejanas escritas de esta palabra, prácticamente empiezan a aparecer en los años sesenta, quizás porque lo que hoy es seña de identidad y orgullo, fue en otro tiempo un apodo burlesco puesto por alguien de fuera, como la mayoría de los "nombrete", de forma peyorativa o con desprecio y eso no era ético ponerlo por escrito según los cánones de la época.
En una ocasión hace muchos años le pregunté a mi abuela nacida a finales del siglo XIX, de por qué nos llamaban culetos y la respuesta fue; "que desde siempre nos habían llamado culetos, pero que no sabía el motivo". En estos días he vuelto a preguntar a unos cuantos ancianos, algunos superan ampliamente los noventa años de edad como mi maestro de la infancia D. Juan Álamo y todos contesta lo mismo; siempre lo habían escuchado y a su vez lo escucharon a sus antepasados, pero ninguno tenía una explicación del significado del vocablo, por lo que podemos llegar a la conclusión de que el gentilicio se usa y conoce desde al menos los años treinta del pasado siglo.
Me viene a la memoria recuerdos de mi niñez, cuando peleábamos con niños de Gáldar en la playa, nos llamaban despectivamente culetos y nosotros le respondíamos con "legarteros".
En Canarias se conocían a las cabras por el color del pelaje, así las grises eran moriscas; la canela, melá; la blaca, rusia; etc., y las que tenían la mitad delantera negra y mitad trasera blanca, CULETA.
Cabra culeta. Dicho de una cabra, blanca en su mitad trasera y de otro color el resto del cuerpo. (Academia canaria de la lengua)
No hay datos documentales de la explicación del gentilicio de los naturales de "la villa culeta", ni siquiera tradición oral sobre el origen, si bien hay varias teorías, esta relacionada con la cabra culeta, mitad blanca y mitad negra, como fue durante unos cuantos siglos la población de Agaete, hasta que el mestizaje fue diluyendo las diferencias raciales, siguiendo el principio de la lógica de que la explicación más sencilla suele ser la más probable, y porque me parece la más romántica, creo que aun siendo solo una teoría, es la más acertada para el origen de la palabra que hoy en día es una seña de identidad de los naturales de la villa y un orgullo lucir.
Posdata.
Como bien se dice en el artículo, es solo una teoría, pero existen muchas más, algunas me las han ido comunicando por mensajes privados después de publicar la entrada:
La que lo relaciona con un partido de fútbol en Barrial, Galdar, en los años treinta, donde los jugadores del equipo de Agaete jugaron sin camisa y con calzón blanco y alguien del público gritando les dijo; que se parecían a un ganado de cabras culetas, lo que apoya mi teoría de la cabra y el color de la piel de los culetos, esta fue confirmada por varias personas.
La que la relaciona con el fútbol y la uniformidad del Agaete, igual a la del Barcelona a partir de los años cuarenta, los culés.
La que lo relaciona con la adoración en la antigüedad a una diosa aborigen con el culo grande, tipo ídolo de Tara.
La de lugar de abundantes culatas, culatillas, sitios con mucha agua.
Otra más que la relaciona con la cabra culeta por lo oscuro del torso desnudo y el calzón blanco que usaban los pescadores de la villa.
La muy elaborada del periné y el origen portugués de la palabra culeta.
La que lo relaciona con la lejanía de la capital antes del siglo XX, cuando no habían carreteras, Agaete era el culo del mundo.
Como el significado de la palabra Agaete o la misma rama, "no busquemos más explicaciones, no la tiene ni la encontraremos", ni falta que hace.
La de lugar de abundantes culatas, culatillas, sitios con mucha agua.
Otra más que la relaciona con la cabra culeta por lo oscuro del torso desnudo y el calzón blanco que usaban los pescadores de la villa.
La muy elaborada del periné y el origen portugués de la palabra culeta.
La que lo relaciona con la lejanía de la capital antes del siglo XX, cuando no habían carreteras, Agaete era el culo del mundo.
Como el significado de la palabra Agaete o la misma rama, "no busquemos más explicaciones, no la tiene ni la encontraremos", ni falta que hace.
Bibliografía consultada:
ESPECIALISTAS Y TRABAJADORES EN EL INGENIO DE AZÚCAR DE AGAETE (1503-1504) Mariano Gambín García
Testamento de Antón Cerezo, (Julio Sánchez Rodríguez y Enrique Pérez Herrero)
Testamento hermanas Cabrejas Betancourt
La conquista de Tamarant (Normando Moreno Santana).
Archivo histórico de la inquisición, museo canario.