FERNANDO EGEA RAMIREZ
(1908-1936) Delegado gubernativo para la zona norte en 1936.
Sus orígenes.
1931-1932
Fernando Egea Ramírez 1935
Es alto de cuerpo, de fuerte complexión. La luz inconfundible de la inteligencia ilumina su semblante. Su porte, pese al indumento ajado, es distinguido. (Federico Morena, el Heraldo de Madrid, 2-2-1932)
La primera referencia que he encontrado de este personaje, unido a la historia de Agaete, una buena parte de sus gente, a toda la zona norte de Gran Canaria y con un triste y trágico final, nos la da la prensa de Madrid de 6 de Agosto de 1931, donde aparece en tres periódicos su salida de prisión y puesta en libertad tras una detención gubernativa, por altercados revolucionarios sucedidos con anterioridad en la capital de España, organizados por la CNT, (Confederación Nacional o General del trabajo) de la que era militante, (Federico Morena 2-2-1932)
Hay que recordar que en Madrid y otras ciudades, desde el mes de mayo de 1931, se están produciendo graves altercados como el asalto, saqueo, la quema de iglesias y conventos, por exaltados de la CNT que ponen en jaque a la República.
No podemos afirmar que Egea estuviera implicado en estas acciones, pero su conocida simpatías por el anarquismo, su filiación a la CNT en aquellos años y que él mismo reconoce, hacen sospechar que su detención gubernativa, que no judicial y pase por la prisión provincial, tenga que ver con actuaciones de esta naturaleza.
En el mes de julio de 1931, se produce una huelga "salvaje" de los empleados de telefónica apoyada por la CNT, con la oposición de la UGT, que ordena a sus militantes sustituir a los huelguistas en sus puestos de trabajo. Son detenidos mas de 2000 personas por altercados, probablemente como se desprende de la noticia de su puesta en libertad, donde se hace referencia a algún empleado de telefónica, el joven Fernando debió estar implicado en alguno de ellos.
Diario La Voz 6 de agosto de 1931
Mientras en Agaete se bailaba la rama el 4 de Agosto de 1931, el joven estudiante de farmacia Fernando Egea Ramírez, de 23 años de edad, que probablemente ni siquiera sabía que existía un pueblo con ese nombre y que posteriormente marcaría su trágico destino, pasaba la mañana con los trámites para salir de la prisión provincial de Madrid.
Heraldo de Madrid 6-8-1931
El joven Fernando nace en Málaga en 1908, es hijo único, ( según el periodista Morena en la entrevista que le hacen en 1932) aunque la realidad confirmada por su hijo Fernando Egea Dos Santos, es que son cuatro hermanos en total, el mayor Manuel, Fernando, Gloria y Luis Egea, que fue alcalde de Majadahonda, fallecido en 1988.
Fernando pertenece a una familia acomodada venida a menos, su padre, D. Francisco Manuel Egea Egea, exportador de vinos, fue senador real por Málaga en la legislatura de 1923, y cuando la adversidad le mandó a la ruina, no quiso vivir de la caridad de su esposa y terminó divorciándose. Su madre de orígenes americanos, poseedora de una gran fortuna, que parece que también se esfumó, terminó "abrazando los amables brazos de la iglesia católica, paseando su pobreza por la calles de su Málaga natal." (El Heraldo 2-2-32)
Fernando tras terminar su carrera de farmacia en 1931, tiene varios ofrecimientos para trabajar o hacerse cargo de una oficina de farmacia, hasta siete según él, que tiene que ir declinando por estar "más tieso que un jamón", que es lo mismo que no tener un real para pagar el título que es indispensable para poder ejercer.
Egea lee en la prensa un artículo sobre las dificultades de los pobres una vez terminado los estudios para poder entrar en el mercado laboral, ya que la expedición de los títulos para poder ejercer las licenciaturas son demasiado caros, por lo que decide contar su particular historia al periodista Federico Morena, que tiene una columna en el diario el Heraldo de Madrid, titulada "República de Trabajadores".
Heraldo 2-2-32, Egea se queja de no poder pagarse el titulo para poder ejercer.
Le pide una entrevista al periodista, Morena acepta su solicitud y le entrevista en la sede del periódico, publicándose dicha historia el 2 de Febrero de 1932.
Egea;
-He leído su artículo "Un título caro. República de trabajadores". Y vengo a ofrecer «mi caso», por si le interesa y quiere seguir escribiendo...
El periodista;
-Le escucho. Hable usted con absoluta confianza.
A la pregunta de porque no acude a pedir ayuda a su padre, le contesta;
-no puede. (¿Está arruinado o tal vez no tiene ninguna relación?)
Morena le pregunta por su madre;
-¿Y su madre?,
Responde Egea;
-De mi madre, catolicísima señora, me separa la muralla infranqueable de una antagónica ideología. Soy hombre de ideas avanzadas. Pertenezco a la Confederación General del Trabajo. A mi madre debo parecerle un perfecto demonio. No costearía no ya mi título, que ni siquiera mi ataúd.
Cuando le pregunta por su círculo de amistades, revolucionarios en su mayoría, le contesta;
-son tan pobres como yo. Los títulos se pagan en diez plazos, siendo el primero de 410 pesetas.
-son tan pobres como yo. Los títulos se pagan en diez plazos, siendo el primero de 410 pesetas.
(Teniendo en cuenta que el salario medio estaba sobre las 280 pesetas mensuales, el título debería costar más que la carrera.)
El periodista sorprendido ante tanta penuria le pregunta que como vive y le contesta;
-Si fuese creyente le diría "Vivo de milagro", como no lo soy, no sé qué decirle.
-¿Y que va hacer? le pregunta el periodista;
-Lo ignoro. La miseria me cerca, me ahoga. Mis amigos hicieron una colecta... son pobres, mis recursos se han agotado completamente.... Acaso el gobierno.....
Recordé unas palabras alentadoras de Marcelino Domingo en su discurso de Albacete: (Ministro de Instrucción pública y bellas artes, posteriormente ministro de agricultura encargado de poner en marcha la reforma agraria de la República, escritor dramaturgo)
"La República ha sembrado España de escuelas, y antes de tres
años no habrá pueblo sin escuela, ni niño en agrupación escolar que no tenga maestro que le enseñe. Y del taller o de la fábrica, de la choza o de la barrancada, de donde quiera que haya un hombre con energía espiritual para ser una figura cumbre en los destinos de la raza, la República lo recogerá, lo amparará, lo llevará al Instituto, lo llevará a la Universidad, y arrancando su alma del yermo, y salvándole salvará a la aristocracia del espíritu, porque la democracia, teniendo su aristocracia de los mejores, se salvará ella también." Y esperanzado, me dirigí al ministerio de Instrucción Pública. No estaba allí Domingo; pero pensé que sería igual. El ministro de Instrucción Pública era el más indicado para prestarme el dinero preciso...
Marcelíno Domingo, ministro de Instrucción Pública y Manuel Azaña, prisioneros en el destructor Sánchez Barcaiztegui. Foto Alfonso (AGA)
El periodista se debió de encoger de hombros y le dice;
-¿Y que?.
Fernando contesta;
-Que he perdido el tiempo y la última esperanza. Aquí tiene usted a un desgraciado que quiere trabajar y no puede. A pesar de que España, como decía usted en su artículo, "ostenta el título, título caro si ha de ostentarse con toda dignidad", de «República de trabajadores ».
El periodista;
- ¿Y qué piensa hacer ahora?
Fernando;
-No sé..., no sé...
Yo no quiero vivir esta vida miserable. Poco a poco,insensiblemente, me deslizo, me deslizo... Cuando quiera darme cuenta seré un perfecto hampón... Este es mi caso. Todavía intentaré un supremo recurso. Voy a salir por esas calles con un cartel a cuestas en el que puedan las gentes leer mis desventuras. Acaso vibren en sus corazones un sentimiento de humanidad que me redima...
Fernando Egea Ramírez, estrecha nerviosamente la mano del periodista Federico Morena y se va apresuradamente, acaso a poner en práctica su luminosa idea.
El 4 de febrero dos días después de la publicación de la penurias del Sr. Egea el mismo diario publica un articulo bajo el titular :
EL CASO EGEA
"Con su título ya de licenciado en Farmacia
ha salido para Canarias, ventajosamente colocado."
Dice el periódico que la asistencia oficial de las instituciones de Instrucción Pública de la república, "ha sido perfectamente nula". En el ministerio de Instrucción Pública no ha encontrado el señor Egea la solución que afanosamente buscaba. Otra vez la iniciativa de los particulares ha suplido al desamparo oficial. Publicando una carta de Egea al periodista Federico Morena;
"Agradeceré la inserción de esta carta en HERALDO DE MADRID.
Ante todo, muchas gracias por el concepto que le merecí y por haber reflejado exactamente «mi caso», que es el de muchos compañeros.
He sacado mi título, no costeado por mi familia, precisamente; ni por el ministerio de Instrucción Pública. Mis compañeros, al conocer «mi caso», reunieron el dinero del título. Han contribuido a él estudiantes, catedráticos y farmacéuticos. La emoción que siento en estos momentos es tan intensa que con mi pluma no sabré expresar... Parto para Canarias, ventajosamente colocado. Muchas gracias.
Se ofrece en su nuevo destino de usted afectísimo y seguro servidor, F. Egea."
Ante todo, muchas gracias por el concepto que le merecí y por haber reflejado exactamente «mi caso», que es el de muchos compañeros.
He sacado mi título, no costeado por mi familia, precisamente; ni por el ministerio de Instrucción Pública. Mis compañeros, al conocer «mi caso», reunieron el dinero del título. Han contribuido a él estudiantes, catedráticos y farmacéuticos. La emoción que siento en estos momentos es tan intensa que con mi pluma no sabré expresar... Parto para Canarias, ventajosamente colocado. Muchas gracias.
Se ofrece en su nuevo destino de usted afectísimo y seguro servidor, F. Egea."
Egea personalmente se despide del periódico y del periodista y les comunica una anomalía observada en la tramitación de su titulo, que el periódico transmite al Ministerio de Instrucción pública, al pagar el título le han hecho pagar cincuenta pesetas "por derechos de prácticas para el tercer ejercicio del grado de licenciado en farmacia" , ejercicio que ni había practicado ni tenía la menor noticia de que existiera. Lo que hace pensar que se trata de una corruptela típica del funcionariado de la época.
La publicación del caso del Sr. Egea despertó una enorme simpatía y solidaridad, recibiendose en el periódico donativos muy elevados para la época como las 100 pesetas que aportó en una carta D. Martín Castaño desde León, obligando al periódico a publicar que ya no necesitaba más ayuda para costear el título de D. Fernando.
En esta carta de despedida reconoce la veracidad de la anterior publicada el 2 de febrero de 1932, donde se reconoce ser hijo de D. Francisco Manuel Egea Egea, senador por la provincia de Málaga en la legislatura de 1923, cuya documentación que figura en los archivos del senado es la siguiente:
Declaración de renta del padre de EGEA
Toma de posesión de senador
El análisis de estos artículos, nos da pistas de la personalidad de este personaje y nos ayuda a comprender el desarrollo de los acontecimientos posteriores que sucede en el breve espacio de tiempo, cuatro años, 1932, a 1936, durante su estancia en Agaete (Gran Canaria).
CAPÍTULO II
Farmacéutico de Agaete. 1932-1935
Agaete años treinta.
Una vez solucionados los problemas de la tramitación de su título de farmacéutico, Fernando a pesar de tener varias ofertas de trabajo en la península, probablemente dejándose llevar por su joven espíritu revolucionario aventurero, y o romper con su pasado, pone tierra por medio, elije la más lejana, las islas Canarias y un pueblo que se llama Agaete que debió buscarlo en un mapa para ver donde estaba. En el mes de marzo de 1932, llega a la localidad procedente de su Málaga natal para hacerse cargo de la farmacia, propiedad de los huérfanos del anterior farmacéutico titular, D. Fermín Martínez.
Así lo comentaba la prensa local que lo califica de culto y brillante periodista:
La voz del Norte de 13-3-1932
De entrada se hospeda en la pensión sita en a plaza de Tomás Morales, actual "Bar Medina", propiedad de D. Juan Luis Medina y su esposa Doña Paca, padres del que fuera Juez de Paz D. Rafael Medina.
En conversación con D. Rafael, recuerda perfectamente aquel joven espigado con acento andaluz, simpático, de modales exquisitos, extremadamente culto, en un pueblo donde más de la mitad de la población era analfabeta. La llegada de aquel joven de 24 años, soltero y el buen porte del farmacéutico, produjo un fuerte alboroto entre las féminas del pacífico y tranquilo pueblo de Agaete, no quedó mujer que no pasara por la farmacia sita en la calle la Cruz, para ver al mozo, aunque solo fuese a preguntar el precio de las aspirinas.
Pensión "Medina" donde se hospedaba Egea cuando llegó en 1932.
En conversación con D. Rafael, recuerda perfectamente aquel joven espigado con acento andaluz, simpático, de modales exquisitos, extremadamente culto, en un pueblo donde más de la mitad de la población era analfabeta. La llegada de aquel joven de 24 años, soltero y el buen porte del farmacéutico, produjo un fuerte alboroto entre las féminas del pacífico y tranquilo pueblo de Agaete, no quedó mujer que no pasara por la farmacia sita en la calle la Cruz, para ver al mozo, aunque solo fuese a preguntar el precio de las aspirinas.
Solicitud de apertura de la farmacia que dirige D. Fernando al ayuntamiento de Agaete.
En la pensión coincide con el recién incorporado médico de la localidad D. Víctor Mendiola, con el que establece una íntima amistad que dura hasta su detención y su trágica muerte.
Aquellos primeros tiempos transcurren en su farmacia mortero y pistilo en mano, atendiendo y tratando las dolencias de las gentes de Agaete, con más imaginación que otra cosa, por la pobreza de la mayor parte de los culetos, que no podían acceder o pagar los nuevos fármacos que empezaban a llegar de la incipiente industria farmacéutica y porque la farmacología estaba basada en fórmulas magistrales que D. Víctor Mendiola recetaba y Egea preparaba.
Dicen que como buen andaluz era muy divertido y como joven no se perdía un baile de la comarca.
En uno de esos bailes, concretamente en uno de carnaval de febrero de 1933, conoce a una joven guiense de 18 años, llamada Herminia Dos Santos Alemán, nacida el 4 de diciembre de 1914. Cuentan los que la conocieron que a pesar de su aspecto dulce y afable, tenía un carácter fuerte, una determinación y tenacidad incuestionables, lo que unido a una belleza natural debieron prendar a Fernando, iniciándose un noviazgo, cuenta su hijo que se escribían todos los días ya que ella residía en Guía y el en Agaete.
El 24 de febrero de 1935, se casan por lo civil, una de las primeras bodas civiles que hay en Canarias, trasladándose el nuevo matrimonio a vivir a la misma casa donde estaba situada la farmacia, calle la Cruz, colaborando Herminia en las labores de la farmacia.
Foto de la boda en 1935
En 1935, los farmacéuticos de la isla deciden asociarse para luchar contra los monopolios que controlan la comercialización de los medicamentos. Para tal fin, el farmacéutico D. Francisco Arencibia Cabrera, padre de nuestro querido farmacéutico D. Federico Arencibia, se traslada a Agaete al objeto de informar a D. Fernando Egea sobre los objetivos e invitarle a participar en el proyecto. De la mano de Egea conoce la localidad y su célebre balneario de aguas termales de los Berrazales. El domingo 10 de marzo de 1935, los farmacéuticos se reúnen en el Circulo Mercantil de Las Palmas y crean la cooperativa farmacéutica Canaria, COFARCA. Fernando Egea es miembro de la cooperativa como socio fundador.
Comida de los farmacéuticos fundadores de la COFARCA en 1935-36, en el circulo F. Egea.
D. Federico con su padre, D. Federico Arencibia Cabrera.
Vivienda donde estaba situada la farmacia en los años treinta del siglo XX, c/ XIII de Septiembre nº 4.
Plano de la farmacia y demás dependencias de la casa.
A Egea de debió de sorprender las enormes desigualdades sociales que se vivían en aquel Agaete, donde un par de terratenientes que residían en Las Palmas, eran propietarios de la mayor parte de las tierras, fueran o no de cultivo, que junto a otra serie de medianos propietarios locales, eran los dueños de las abundantes aguas con la que la naturaleza dotó al Valle de Agaete. Aguas con las que especularon a su libre antojo, prefiriendo en muchas ocasiones dejarla correr por el barranco o venderla a los pueblos limítrofes, como sucede en la actualidad, antes de que la pudieran usar los asalariados, arrendatarios o jornaleros de la localidad para sus pequeños huertos.
Dado su espíritu revolucionario, su anterior militancia en organizaciones políticas de izquierda anarquista y sus inquietudes, Egea primero y con la ayuda de su valiente esposa posteriormente, comienza a colaborar en la organización de las clases trabajadoras del pueblo, escasamente movilizadas hasta ese momento, en esta labor colaboran algunos de los maestros de las escuelas de la localidad.
Egea no entiende que el agua, un bien escaso y público, en todo el estado español asociada a la tierra, en Canarias esté en manos privadas de los terratenientes que especulan con ella. El matrimonio asesora a los jornaleros sobre sus derechos laborales y en el conflicto por el agua, lo que le empieza a crear numerosa enemistades entre los propietarios de tierras y agua.
Egea, junto con el SOVA, siglas del Sindicato o Sociedad de Oficios Varios de Agaete, que se crea en mayo de 1932, organizan a los jornaleros y trabajadores, su primera sede se encuentra en el Barranquillo, actual calle Francisco de Armas, más tarde a la calle El Canario nº 9 y en 1934, pasa a la calle La Cruz, nº 20.
Documentos del SOVA de Agaete
El asentamiento del SOVA en Agaete con numerosos afiliados, hasta 500 según algún estudio, bajo la esperanza del reparto de tierras y del trabajo, despertó suspicacias y activa oposición de las derechas, como puede constatarse por los incidentes registrados el 15 de junio de 1932, en un mitin, que según el periódico la Voz Obrera;
"debió suspenderse ante las provocaciones de elementos perturbadores". El tardío recurso a la Guardia Civil por parte del alcalde le valió la suspensión en sus funciones, protestada por la sociedad La Luz y por particulares que se dirigieron al Ministro de Gobernación. La posterior mediación del diputado Guerra del Río en favor del alcalde permitió remansar las aguas" (La voz Obrera 4-6- 1932 EL ASOCIACIONISMO OBRERO EN GRAN CANARIA DURANTE LA 11 REPÚBLICA POR MANUEL FERRER MUÑOZ)
Diputado por Las Palmas Eduardo Suárez Morales en un mitín.
Solicitud de mitin del Frente Popular, diputado comunista Eduardo Suárez (archivo municipal de Agaete)
Solicitud de mitin de la derecha, Partido Popular Agrario de Agaete
A su vez los propietarios de tierras se agrupan en el Sindicato Agrícola, en defensa de la propiedad privada de sus tierras y el agua.
Un reguero de mítines de líderes sindicales de la isla se suceden desde mayo de 1932, mayormente líderes obreros vinculados al partido socialista y comunista.
Por la sede del SOVA en el "barranquillo", pasa a dar un mitin, D. Juan Negrín, que después fue Presidente del gobierno de la república, la división entre las derechas y las izquierdas en Agaete se van acentuando.
La procesión de la patrona del pueblo, la virgen de la Concepción en 1932, es suspendida por el Gobernador Civil republicano a petición de la izquierda local, lo que enrarece la convivencia. La virgen es sacada por la fuerza por un numeroso grupo de vecinos y el párroco se ve obligado a denunciarlo al alcalde.
Telegrama en que el Gobernador civil prohíbe la procesión de la patrona del pueblo y escrito del párroco comunicando el incidente de la salida de virgen sin su autorización.
La convivencia se va deteriorando día a día entre las dos España y los dos Agaete, el Teniente alcalde de la gestora republicana que dirige el ayuntamiento de la localidad, Antonio Bermúdez, solicita licencia de arma corta, ante el clima de amenazas y división.
Autorizando al Tte. Alcalde para portar arma corta para su defensa.
Telegrama del Gobierno Civil de febrero de 1936, prohibiendo los actos de propaganda política por razones de orden público, (archivo municipal de Agaete)
Las esperanzas de mejorar las miserables condiciones de vida de los jornaleros con la reforma agraria que la república quiso imponer, nunca llegó a Agaete. Este fracaso de la reforma agraria trajo años de agitación social, caldo de cultivo para los trágicos acontecimientos que se producen a partir de Julio de 1936.
Documentos relativos a la farmacia de D. Fernando Egea:
Inventario de la farmacia.
Primera cuota al Colegio de Farmacéuticos de Las Palmas.
Nombramiento de colegiado numerario , del Colegio Oficial de farmacéuticos de Las Palmas.
Inscripción literal partida nacimiento de Fernando Egea Ramírez.
Certificados de buena conducta de Fernando Egea Ramírez.
El Golpe de estado y la resistencia.
JULIO 1936
En Mayo de 1936, tras el triunfo del Frente Popular, Don Fernando Egea es nombrado Delegado Gubernativo para la zona de Arucas, Guía, Gáldar y Agaete, con competencias de orden público y mando sobre las Fuerzas de seguridad de la república y los alcaldes. Cuya principal función es mantener el orden en el Partido Judicial y hacer cumplir las leyes de la República.
Escrito del Gobernador Civil al alcalde, recordando la obligación de mantener el orden público ante los desmanes que están ocurriendo. (archivo municipal)
Fernando Egea, como Delegado Gubernativo del norte y el diputado comunista Eduardo Suárez Morales, organizan la resistencia contra los golpistas, decretan la huelga general desde el mismo día 18, decomisan gasolineras, explosivos, camiones y demás vehículos de la zona, trasladando a Arucas a los militantes y voluntarios republicanos de toda la comarca, junto con las armas que pueden requisar y explosivos del polvorín de Guía.
Mientras, su esposa Herminia se dirige en coche a la Aldea donde coge una falúa que le lleva a Las Palmas para ver la situación, e intentar entrevistarse con el gobernador Civil, observando que está tomada por los militares, regresando a Arucas donde informa a su esposo.
Se producen las primera escaramuzas la tarde del 18 de julio, con un grupo de falangistas, apoyados por el amplio sector oligárquico relacionado con las organizaciones agrarias plataneras y de caña de azúcar que existe en Arucas. Los republicanos vuelan los puentes de Tenoya, San Andrés y los Granadillos, para obstaculizar la llegada de apoyos desde Las Palmas.
A pesar de todo, la tarde del 18 de julio, una columna militar, al mando del Capitán de Artillería DON MANUEL PARDO OCHOA , están ya en las calles de Arucas, para tratar de sofocar el foco de resistencia, en vista que los republicanos no tienen intención de entregarse y los militares son recibidos a tiros, esperan a la mañana siguiente que llega una pieza de artillería y refuerzos al mando del Comandante de Artillería SEÑOR HERNÁNDEZ FRANCÉS. Los republicanos se repliegan y ofrecen resistencia desde las azoteas del ayuntamiento y el mercado, tras un fuerte tiroteo, basta un solo cañonazo, del que se conserva el impacto en la fachada del ayuntamiento de Arucas, para que los republicanos se den cuenta de la superioridad del adversario y salgan en retirada, en dirección a la "Cuesta Silva", donde intenta formar otra línea de defensa.
Mientras en los pueblos de Gáldar y Agaete, los leales a la república, por orden del Sr. Egea, proceden a la detención preventiva de todos los elementos que tenían relación con acción católica, partidos de la derecha y falangistas. En Agaete es la esposa de Egea, la joven Herminia quien traslada las órdenes de su esposo y dirige a los republicanos en su ausencia mientras se encuentra en Arucas y Guía, dirigiendo la resistencia.
Mi propio padre, José Santana Medina, aun siendo un niño, guarda el recuerdo de la detención de D. Gabriel de Armas Medina, joven Abogado de 21 años, militante de Acción Católica, hermano del escultor y ex alcalde de la Villa, D. José de Armas, miembro de una de las familias de terratenientes de la localidad y el revuelo que se formó en la calle. Se encontraba D. Gabriel en la casa sita en la Calle Guayarmina número 6, frente a la casa de mi padre, en casa de sus tías, conocidas por "las niñas Medina", Dña. Gabriela y Dña. Juana.
Guayarmina 6, casa de las "niñas Medina", donde se produce la detención de Gabriel de Armas.
Varios republicanos escopeta de caza en mano se presentaron en el lugar, lo invitaron a salir bajo la amenaza de tirar la puerta al suelo, saliendo primero sus tías que comenzaron a insultar a los milicianos, cuando sale Gabriel es detenido, le dicen que queda detenido "para aplicarle la justicia popular", mientras las tías forcejean con los republicanos, hasta que Gabriel dando fuertes gritos y con el temperamento de los Armas, les dice; "tranquilas tías, que puedo temer si me llevan detenido a la casa donde nací", palabras que se le quedaron grabadas para siempre en la memoria a mi padre y de todos los presentes.
Se refiere D. Gabriel al actual ayuntamiento, que anteriormente fue vivienda familiar de los Armas, hasta su alquiler primero y venta posterior al pueblo de Agaete, donde llevaron a los detenidos, otros los encerraron en el actual centro cultural en aquellos momentos casino "La Luz".
"En su juventud, en los días y meses que precedieron al Movimiento fue un infatigable propagandista de la Acción Católica. El 18 de julio estaba en la cárcel de su pueblo Agaete y con el Rosario en la mano llegó a vislumbrar la idea de fecundar con su sangre el granito de mostaza que es la Iglesia." (JUAN VALLET DE GOYTISOLO, In memoria a Gabriel de Armas 1976)
Sobre estas detenciones hay muchas anécdotas, como la de Vicente Alemán, mayordomo en las fincas de un terrateniente, que pasó dos días escondido dentro de un bidón en casa de un familiar para evitar su detención, o Juan García que se encontraba trabajando en su "cacho de plataneras", en las proximidades de la "Torre" y cuando vio venir a los republicanos escopetas en mano, huyó Lomo el Manco arriba, pasando varios días escondido en Tamadaba.
Otra de las anécdotas curiosas es que cuando el encargado de abrir la ermita de las Nieves, la abre el día 19 de Julio, observa que el cuadro de la Virgen de Las Nieves había desaparecido, la noticia corrió por el pueblo como la pólvora, pero la tranquilidad del párroco ante el hecho, hizo sospechar que no era tan grave el asunto. Días después cuando la tranquilidad volvió al pueblo, milagrosamente el cuadro vuelve aparecer en su tradicional lugar de su ermita, como bien contó el Sacerdote, hijo del pueblo, D. Agustín Álamo Álamo, en el pregón de las fiestas de 1995, el cuadro pasó unas pequeñas vacaciones envuelto en sábanas en un ropero de su casa, sita frente a la entrada a la sacristía de la iglesia de la Concepción, por si algún miliciano exaltado le diera por poner en marcha la manía que circulaba por el país de pegarle fuego a las cosas divinas.
En Gáldar, organiza la resistencia al golpe militar, bajo las órdenes de Egea, el consejero del Cabildo Insular, Pedro Delgado Quesada, los republicanos, junto con la Guardia Civil que en un primer momento permanecieron leales a la República, procedieron a la detención de los falangistas y dirigentes destacados de la derecha, encerrándolos en el actual casino, que se convirtió en Cuartel general de los Republicanos durante los cuatro días que duró la resistencia.
De Agaete parte un camión hacia la Cuesta Silva con leales a la república y a Egea, armados con escopetas de caza, llevando el cañón o culebrina que se usaba para las salvas a la virgen el día 5 de agosto, según los testimonios de ellos mismos que se conservan en las alegaciones en el Consejo de Guerra. Por el camino los sobrevuela una avioneta que lanza octavillas conminando a la zona a la rendición, por lo que muchos se lo piensan y regresan al pueblo, buena parte de ellos fueron detenidos posteriormente, encerrados en los campos de concentración o desaparecidos.
El día 21, por el mar, el cañonero de la Armada Arcila, al mando del teniente de navío Fernando Balén García, desde las seis de la mañana, cañonea toda la costa para provocar el desánimo de los leales a la república y provocar el pánico de la población. Una de los lugares que más impactos recibió fue la zona del Gallego, en lo alto de la cuesta de Silva, desde donde Egea pensaba resistir, también recibe disparos con el fin de intimidar a las poblaciones, la Montaña de Gáldar y Amagro.
El Arcila, desde el primer momento se unió al golpe militar del 18 de Julio de 1936, aunque en días posteriores hubo un intento de recuperación del buque por parte de miembros leales al gobierno de la República Española, pero fue rápidamente sofocado por el 2º de a bordo, el Alférez de Navío Gabriel Pita da Veiga, deteniendo a bordo, con la ayuda de un cabo y varios marineros al comité republicano del buque, abortando así el plan que habían proyectado.
Cuentan que las gente de Agaete, sobre todo las de San Sebastián, en cuando veían asomar por la punta de las Salinas el cañonero, colocaban sábanas blancas en las azoteas en señal de rendición y paz.
El guardacosta Arcila lleva como segundo a bordo, al Alférez de navío de 27 años, Gabriel Pita da Veiga y Sanz, que llegaría a almirante y ministro de Marina en el periodo 1973-1977. Pita dimitió como ministro del presidente Suárez por no estar de acuerdo cuando este legalizó en partido comunista.
El Arcila atraca en el Puerto de Sardina y negocia con los alcaldes de Guía, Gáldar y Arucas la rendición incondicional de los municipios, quedando como rehenes y detenidos a bordo del buque junto con varios concejales, bajando a tierra militares, un sargento de la Guardia Civil (Sargento Olegario) y un grupo de falangistas, que se dirigen al casino de Gáldar, ponen en libertad a los allí detenidos por los republicanos, nombran nuevas juntas gestoras y alcaldes para la comarca. Posteriormente, también el alcalde accidental republicano de Agaete, el maestro D. Miguel Pérez, ante la amenaza de ser bombardeada la localidad desde el mar, por los cañones de 76 mms. del Arcila, negocia la entrega incondicional de la Villa ante los mandos del guardacostas, donde queda detenido el comisionado que envía.
Esto produce mucha frustración en los republicanos del pueblo de Agaete y del Valle, que se presentan en el ayuntamiento con latas de gasolina en mano con la intención de pegarle fuego con los detenidos de la derecha aun dentro, personándose Egea y Dña. Herminia Dos Santos, según testimonios, pistola en alto, haciendo gala de su fuerte carácter, obligando a poner en libertad a todos y ordenando la retirada. Según la tradición oral las palabras de Herminia fueron ; "aquí no se mata a nadie, la batalla está perdida". Otra de las frases que se le atribuyen a D. Fernando Egea en ese momento es; "Por las ideas se muere pero no se debe matar", ordenando que todo el mundo se retirara y se pusiera en libertad a los detenidos. Y así sucedió, durante estos convulsos cuatro días no murió nadie en la zona norte a pesar de la gravedad de los sucesos.
El 22 de Julio, los organizadores de la resistencia ciudadana, el diputado a Cortes Eduardo Suárez Morales, el farmacéutico y delegado del Gobierno en la Zona Norte, Fernando Egea Ramírez, su mujer, Herminia Dos Santos Alemán, y el consejero del Cabildo Insular, Pedro Delgado Quesada, ante la imposibilidad de resistir, por el enorme poderío militar al que se enfrentaban, con los falangistas buscándolos, sigilosamente consiguen una falúa en el puerto de las Nieves, la "María", dedicada al transporte de personas y mercancías entre Agaete y la Aldea, propiedad de "Manuel Marrón", patroneada por un tal "Ceballito", se dirigen a un lugar entre la Gomera y Gran Canaria con el fin de subirse a algún barco que navegue por aguas internacionales, al parecer portugués, para intentar llegar a la costa africana.
Falúas que se dedicaban en los años treinta al transporte regular, de personas y cargas entre Agaete y la Aldea. (autor desconocido)
Al siguiente día no aparece nadie a recogerlos como habían acordado. La víspera de Santiago, 24 de julio de 1936, al amanecer, quien se persona es el guarda costa Arcila, que ya tenía la confidencia de que los buscados estaban allí, tras lanzar varios cañonazos de advertencias, bajan a tierra Pita Da Veiga, un Sargento de la Guardia Civil y una sección de falangistas, procediendo a la detención de Egea y sus acompañantes, siendo trasladados a Las Palmas.
Escrito en el que el Comandante Militar ordena la desmovilización de Manuel Suárez Ceballos (Ceballito), (archivo Municipal.).
Es evidente que los militares tenían la confidencia de que Egea y los suyos se encontraban en la citada playa. "Ceballito" nunca reconoció haber sido el confidente a pesar de ser el principal sospechoso, incluso años después llegó a entrevistarse con Dña. Herminia, negándolo, manifestándole que él se personó al día siguiente en el lugar donde habían acordado, no encontrándolos.
La cuestión es que "Ceballitos" nunca fue detenido a pesar de que toda la falange de Agaete sabía que había sido él, el que había transportado a los fugados y según consta en los documentos municipales, pocos días después fue movilizado y desmovilizado, librándose de ir a la guerra, retornando a su puesto de motorista de la falúa que hacía el recorrido Agaete-La Aldea.
Así lo relata el Coronel de Ingenieros José M. Pinto en su libro de 1944, sobre "el regimiento en la Campaña de Liberación."
"A la una hora de este día 24, salió de Las Palmas para Arguineguín el guardacostas ARCILA, en el que el día anterior había habido un complot para apoderarse del buque a la salida a la mar, por lo que fueron detenidos los promotores, reaccionando la casi totalidad de la dotación de marinería con gran espíritu militar y subordinación al mando. El objeto del viaje era perseguir a unos marxistas refugiados entre Arguineguin y Cabo Descojonado, a cuyo efecto en Arguineguín y Tasartico, recogieron elementos de orden, y con ellos a bordo llegaron al lugar denominado "Barranco del Asno" donde las confidencias aseguraban la presencia de los marxistas: a las 11 horas y frente a este barranco se hicieron cuatro disparos de cañón, observando cómo huían algunos hombres. Desembarcados algunos de los paisanos armados con marinería, capturaron a dos hombres y una mujer, que resultaron ser un diputado comunista, un dirigente y su esposa. Luego regresaron a Las Palmas. "
La Prensa, Santa Cruz 31 de Mayo de 1936
Comunicación del nombramiento de D. Fernando Egea como Delegado Gubernativo de la localidad. (Archivo municipal)
Desde febrero de 1936 el país vive convulso, oleadas de huelgas salvajes, violencia política, desórdenes públicos. Un partido que era marginal, la Falange, a raíz de la victoria del Frente Popular, recibe una avalancha de jóvenes procedentes de partidos derechistas dispuestos al uso de la violencia por la defensa de la Patria, la religión y sus ideales de corte fascistas.
Se sucedían los atentados, los asesinatos..., a cada uno de un bando, se sucedía otro peor del otro.
Se sucedían los atentados, los asesinatos..., a cada uno de un bando, se sucedía otro peor del otro.
El joven anarquista evoluciona y Don Fernando Egea es presidente de la agrupación socialista local (PSOE) en junio de 1936, relanzando el partido, creado un nuevo reglamento adaptándolo a las tácticas de la Unión General de Trabajadores de España (UGT) y en defensa de los derechos reconocidos en la Constitución del Estado.
Desafortunadamente apenas un mes después, tras el golpe de estado, es detenido y fusilado.
Escrito del Gobernador Civil al alcalde, recordando la obligación de mantener el orden público ante los desmanes que están ocurriendo. (archivo municipal)
Los altos mandos del Ejército, de los que una buena parte nunca aceptaron la victoria del Frente Popular, gestan un golpe de estado desde el día siguiente a las elecciones de Febrero de 1936, llevándolo a su culminación el 18 de Julio.
Franco en Las Palmas el 17 de Julio de 1936.
Fernando Egea, como Delegado Gubernativo del norte y el diputado comunista Eduardo Suárez Morales, organizan la resistencia contra los golpistas, decretan la huelga general desde el mismo día 18, decomisan gasolineras, explosivos, camiones y demás vehículos de la zona, trasladando a Arucas a los militantes y voluntarios republicanos de toda la comarca, junto con las armas que pueden requisar y explosivos del polvorín de Guía.
Mientras, su esposa Herminia se dirige en coche a la Aldea donde coge una falúa que le lleva a Las Palmas para ver la situación, e intentar entrevistarse con el gobernador Civil, observando que está tomada por los militares, regresando a Arucas donde informa a su esposo.
Se producen las primera escaramuzas la tarde del 18 de julio, con un grupo de falangistas, apoyados por el amplio sector oligárquico relacionado con las organizaciones agrarias plataneras y de caña de azúcar que existe en Arucas. Los republicanos vuelan los puentes de Tenoya, San Andrés y los Granadillos, para obstaculizar la llegada de apoyos desde Las Palmas.
Los puentes volados, la Provincia 21 de Agosto de 1983
Impacto de cañón que aun se conserva en la fachada del ayuntamiento de Arucas
Mientras en los pueblos de Gáldar y Agaete, los leales a la república, por orden del Sr. Egea, proceden a la detención preventiva de todos los elementos que tenían relación con acción católica, partidos de la derecha y falangistas. En Agaete es la esposa de Egea, la joven Herminia quien traslada las órdenes de su esposo y dirige a los republicanos en su ausencia mientras se encuentra en Arucas y Guía, dirigiendo la resistencia.
Mi propio padre, José Santana Medina, aun siendo un niño, guarda el recuerdo de la detención de D. Gabriel de Armas Medina, joven Abogado de 21 años, militante de Acción Católica, hermano del escultor y ex alcalde de la Villa, D. José de Armas, miembro de una de las familias de terratenientes de la localidad y el revuelo que se formó en la calle. Se encontraba D. Gabriel en la casa sita en la Calle Guayarmina número 6, frente a la casa de mi padre, en casa de sus tías, conocidas por "las niñas Medina", Dña. Gabriela y Dña. Juana.
Guayarmina 6, casa de las "niñas Medina", donde se produce la detención de Gabriel de Armas.
Varios republicanos escopeta de caza en mano se presentaron en el lugar, lo invitaron a salir bajo la amenaza de tirar la puerta al suelo, saliendo primero sus tías que comenzaron a insultar a los milicianos, cuando sale Gabriel es detenido, le dicen que queda detenido "para aplicarle la justicia popular", mientras las tías forcejean con los republicanos, hasta que Gabriel dando fuertes gritos y con el temperamento de los Armas, les dice; "tranquilas tías, que puedo temer si me llevan detenido a la casa donde nací", palabras que se le quedaron grabadas para siempre en la memoria a mi padre y de todos los presentes.
Gabriel de Armas, (de su libro Pildain Obispo de Canarias 1976)
Se refiere D. Gabriel al actual ayuntamiento, que anteriormente fue vivienda familiar de los Armas, hasta su alquiler primero y venta posterior al pueblo de Agaete, donde llevaron a los detenidos, otros los encerraron en el actual centro cultural en aquellos momentos casino "La Luz".
"En su juventud, en los días y meses que precedieron al Movimiento fue un infatigable propagandista de la Acción Católica. El 18 de julio estaba en la cárcel de su pueblo Agaete y con el Rosario en la mano llegó a vislumbrar la idea de fecundar con su sangre el granito de mostaza que es la Iglesia." (JUAN VALLET DE GOYTISOLO, In memoria a Gabriel de Armas 1976)
Sobre estas detenciones hay muchas anécdotas, como la de Vicente Alemán, mayordomo en las fincas de un terrateniente, que pasó dos días escondido dentro de un bidón en casa de un familiar para evitar su detención, o Juan García que se encontraba trabajando en su "cacho de plataneras", en las proximidades de la "Torre" y cuando vio venir a los republicanos escopetas en mano, huyó Lomo el Manco arriba, pasando varios días escondido en Tamadaba.
Otra de las anécdotas curiosas es que cuando el encargado de abrir la ermita de las Nieves, la abre el día 19 de Julio, observa que el cuadro de la Virgen de Las Nieves había desaparecido, la noticia corrió por el pueblo como la pólvora, pero la tranquilidad del párroco ante el hecho, hizo sospechar que no era tan grave el asunto. Días después cuando la tranquilidad volvió al pueblo, milagrosamente el cuadro vuelve aparecer en su tradicional lugar de su ermita, como bien contó el Sacerdote, hijo del pueblo, D. Agustín Álamo Álamo, en el pregón de las fiestas de 1995, el cuadro pasó unas pequeñas vacaciones envuelto en sábanas en un ropero de su casa, sita frente a la entrada a la sacristía de la iglesia de la Concepción, por si algún miliciano exaltado le diera por poner en marcha la manía que circulaba por el país de pegarle fuego a las cosas divinas.
En Gáldar, organiza la resistencia al golpe militar, bajo las órdenes de Egea, el consejero del Cabildo Insular, Pedro Delgado Quesada, los republicanos, junto con la Guardia Civil que en un primer momento permanecieron leales a la República, procedieron a la detención de los falangistas y dirigentes destacados de la derecha, encerrándolos en el actual casino, que se convirtió en Cuartel general de los Republicanos durante los cuatro días que duró la resistencia.
Ayuntamiento de Agaete , antigua casa familiar de los Armas.
De Agaete parte un camión hacia la Cuesta Silva con leales a la república y a Egea, armados con escopetas de caza, llevando el cañón o culebrina que se usaba para las salvas a la virgen el día 5 de agosto, según los testimonios de ellos mismos que se conservan en las alegaciones en el Consejo de Guerra. Por el camino los sobrevuela una avioneta que lanza octavillas conminando a la zona a la rendición, por lo que muchos se lo piensan y regresan al pueblo, buena parte de ellos fueron detenidos posteriormente, encerrados en los campos de concentración o desaparecidos.
Recreación de la suelta de octavillas sobre Agaete, pidiendo la rendición.
El día 21, por el mar, el cañonero de la Armada Arcila, al mando del teniente de navío Fernando Balén García, desde las seis de la mañana, cañonea toda la costa para provocar el desánimo de los leales a la república y provocar el pánico de la población. Una de los lugares que más impactos recibió fue la zona del Gallego, en lo alto de la cuesta de Silva, desde donde Egea pensaba resistir, también recibe disparos con el fin de intimidar a las poblaciones, la Montaña de Gáldar y Amagro.
El Arcila, desde el primer momento se unió al golpe militar del 18 de Julio de 1936, aunque en días posteriores hubo un intento de recuperación del buque por parte de miembros leales al gobierno de la República Española, pero fue rápidamente sofocado por el 2º de a bordo, el Alférez de Navío Gabriel Pita da Veiga, deteniendo a bordo, con la ayuda de un cabo y varios marineros al comité republicano del buque, abortando así el plan que habían proyectado.
El Arcila 1936
Cuentan que las gente de Agaete, sobre todo las de San Sebastián, en cuando veían asomar por la punta de las Salinas el cañonero, colocaban sábanas blancas en las azoteas en señal de rendición y paz.
El guardacosta Arcila lleva como segundo a bordo, al Alférez de navío de 27 años, Gabriel Pita da Veiga y Sanz, que llegaría a almirante y ministro de Marina en el periodo 1973-1977. Pita dimitió como ministro del presidente Suárez por no estar de acuerdo cuando este legalizó en partido comunista.
Almirante Pita Da Veiga
El Arcila atraca en el Puerto de Sardina y negocia con los alcaldes de Guía, Gáldar y Arucas la rendición incondicional de los municipios, quedando como rehenes y detenidos a bordo del buque junto con varios concejales, bajando a tierra militares, un sargento de la Guardia Civil (Sargento Olegario) y un grupo de falangistas, que se dirigen al casino de Gáldar, ponen en libertad a los allí detenidos por los republicanos, nombran nuevas juntas gestoras y alcaldes para la comarca. Posteriormente, también el alcalde accidental republicano de Agaete, el maestro D. Miguel Pérez, ante la amenaza de ser bombardeada la localidad desde el mar, por los cañones de 76 mms. del Arcila, negocia la entrega incondicional de la Villa ante los mandos del guardacostas, donde queda detenido el comisionado que envía.
Dibujo del Arcila
Esto produce mucha frustración en los republicanos del pueblo de Agaete y del Valle, que se presentan en el ayuntamiento con latas de gasolina en mano con la intención de pegarle fuego con los detenidos de la derecha aun dentro, personándose Egea y Dña. Herminia Dos Santos, según testimonios, pistola en alto, haciendo gala de su fuerte carácter, obligando a poner en libertad a todos y ordenando la retirada. Según la tradición oral las palabras de Herminia fueron ; "aquí no se mata a nadie, la batalla está perdida". Otra de las frases que se le atribuyen a D. Fernando Egea en ese momento es; "Por las ideas se muere pero no se debe matar", ordenando que todo el mundo se retirara y se pusiera en libertad a los detenidos. Y así sucedió, durante estos convulsos cuatro días no murió nadie en la zona norte a pesar de la gravedad de los sucesos.
Diario Acción de 22 de Julio de 1936
El 22 de Julio, los organizadores de la resistencia ciudadana, el diputado a Cortes Eduardo Suárez Morales, el farmacéutico y delegado del Gobierno en la Zona Norte, Fernando Egea Ramírez, su mujer, Herminia Dos Santos Alemán, y el consejero del Cabildo Insular, Pedro Delgado Quesada, ante la imposibilidad de resistir, por el enorme poderío militar al que se enfrentaban, con los falangistas buscándolos, sigilosamente consiguen una falúa en el puerto de las Nieves, la "María", dedicada al transporte de personas y mercancías entre Agaete y la Aldea, propiedad de "Manuel Marrón", patroneada por un tal "Ceballito", se dirigen a un lugar entre la Gomera y Gran Canaria con el fin de subirse a algún barco que navegue por aguas internacionales, al parecer portugués, para intentar llegar a la costa africana.
Falúas que se dedicaban en los años treinta al transporte regular, de personas y cargas entre Agaete y la Aldea. (autor desconocido)
La tradición oral habla de que por falta de combustible o una avería simulada, en la sentencia del Consejo de Guerra habla de "falta de aguja", que en términos marineros es falta de brújula, "Ceballito" les deja en una cueva de la playa del Asno, barranco de Tasartíco, quedando en venir a recogerlos al siguiente día, ya preparado para un largo viaje, con brújula, gasolina y cartas de navegación.
Playa del Asno, Barranco de Tasartico
Al siguiente día no aparece nadie a recogerlos como habían acordado. La víspera de Santiago, 24 de julio de 1936, al amanecer, quien se persona es el guarda costa Arcila, que ya tenía la confidencia de que los buscados estaban allí, tras lanzar varios cañonazos de advertencias, bajan a tierra Pita Da Veiga, un Sargento de la Guardia Civil y una sección de falangistas, procediendo a la detención de Egea y sus acompañantes, siendo trasladados a Las Palmas.
Escrito en el que el Comandante Militar ordena la desmovilización de Manuel Suárez Ceballos (Ceballito), (archivo Municipal.).
Es evidente que los militares tenían la confidencia de que Egea y los suyos se encontraban en la citada playa. "Ceballito" nunca reconoció haber sido el confidente a pesar de ser el principal sospechoso, incluso años después llegó a entrevistarse con Dña. Herminia, negándolo, manifestándole que él se personó al día siguiente en el lugar donde habían acordado, no encontrándolos.
La cuestión es que "Ceballitos" nunca fue detenido a pesar de que toda la falange de Agaete sabía que había sido él, el que había transportado a los fugados y según consta en los documentos municipales, pocos días después fue movilizado y desmovilizado, librándose de ir a la guerra, retornando a su puesto de motorista de la falúa que hacía el recorrido Agaete-La Aldea.
Así lo relata el Coronel de Ingenieros José M. Pinto en su libro de 1944, sobre "el regimiento en la Campaña de Liberación."
"A la una hora de este día 24, salió de Las Palmas para Arguineguín el guardacostas ARCILA, en el que el día anterior había habido un complot para apoderarse del buque a la salida a la mar, por lo que fueron detenidos los promotores, reaccionando la casi totalidad de la dotación de marinería con gran espíritu militar y subordinación al mando. El objeto del viaje era perseguir a unos marxistas refugiados entre Arguineguin y Cabo Descojonado, a cuyo efecto en Arguineguín y Tasartico, recogieron elementos de orden, y con ellos a bordo llegaron al lugar denominado "Barranco del Asno" donde las confidencias aseguraban la presencia de los marxistas: a las 11 horas y frente a este barranco se hicieron cuatro disparos de cañón, observando cómo huían algunos hombres. Desembarcados algunos de los paisanos armados con marinería, capturaron a dos hombres y una mujer, que resultaron ser un diputado comunista, un dirigente y su esposa. Luego regresaron a Las Palmas. "
Diario Acción 25 de Julio de 1936
La noticia de la detención corre como la pólvora desde media mañana , llegando la tarde del 24 a Las Palmas el cañonero con los detenidos, atracando en el muelle de Santa Catalina, donde se congrega un numeroso público. En previsión de incidentes los militares instalaron ametralladoras, personándose varias parejas de la Guardia Civil, Guardia de Asalto, policía municipal y una sección de soldados del ejército. A las siete de la tarde saltan a tierra los detenidos que son trasladados al Gobierno Militar sito en el parque de San Telmo, donde permanecen una hora y posteriormente trasladados a la prisión Militar del Castillo de San Francisco.
CONSEJO DE GUERRA SUMARÍSIMO
JULIO-AGOSTO 1936
Castillo de San Francisco, años treinta, prisión de los detenidos. (FEDAC)
La noche del 24 de julio, D. Fernando y sus acompañantes ya la pasan en el castillo de San Francisco, prisión militar situada en lo alto de la ciudad de Las Palmas y que estuvo en funcionamiento hasta finales de los noventa del pasado siglo.
Desde el mismo día 19 de Julio ya no se publica nada que no vaya visado por la censura militar, la norma dura cuarenta año, hasta la muerte de Franco y el régimen militar, la prensa se convierte en una extensión más del sistema de propagada de la dictadura.
Mientras en el norte de la isla comienzan la represión y las detenciones, contradicción de la vida, aquellos que juraron guardar y hacer guardar las leyes, aplicándolas contra los que fueron leales a aquellas mismas leyes que democráticamente la mayoría se habían dado.
El 27 prácticamente ya han cesado todas acciones y protestas contra los golpistas. Los militares requisan más de mil armas entre Gáldar y Guía.
Requisas de Armas en la zona norte, martes 28 de Julio de 1936, La Prensa.
Castillo de San Francisco en la actualidad
El 26 de Julio se nombra al Capitán de infantería Francisco Espejo Aguilera, instructor del sumario, causa 37/1936, por presunto delito de Rebelión, contra D. Fernando Egea y sus acompañantes, a su vez este nombra secretario de la causa a Martín Bermúdez Valls, soldado del Regimiento de Infantería Canarias número treinta y nueve. En apenas cinco días ya tiene instruido todas las diligencias sumariales.
El Capitán de Infantería FRANCISCO ESPEJO AGUILERA, había llegado a Las Palmas (Gran Canaria) el día 16 de Julio, como Jefe de la guardia de cuatro Oficiales del Comandante General de Canarias Francisco Franco Bahamonde. Los restantes tres Oficiales escoltas de Franco en su viaje de Tenerife a Gran Canaria, fueron: Capitán de Artillería JOSÉ GIL DE LEÓN ENTRAMBASAGUAS, Teniente de Infantería ÁLVARO MARTÍN BENCOMO y Teniente de Artillería MANUEL LOJENDIO CLAVIJO.
El 18 de julio de 1936, el Capitán de Infantería FRANCISCO ESPEJO AGUILERA, quedó adherido al "Glorioso Movimiento Nacional" y una vez que Franco marchó para Tetuán, Marruecos, quedó a las órdenes del General Don Luis Orgaz Yoldi, prestando servicios en Las Palmas, donde permaneció hasta la madrugada del 21, que a bordo del guarda costa “Arcila”, y en unión de otro personal se trasladó frente al Puerto de Sardina y pueblo de Gáldar (Las Palmas), después de cañonearlo, desembarcó con el personal y parte de la marinería del barco, ocupando el mencionado pueblo, así como el de Agaete, donde pernoctó la noche del 22, tomó parte en la ocupación de Guía y otros pueblos leales a la república y rebeldes al golpe militar. El 25 y una vez terminada su misión regresó a Las Palmas, donde continuó como Juez especial hasta el 4 de Agosto que regresó a su Regimiento, incorporándose al mismo en la Plaza de Santa Cruz de Tenerife.
El régimen tiene prisa, quieren una condena ejemplar, contundente y rápida que sirva de advertencia a la resistencia al nuevo orden.
Designación de juez instructor caso Egea, martes 28 de Julio de 1936, diario la Prensa
Apenas han pasado ocho días del golpe y ya hay en la prisión provincial más de 400 detenidos, a los que visita el "Auditor de Guerra" Díaz Llanos el domingo 26 de Julio, que junto con los Jueces de Instrucción, auxiliados por dos suboficiales de la Guardia Civil y cuatro agentes de Vigilancia penitenciaria comienza a tomar declaraciones. El Capitán Instructor Francisco Espejo, le toma declaración a Fernando Egea.
Prisión Provincial de Barranco Seco (FEDAC)
Muchos detenidos a falta de acusaciones claras de rebelión o por recomendaciones, además para aliviar la presión en la cárcel por el elevado número de presos que no paran de llegar, son puestos en libertad, advirtiendoles que serán vigilados. El número de presos políticos va en aumento y se tiene que habilitar un campo de detenidos en la Isleta, con tiendas de campaña, rodeados de alambradas, que se llega a colapsar con más de 1.200 reclusos en condiciones pésimas a finales del año 1936, por lo que se habilita el antiguo Lazareto de Gando y son trasladados allí, donde se mejora notablemente las condiciones de subsistencia.
Lazareto, Gando
La prensa 30 de Julio de 1936, visita a los detenidos del auditor de guerra.
Se anuncia el sábado 1 de Agosto de 1936 como fecha para la celebración del Consejo de Guerra a Egea, Suárez, Delgado y Dña. Herminia.
Como curiosidad la prensa refleja que asiste al juicio el Coronel, Auditor de División, José Samsó Henríquez, terrateniente además de militar, natural de Santa María de Guía, licenciado en derecho y farmacia como Egea, propietario junto con su familia de numerosas fincas en la comarca norte, dueños de gran parte del pinar de Tamadaba y de parte de sus aguas entre otras.
Samsó es la máxima autoridad jurídica militar de las islas en aquel momento, su traslado desde Tenerife para estar presente en el juicio es como mínimo curioso.
Acción, 29 de julio de 1936
A las once de la mañana comienza el Consejo, cuyo primer acto es constituirse, quedando así;
Presidente, Teniente Coronel Luis M. Alvarez; vocales, Capitanes Aurelio Cuenca Hernández, Santiago Díaz Tyler, Natividad Calzada y Eduardo Capablanca Moreno; vocal ponente, teniente auditor, Comandante de la Armada Eduardo Calleja; vocales suplentes, Román Villaverde y Narciso Jiménez Baxas, del Regimiento de Infantería número 39; fiscal, Comandante Martínez Fusset; defensor, capitán de Infantería Santiago Bañolas Passano; juez instructor, capitán de Infantería Francisco Espejo Aguilera
La sala se encuentra llena de público así como las mesas reservadas para los periodistas.
El secretario comienza dando lectura a las declaraciones sumariales de los testigos y a la exposición del Capitán instructor. A continuación comienza los diferentes testigos propuestos por las partes, entre otros según la prensa, porque el sumario desapareció o está traspapelado en algún archivo militar, declaran Juan Vega, Luis del Rosario, Ceferino Rodríguez Alemán, El Capitán Pardo (mandó las fuerzas que fueron a Arucas para pedir la entrega), un Alférez, Nicolás González Santana, Antonio Armas Santana, Juan Ramos Sanchez, y unos cuantos más, casi todos de la comarca norte incluido algunos de Agaete, al medio día se suspendió la sección.
A las 4,30 horas de la tarde se reabre el Consejo, comienza su disertación el Fiscal Fusset, como es consciente que no tiene argumentos legales, sus primera palabras son; "El ejército es la nación y tiene potestad para asumir para sí las funciones de estado......, el programa destructor que se estaba aplicando en el pueblo le hizo intervenir,...".
A las 4,30 horas de la tarde se reabre el Consejo, comienza su disertación el Fiscal Fusset, como es consciente que no tiene argumentos legales, sus primera palabras son; "El ejército es la nación y tiene potestad para asumir para sí las funciones de estado......, el programa destructor que se estaba aplicando en el pueblo le hizo intervenir,...".
El fiscal realiza un enorme esfuerzo en justificar el levantamiento militar con toda clase de argumentos, más sentimentales y patrióticos que legales, para luego llegar a la conclusión de que los acusados se alzaron en armas contra la legalidad del nuevo régimen ya que el levantamiento "se había hecho dentro de la ley".
Acción 2 de Agosto de 1936 , El Juicio.
El fiscal continúa en su larga exposición, tratando de desmontar las declaraciones de Egea, al que acusa de ser el jefe del movimiento de resistencia al ejército, "ya que todos obedecían sus órdenes incluido el diputado Suárez", aunque considera a ambos igual de responsables.
Egea en su primera declaración había manifestado que actuó de esa manera por creer que el golpe era de carácter faccioso, más civil que militar. Le recuerda el Fiscal "que intentaron llevar un cañón desde Agaete a la presencia del Sr. Egea, no utilizándose por sobrevolar el grupo una avioneta que les arrojó octavillas" .
Al consejero del Cabildo Delgado le acusa de ordenar a la Guardia Civil de Gáldar que se presentara en la Corporación municipal, ordenando la detención de todas las personas que consideraba fascistas, orden que sería ejecutada.
A Dña Herminia la acusa de que según habían declarado testigos, seguramente de Agaete, "la habían visto mandando grupos armados, además de haber huido y que si hubieran tenido brújula , hubieran llegado más lejos".
Termina afirmando que la responsabilidad de los procesados estaba demostrada. Pidiendo el fiscal las siguientes penas; Muerte para Egea y Suárez, prisión perpetua para Delgado y Herminia, ademas de otras accesorias.
A continuación el capitán Bañolas Passano inicia el turno de la defensa, dando la impresión de que parece más un fiscal acusador que un defensor, hay que tener en cuenta que la designación de defensor en los consejos de guerra, lo hace la propia administración militar entre los oficiales de la plaza, en un turno, por lo que no tienen ninguna preparación jurídica. Comienza Bañolas haciendo una loa al "Glorioso Movimiento Nacional", "al que el mismo ha aportado dos hijos para aplastar a los enemigos de la patria".
Escuchar estas palabras de tu defensa nada más empezar su turno, debió caer como una losa entre los procesados.
El defensor que carece de preparación jurídica, es un simple Capitán de infantería procedente de las clases de tropa, inicia una defensa en síntesis basada en que los procesados no tenían control sobre los republicanos alzados, que pensaron que el movimiento era civil de corte fascista, que una vez que vio que era de índole militar, ordenó el abandono de la resistencia, huyendo por miedo a las represalias, además de que obedecían órdenes del ex gobernador civil al que considera el mayor culpable.
El defensor que carece de preparación jurídica, es un simple Capitán de infantería procedente de las clases de tropa, inicia una defensa en síntesis basada en que los procesados no tenían control sobre los republicanos alzados, que pensaron que el movimiento era civil de corte fascista, que una vez que vio que era de índole militar, ordenó el abandono de la resistencia, huyendo por miedo a las represalias, además de que obedecían órdenes del ex gobernador civil al que considera el mayor culpable.
Pide que se modifiquen las penas, y termina con palabras del General Franco, que decía: "que abrieramos los brazos a nuestros enemigos, pues con el 18 de Julio nacía en España una nueva y venturosa era, ¿porque vamos a castigar a estos hombres?, además esta mujer lleva en su seno el fruto de la maternidad y por ella es más digna de compasión, termina diciendo. No olvidéis las palabras de Cristo en el madero de la Cruz, padre perdónalos porque no saben lo que hacen."
Cuenta las crónicas que se produjo una gran emoción en la sala, con los procesados y el público en general llorando, ante la perplejidad del Tribunal.
El Capitán Bañolas Passano, fue cesado y expulsado del ejército de la república, el 24 de Enero de 1938, sin derechos algunos, junto con todos los militares que se habían sumado al golpe, en aplicación del Decreto de 21 de julio de 1936, (Gaceta de Madrid de 22), del Presidente del Consejo de Ministros (José Giral Pereira), el que en síntesis decía; “El Gobierno dispondrá la cesantía de todos los empleados que hubieran tenido participación en el movimiento subversivo o fueran notoriamente enemigos del Régimen".
Bañolas una vez pasó a la reserva, terminó en los años cincuenta del pasado siglo como personal subalterno en el Instituto de Secundaria de Santa María de Guía, es abuelo del político de Coalición Canaria, Fernando Bañolas.
El Capitán Bañolas Passano, fue cesado y expulsado del ejército de la república, el 24 de Enero de 1938, sin derechos algunos, junto con todos los militares que se habían sumado al golpe, en aplicación del Decreto de 21 de julio de 1936, (Gaceta de Madrid de 22), del Presidente del Consejo de Ministros (José Giral Pereira), el que en síntesis decía; “El Gobierno dispondrá la cesantía de todos los empleados que hubieran tenido participación en el movimiento subversivo o fueran notoriamente enemigos del Régimen".
B.O que publica el cese del Capitán Bañolas
Cuadro de profesores y personal del Instituto de Santa María de Guía curso 1957-58
Al final, cayendo ya la noche sobre Las Palmas, el Presidente del tribunal pregunta a los procesados si tienen algo que decir, levantándose Fernando Egea, que habla sobre un informe policial esgrimido por el fiscal, en el que se le acusa de haberse llevado el dinero de los sindicatos de la comarca, manifestando que es una falsedad:
"He sacrificado por un ideal, mi carrera, mi vida, mi hogar y me permito rogar que esa mancha de que se me acusa no prospere, para que el día de mañana mi hijo no se avergüenza de mi. Ademas pido respeto para mi mujer, en cuyas entrañas lleva el fruto de nuestras vidas. Si vuestro movimiento es justos, yo lo acataré con alegría."
Morales solo pide que le dejen ver a su padre y Delgado niega rotundamente todas las acusaciones. De Dña. Herminia no tenemos datos, pero supongo que se habría expresado en los mismos términos que su esposo.
Dando el tribunal por finalizado el Juicio, retirándose a deliberar, anunciando que la sentencia sería inmediata.
Dando el tribunal por finalizado el Juicio, retirándose a deliberar, anunciando que la sentencia sería inmediata.
Ejecución de la sentencia, 8 de agosto de 1936 , Heraldo de Tenerife.
Una vez terminado el Consejo de Guerra sumarísimo contra Eduardo Suárez Morales y Fernando Egea, ambos fueron llevados al cuartel de Artillería en la Isleta, quedando en el calabozo del mismo, hasta tanto se recibiera la ratificación del Gobierno nacional de Burgos sobre la sentencia enviada.
La prensa, controlada por el férreo Capitán Auditor RAFAEL DÍAZ-LLANOS LECUONA lo relata así:
"A las cuatro y veinte de la tarde de ayer llegaron al cuartel de Artillería numerosas fuerzas de Asalto al mando de un capitán de Artillería y de dos oficiales, con objeto de trasladar a los procesados a la Batería de Montaña. Momentos después les fue comunicada la sentencia, por las que se les condena a la pena capital, Fernando Egea y Eduardo Suárez se despidieron de sus acompañantes antes de su traslado en el coche celular y custodiados por las fuerzas de Asalto, los procesados fueron trasladados al cuartel de Ingenieros del Puerto de La Luz."
"A las cuatro y veinte de la tarde de ayer llegaron al cuartel de Artillería numerosas fuerzas de Asalto al mando de un capitán de Artillería y de dos oficiales, con objeto de trasladar a los procesados a la Batería de Montaña. Momentos después les fue comunicada la sentencia, por las que se les condena a la pena capital, Fernando Egea y Eduardo Suárez se despidieron de sus acompañantes antes de su traslado en el coche celular y custodiados por las fuerzas de Asalto, los procesados fueron trasladados al cuartel de Ingenieros del Puerto de La Luz."
Cuartel de artillería de la Isleta (FEDAC)
Cuartel de Ingenieros de la Isleta 1940, (Coronel JM Pinto, Historia del Grupo mixto de Ingenieros,1944)
En cumplimiento al ceremonial de fusilamientos militares, "a las seis de la tarde entraron los reos en capilla. Esta se instaló en una de las salas del cuartel de Ingenieros. Los reos se hallaban en un estado de gran nerviosismo y abatidos al conocer la sentencia. Se les preguntó por el oficial encargado de su custodia si querían recibir los auxilios espirituales, a lo que contestaron negativamente.
El piquete que ha de ejecutar la sentencia está formado por un oficial del Grupo de Artillería número 3, un suboficial, dos cabos y 18 soldados. Esta fuerza se hizo cargo de los reos. En el acto de la ejecución formarán en el campo de tiro del cuartel de Ingenieros una compañía de Infantería al mando de un capitán.
El piquete que ha de ejecutar la sentencia está formado por un oficial del Grupo de Artillería número 3, un suboficial, dos cabos y 18 soldados. Esta fuerza se hizo cargo de los reos. En el acto de la ejecución formarán en el campo de tiro del cuartel de Ingenieros una compañía de Infantería al mando de un capitán.
Los reos, una vez en capilla, solicitaron de la Auditoria de Guerra, fuesen acompañados durante la noche por sus respectivas esposas, accediendo a ello el señor auditor. Este dio orden de que la esposa de Fernando Egea se trasladará al lado de su esposo, así como la del señor Suárez Morales.
La esposa de Egea, según cuenta su hijo Fernando, esa noche le cortó un mechón de pelo a su esposo, mechón que guardó en una bolsita y llevó en su cuello toda su vida a modo de escapulario, hoy en día lo conserva su hijo.
El reo Fernando Egea solicitó despedirse del presidente del Colegio de Farmacéuticos de esta capital, Don Vicente López Socas a lo que se accedió, pasando la noche con él. El señor López Socas intenta en vano evitar la ejecución de la sentencia solicitando el indulto mediante telegrama a Burgos, sede el gobierno provisional de Franco.
El señor Díaz-Llanos nos dijo que un sacerdote se encontraría en
el lugar de la ejecución por si a última hora los reos solicitasen los
auxilios espirituales.
La esposa de Egea, según cuenta su hijo Fernando, esa noche le cortó un mechón de pelo a su esposo, mechón que guardó en una bolsita y llevó en su cuello toda su vida a modo de escapulario, hoy en día lo conserva su hijo.
El reo Fernando Egea solicitó despedirse del presidente del Colegio de Farmacéuticos de esta capital, Don Vicente López Socas a lo que se accedió, pasando la noche con él. El señor López Socas intenta en vano evitar la ejecución de la sentencia solicitando el indulto mediante telegrama a Burgos, sede el gobierno provisional de Franco.
El señor Díaz-Llanos nos dijo que un sacerdote se encontraría en
el lugar de la ejecución por si a última hora los reos solicitasen los
auxilios espirituales.
Sólo se ha autorizado para presenciar la ejecución a las autoridades militares y a los representantes de la Prensa local.
El señor Díaz Llanos permaneció toda la noche en la Auditoria de Guerra, con objeto de atender alguna petición que hicieran los reos.
A primeras horas de la noche la prensa se entrevista con el capitán auditor de Guerra, señor Díaz Llanos, manifestando que se han cursado numerosos telegramas al Gobierno nacional de Burgos en solicitud del indulto a favor de los reos.
El señor Díaz Llanos añadió que con tal motivo permanecerá toda la noche en la Comandancia Militar hasta el momento de la ejecución, por si se recibe la orden de indulto." (La Gaceta de Tenerife 8 de Agosto de 1936.)
La orden de indulto nunca llegó y al alba como era tradición, siendo las seis de la mañana del Jueves 6 de Agosto de 1936, día señalado para las gentes de Agaete, es cuando la Virgen de Las Nieves recorre el pueblo en procesión, sonó una descarga de fusilería que fue escuchada por los prisioneros que se encontraban en el campo de detenidos políticos del interior de la Isleta, así como por buena parte del barrio del mismo nombre, apagándose la vida de aquellos dos hombres para siempre.
Como dijo la poetisa agaetense Mariquita la de Penene, mientras los gallos cantaban, entre la noche y el día, moría Fernando Egea.
Como dijo la poetisa agaetense Mariquita la de Penene, mientras los gallos cantaban, entre la noche y el día, moría Fernando Egea.
El escritor falangista, natural de Arucas, Miguel Jiménez Marrero, en su libro CRÓNICA DE MEDIO SIGLO, publicado en tres tomos entre 1988 y 1993, al parecer presente en los momentos previos a la ejecución, ya que había sido movilizado y se encontraba en el regimiento de Ingenieros, añade algunos detalles y unos matices distintos al riguroso y visado por la censura relato periodístico, lo expongo a continuación;
"A las seis de la tarde, entraban en dos habitaciones, habilitadas como calabozos y que daban al patio del Cuartel de Ingenieros en la Isleta, los dos condenados a muerte, y también a las seis de la mañana siguiente se cumpliría la sentencia en el Campo de Tiro de la Isleta, justo donde había encontrado la muerte el general Amadeo Balmes.
Por desgracia para nosotros, pues fue algo muy desagradable y no deseado, fuimos testigos de excepción de las tristes horas transcurridas desde que ingresaron en el cuartel hasta su salida hacia el Campo de Tiro de estos dos condenados.
Aclaremos que no era tal calabozo donde pasaron la noche Suárez Morales y Egea. Se trataba de dos habitaciones, una al fondo del patio central del cuartel y la otra a la izquierda, casi frente al Cuerpo de Guardia, que estaba a la derecha conforme se entra en el edificio. Nosotros, por habernos correspondido en turno de guardia (como explicaremos luego, ya estábamos movilizados como soldados) o porque lo cierto era que las guardias eran casi continuas, dada la falta de soldados hasta que más tarde se fueron incorporando varias quintas, nos tocó toda la noche la vigilancia de la puerta de la habitación -siempre abierta- que ocupaba Suárez Morales, y frente a nosotros podíamos ver perfectamente todo el movimiento en torno a la habitación que ocupaba Egea.
Repetimos que fue todo muy desagradable, y hemos de disculpar la actitud del diputado comunista, a quien se le facilitó cuanto pidió, siempre bebidas, pues su situación no era para estar de humor. Durante toda la noche, su comportamiento, dentro de la angustia que reflejaba su rostro, fue el lógico en estos casos, o al menos así lo suponemos. En dos ocasiones nos dijo que deseaba ir al servicio, avisando al jefe de la guardia para que alguien le acompañara, como teníamos ordenado.
Pasada la medianoche harían acto de presencia dos sacerdotes, dos personas entrañables para nosotros, pues durante un año habíamos sido sus alumnos en el Colegio del Corazón de María. Paradójicamente, uno era muy alto y muy delgado y los estudiantes le llamábamos cariñosamente Palma Coco. El lo sabía y lo aceptaba con gran sentido del humor. Hasta mediados de 1984 andaba en una residencia de religiosos en Sevilla, ya muy anciano. El otro sacerdote era todo lo contrario, con apenas metro y medio de estatura. Nos estamos refiriendo al padre Serna, un santo en toda la extensión de la palabra, ya fallecido.
Pasada la medianoche harían acto de presencia dos sacerdotes, dos personas entrañables para nosotros, pues durante un año habíamos sido sus alumnos en el Colegio del Corazón de María. Paradójicamente, uno era muy alto y muy delgado y los estudiantes le llamábamos cariñosamente Palma Coco. El lo sabía y lo aceptaba con gran sentido del humor. Hasta mediados de 1984 andaba en una residencia de religiosos en Sevilla, ya muy anciano. El otro sacerdote era todo lo contrario, con apenas metro y medio de estatura. Nos estamos refiriendo al padre Serna, un santo en toda la extensión de la palabra, ya fallecido.
Pues bien, al llegar junto a nosotros para ponerse en contacto con Suárez Morales por si deseaba consuelo espiritual, no pudimos contener una especie de sensación, entre pena y emoción, al observar las caras de aquellos sacerdotes.
Efectivamente, el condenado no estuvo muy fino que digamos, y sus palabras hacia estos dos venerables curas fueron muy hirientes y sentimos hasta cierta repugnancia, aun reconociendo el estado de ánimo de aquel isleño, todavía joven, a quien quedaban muy pocas horas de vida. Situado casi en la antípoda política, conocimos mucho a su cuñado José Ignacio Ojeda, exaltado falangista, que marcharía al frente en la primera expedición de banderas de Falange y que luego, por su mala cabeza, terminaría marchándose casi clandestinamente de Gran Canaria. En efecto, le perdimos la pista cuando muchos años más tarde marchó a Venezuela, durante el mandato de Pérez Jiménez, de quien, según parece, fue estrecho colaborador.
Por el contrario, el otro condenado a muerte, Fernando Egea, mostraba una actitud totalmente distinta a la de Suárez Morales, llegando casi a llorar, sobre todo cuando su esposa, a la que se le había dado permiso (pues estaba en prisión), le visitaba aquella triste noche. Higinia Dos Santos le consolaba y le daba ánimos. Digamos también que Egea solicitó que le visitara el presidente del Colegio Farmacéutico de Las Palmas, Vicente López Socas, con el que le unía cierta amistad, al que entregó una carta de despedida al parecer, para entregar a su padre.
Llegó la hora de la marcha de estos dos hombres hacia el Campo de Tiro, y mientras Egea estaba moralmente deshecho, Suárez Morales, que había pasado la noche ingiriendo alguna dosis de bebida, que fue lo único que solicitó, se mostraba, al menos en apariencia, muy tranquilo, permitiéndose el lujo, al pasar por delante del Cuarto de Banderas, de lanzar algún que otro insulto a la oficialidad."
El Coronel de Ingenieros, José Marìa Pinto de la Rosa, testigo de parte de los hechos lo narra así en su libro "El regimiento de Ingenieros nº 4, en la Campaña de Liberación, 1936-1939", publicado en 1944.
"Después de haberle proporcionado a los reos, cuanto solicitaron (papel, sobre, tinta, comida, etc.) y preguntado si querían notario o auxilios religiosos, ambos fueron rechazados. Se dieron entonces, cuenta de su situación, y empezaron a solicitar se pusieran telegramas al General Franco que se hallaba en Tetuán pidiendo el indulto. Además de la familia del Suárez Morales, intervinieron en esta solicitud del indulto, el Colegio de Farmacéuticos, Cuerpo a que pertenecía Egea y se cursaron infinidad de telegramas, esperando a cada momento que éste llegase concedido. Al ir corriendo las horas de la noche, Egea solicitó autorización para hablar con el Capitán de Ingenieros Don Fernando Delgado Rius, y concedida ésta pasó a la capilla donde aquél se hallaba quien le empezó a dar detalles de su vida en Madrid, sus relaciones, amistades, etc., etc. Una vez hecho presente que lo conocía (si bien el Capitán Delgado no conocía a Egea) éste le manifestó que interesándose por él y por todos los militares de Las Palmas, le hacía ver la necesidad en que estaban todos en aconsejar el indulto, pues el movimiento militar estaba totalmente fracasado, y ellos no creían que pasaran más de dos o tres días, sin que el Gobierno de Madrid anunciara que era dueño de la situación; que aunque aquí se creyese lo contrario, como se había puesto de manifiesto con los aplausos tributados al Comandante del 54 barco de guerra inglés que hacía unos días había entrado en puerto, ellos contaban con la incondicional ayuda de casi todas las naciones de Europa y que por lo tanto el movimiento aún en el supuesto de que fuese triunfando en algunos sitios, sería estrangulado por las demás naciones. Que si a ellos dos se les ejecutaba, serían el Galán y García Hernández , (Textual) de este movimiento, y que pasado muy pocos días, cuando tuviésemos todos que entregarnos a las Autoridades de Madrid, sus amigos políticos vengaría la muerte de ellos, matando a todos los militares. En cambio, si se le concede el indulto, ellos dos se encargaran de proteger la vida de todos los ciudadanos de Las Palmas al deponer el Ejército su actitud de rebeldía.
Como es lógico el Capitán se limitó a oír lo que le decían, manifestando que lo pondría en conocimiento de sus Jefes. Después de unas escenas desagradables, en que ambos reos echaron fuera de sus capillas a los dos sacerdotes que desde media tarde estaban allí prontos a auxiliarlos, dedicándose luego a cantar "La Internacional", al amanecer salieron del Cuartel para ir al lugar de la ejecución. Antes de salir del mismo solicitaron ambos permiso para darme la mano dando las gracias por la manera cómo habían sido tratados en el Cuartel ... "
Egea y Suárez se convierten en los dos primeros fusilados por el Franquismo en Canarias, le siguen una larga lista de civiles, y militares que se mostraron simplemente leales a lo que habían jurado o prometido, guardar y hacer guardar las leyes de la República y su Constitución.
Fusilamientos en la península durante la Guerra Civil
"Después de haberle proporcionado a los reos, cuanto solicitaron (papel, sobre, tinta, comida, etc.) y preguntado si querían notario o auxilios religiosos, ambos fueron rechazados. Se dieron entonces, cuenta de su situación, y empezaron a solicitar se pusieran telegramas al General Franco que se hallaba en Tetuán pidiendo el indulto. Además de la familia del Suárez Morales, intervinieron en esta solicitud del indulto, el Colegio de Farmacéuticos, Cuerpo a que pertenecía Egea y se cursaron infinidad de telegramas, esperando a cada momento que éste llegase concedido. Al ir corriendo las horas de la noche, Egea solicitó autorización para hablar con el Capitán de Ingenieros Don Fernando Delgado Rius, y concedida ésta pasó a la capilla donde aquél se hallaba quien le empezó a dar detalles de su vida en Madrid, sus relaciones, amistades, etc., etc. Una vez hecho presente que lo conocía (si bien el Capitán Delgado no conocía a Egea) éste le manifestó que interesándose por él y por todos los militares de Las Palmas, le hacía ver la necesidad en que estaban todos en aconsejar el indulto, pues el movimiento militar estaba totalmente fracasado, y ellos no creían que pasaran más de dos o tres días, sin que el Gobierno de Madrid anunciara que era dueño de la situación; que aunque aquí se creyese lo contrario, como se había puesto de manifiesto con los aplausos tributados al Comandante del 54 barco de guerra inglés que hacía unos días había entrado en puerto, ellos contaban con la incondicional ayuda de casi todas las naciones de Europa y que por lo tanto el movimiento aún en el supuesto de que fuese triunfando en algunos sitios, sería estrangulado por las demás naciones. Que si a ellos dos se les ejecutaba, serían el Galán y García Hernández , (Textual) de este movimiento, y que pasado muy pocos días, cuando tuviésemos todos que entregarnos a las Autoridades de Madrid, sus amigos políticos vengaría la muerte de ellos, matando a todos los militares. En cambio, si se le concede el indulto, ellos dos se encargaran de proteger la vida de todos los ciudadanos de Las Palmas al deponer el Ejército su actitud de rebeldía.
Como es lógico el Capitán se limitó a oír lo que le decían, manifestando que lo pondría en conocimiento de sus Jefes. Después de unas escenas desagradables, en que ambos reos echaron fuera de sus capillas a los dos sacerdotes que desde media tarde estaban allí prontos a auxiliarlos, dedicándose luego a cantar "La Internacional", al amanecer salieron del Cuartel para ir al lugar de la ejecución. Antes de salir del mismo solicitaron ambos permiso para darme la mano dando las gracias por la manera cómo habían sido tratados en el Cuartel ... "
Egea y Suárez se convierten en los dos primeros fusilados por el Franquismo en Canarias, le siguen una larga lista de civiles, y militares que se mostraron simplemente leales a lo que habían jurado o prometido, guardar y hacer guardar las leyes de la República y su Constitución.
Los dos siguientes en caer fusilados lo son en Santa Cruz de Tenerife, un Teniente de infantería, un Brigada de la Guardia Civil y una lista interminable, hasta completar los 126, 63 en Las Palmas y 63 en Tenerife, curiosidad de que coincide el mismo número, si no fuera por lo trágico del asunto se podía hacer un chiste.
Sus últimos pensamientos al parecer fueron;
"Muero tranquilo y sereno, muero valiente, porque muero con la conciencia tranquila de no haber hecho daño a nadie. Adiós padre, dejo un hijo en el vientre de mi mujer, vela por él, era toda mi ilusión, no lo abandones".
Unos quince días después de su fusilamiento, el colegio de farmacéuticos de Las Palmas en su primera asamblea y previo acuerdo con el comité de censura militar, guardó un minuto de silencio en su recuerdo.
Desconozco si Egea dejó alguna carta de despedida, pero como curiosidad, transcribo la del Brigada de la Guardia Civil de la Gomera, fusilado por defender los mismos ideales hasta sus últimas consecuencias, que sí dejó una carta, no creo que el pensamiento de Egea fuese muy distinto;
"Muero tranquilo y sereno, muero valiente, porque muero con la conciencia tranquila de no haber hecho daño a nadie. Adiós padre, dejo un hijo en el vientre de mi mujer, vela por él, era toda mi ilusión, no lo abandones".
Unos quince días después de su fusilamiento, el colegio de farmacéuticos de Las Palmas en su primera asamblea y previo acuerdo con el comité de censura militar, guardó un minuto de silencio en su recuerdo.
Desconozco si Egea dejó alguna carta de despedida, pero como curiosidad, transcribo la del Brigada de la Guardia Civil de la Gomera, fusilado por defender los mismos ideales hasta sus últimas consecuencias, que sí dejó una carta, no creo que el pensamiento de Egea fuese muy distinto;
… “por fin, después de varios días de tormento llegó la hora trágica de la muerte. Me encuentro en capilla, acompañado de mis compañeros de suerte, Ramón Cabrera Bernal y Manuel Quintana Florentino. Los tres, si Dios no lo remedia, seremos fusilados dentro de dos o tres horas. Muero tranquilo y creyendo firmemente en la justicia de Dios"
Brigada de la Guardia Civil, Comte de Puesto de Vallehermoso, la Gomera, Mas García
Francisco Más García (Brigada de la Guardia Civil), es fusilado al amanecer del día 27 de Agosto de 1936, en el barranco del Hierro, Santa Cruz de Tenerife.
Normas para los fusilamientos;
De los cadáveres se hará cargo personal del Hospital Militar para su traslado al Depósito Municipal en donde podrán ser entregados a las familia caso de que así lo interesaren, advirtiéndose que el enterramiento ha de hacerse sin pompa.
El Coronel de E.M. Comandante Militar Santa cruz de Tenerife.
DÑA. HERMINIA, DE LA CÁRCEL A LA EMIGRACIÓN.
Herminia Dos Santos Alemán
La sentencia en lo relativo a Dña. Herminia dice:
"En la Plaza de Las Palmas a uno de Agosto de mil novecientos treinta y seis.
Vista ante este Consejo de Guerra Ordinario de Plaza en audiencia pública y en juicio sumarísimo, la causa número treinta y siete de mil novecientos treinta y seis instruida por el presunto delito de rebelión contra... HERMINIA DOS SANTOS ALEMÁN, natural de Guía (Gran Canaria) de veintiún año de edad, esposa del procesado EGEA, defendidos por el Capitán del Arma de Infantería DON SANTIAGO BAÑOLAS PASSANO y en la que ha sido única parte acusadora el Ministerio Público, y ponente el Comandante Auditor de la Armada DON EDUARDO CALLEJO y GARCÍA AMADO...
- ...CUARTO.- RESULTANDO que la procesada, HERMINIA DOS-SANTOS... se adhirieron a la rebelión transmitiendo órdenes que recibieron de los otros dos procesados, levantando partidas armadas, colaborando de este modo a la labor de rebeldía y resistencia hecha por aquellos.- QUINTO.- RESULTANDO que vencida la resistencia por las tropas, los cuatro procesados trataron de eludir la acción de la justicia, huyendo, para lo cual utilizaron una gasolinera que los dejó en las inmediaciones de las barranqueras del Asno, donde fueron capturados el día veinticuatro, no pudiendo ir a un punto más lejano como era sus deseos, por carecer la expresada gasolinera de aguja correspondiente.-la procesada HERMINIA DOS-SANTOS ALEMÁN esposa de EGEA, colaboró igualmente ejecutando órdenes levantando partidas armadas, actuando de agente de enlace y prestando en fin ambos con estos actos la más completa adhesión a la rebelión. Considerando que los hechos realizados por la procesada HERMINIA DOS SANTOS ALEMAN, constituyen el delito de Rebelión Militar definido en el artículo 237 y penado en el punto segundo del 238 ambos del citado Código, del que es responsable en conceptos de autora por participación...
FALLAMOS que debemos condenar y condenamos a HERMINIA DOS-SANTOS ALEMAN natural de GUIA, de veintiún años de edad, estado casada, profesión su casa, sin haber sido procesada con anterioridad, como autora por participación directa y voluntaria del delito de rebelión militar definido en el articulo 237 y penado en el punto segundo del 238 ambos del mismo Código de Justicia Militar, a la pena de veintiséis años y ocho meses de reclusión mayor con las accesorias de interdicción civil del penado durante la condena e inhabilitación absoluta que señala el articulo 44 del Código Penal Común, siéndoles de abono a estos últimos para el cumplimiento de la condena la totalidad del tiempo de prisión preventiva sufrida .- Así por nuestra sentencia la pronunciamos y firmamos en el lugar y fecha ut supra.- Luis Mateos.- Eduardo Callejo.- Aurelio Cuenya.- Santiago Diaz.- Nemesio Martín.- Eduardo Capablanca.- Natividad Calzada.-"
En prisión desde el día 24 de julio, Dña. Herminia, embarazada de poco más de dos meses, comienza a cumplir su condena en la soledad de la cárcel provincial de Las Palmas.
Prisión provincial de Las Palmas
El 23 de febrero de 1937, da a luz a su hijo Fernando. Fue un parto difícil por lo que la trasladaron al Hospital San Martín de Vegueta, perdió tanta sangre que los médicos temieron por su vida, tuvieron que hacerle transfusiones a la que se prestó su madre, Encarnación Alemán Suárez, conocida familiarmente como "mamá Chona", que se personó en el hospital nada más tener conocimiento del parto.
Encarnación Alemán Suárez (Mama Chona)
Hospital San Martín años treinta, (FEDAC)
Herminia y el pequeño Fernando pasaron en prisión los dos primeros años de su vida, hasta que por reglamento penitenciario la tuvo que abandonar, haciéndose cargo del bebé su abuela, "Mama Chona". Dos años después el 13 de Junio de 1940, es puesta en libertad vigilada.
Lo que ocurre a partir de este momento lo cuenta su hijo, D. Fernando Egea Dos Santos en una entrevista que publica Canarias 7, el 27/09/09, que en síntesis es lo siguiente;
En los primeros tiempos tras la salida de prisión, Herminia con su hijo, se gana la vida en Las Palmas haciendo labores de costura, hasta que un compañero de su esposo le ofreció un trabajo en la contabilidad de una empresa, en la que está bastante años. El joven Fernando crece sin conocimiento de la historia real de sus padres, su madre le protege y no le cuenta nada para evitar el nacimiento en él de rencores que podían derivar en problemas con el régimen y para él mismo. Viven en una vivienda que se encontraba en donde está en la actualidad el hotel Meliá las Canteras, calle Sagasta 58. Sus condiciones de vida no eran las adecuadas, vigilados en todo momento y en todo lugar, cada noche la Guardia Civil comprobaba que estuvieran en la casa. Su hijo Fernando estudia en el colegio Clavijo.
Alumnos colegio Viera y Clavijo, década cuarenta-cincuenta (FEDAC)
En 1950, como muchos canarios, huyendo de la miseria en busca de un futuro mejor para ella y su hijo, donde no le señalen ni se sienta vigilada, decide marchar a Argentina, poniendo tierra por medio, tratando de olvidar aquel trágico trauma de su pasado que le atormentaba, son tiempos de penuria económica, hasta que el joven Fernando termina su carrera de medicina y puede dar una vida más cómoda como se merecía por su esfuerzo y su lucha a Dña, Herminia.
Plaza de "Fernando Egea" , Agaete.
La naturaleza dotó de una larga vida a Dña. Herminia, pudo ver la llegada de la democracia a España, el gobierno de Felipe González y de la izquierda en la zona norte de la isla, pudo ver como el pueblo de Agaete recordaba la figura de su marido con una céntrica plaza que lleva su nombre, pudo ver como su hijo con notable esfuerzo se convierte en un estimado doctor en medicina y neurólogo. Fallece el 6 de Junio de 2009, en Kansas City (USA), a los 94 años de edad.
El 26 de septiembre de 2009, Herminia y Fernando vuelven a encontrarse, su hijo Fernando traslada sus cenizas al cementerio de Las Palmas, donde en el nicho número 107, descansa para siempre junto al amor de su vida, Fernando Egea Ramírez, aquel malagueño que el periodista describía en 1932, así;
Es alto de cuerpo, de fuerte complexión. La luz inconfundible de la inteligencia ilumina su semblante. Su porte, pese al indumento ajado, es distinguido.
Es alto de cuerpo, de fuerte complexión. La luz inconfundible de la inteligencia ilumina su semblante. Su porte, pese al indumento ajado, es distinguido.
D. Fernando Egea Dos Santos, deposita las cenizas de su madre, Dña. Herminia, junto a los restos de su padre. (foto Canarias 7)
Instancia de Dña. Herminia, en 1978, solicitando certificación de los servicios prestado por D. Fernando y contestación del Ayuntamiento de Agaete.
Y con esta entrada, doy por terminado los cinco capítulos de esta parte de la historia sobre estos personajes apasionantes que junto con otros tantos, de diferentes ideologías, héroes para unos, villanos para otros, entre miserias y grandezas hicieron posible el Agaete de hoy.
Este verano de 2016, se cumplen ochenta años de aquellos acontecimientos históricos que marcaron nuestra patria y colocaron a Agaete en la historia de la guerra civil.
Bibliografía consultada:
Y con esta entrada, doy por terminado los cinco capítulos de esta parte de la historia sobre estos personajes apasionantes que junto con otros tantos, de diferentes ideologías, héroes para unos, villanos para otros, entre miserias y grandezas hicieron posible el Agaete de hoy.
Este verano de 2016, se cumplen ochenta años de aquellos acontecimientos históricos que marcaron nuestra patria y colocaron a Agaete en la historia de la guerra civil.
"Aquel que no conoce la historia, está condenado a repetirla".
Napoleón Bonaparte.
Bibliografía consultada:
Federico
Morena el Heraldo, de Madrid 2-2-1932.
Diario La Voz, 6 de agosto
de 1931.
Heraldo de Madrid, 6-8-1931.
Heraldo de Madrid, 4-2-1932.
Archivo digital Senado de España.
Archivo histórico municipal de Agaete.
Archivo provincial de Las Palmas.
La voz del Norte 13-03-1932.
La voz Obrera 4-6- 1932 EL ASOCIACIONISMO OBRERO EN
GRAN CANARIA DURANTE LA II REPÚBLICA POR MANUEL FERRER MUÑOZ.
Diario “La Provincia”
16 de abril de 1931.
La Prensa, Santa Cruz 31 de Mayo de 1936.
La Provincia 21 de Agosto
de 1983.
JUAN VALLET DE GOYTISOLO,
In memoria a Gabriel de Armas,.1976.
Diario Acción de 22 de Julio de 1936.
Diario Acción 25 de Julio de 1936.
La Prensa, martes 28 de Julio de 1936,
La prensa 30 de Julio de 1936.
Acción, 29 de julio de 1936.
Acción 2 de Agosto de 1936.
Boletín Oficial de Defensa,
de 2 de agosto de 1938.
Cuadro de profesores y personal
del Instituto de Santa María de Guía curso 1957-58.
8 de agosto de 1936,
Heraldo de Tenerife.
CRÓNICA DE MEDIO SIGLO, Miguel Jiménez Marrero, 1983.
"El regimiento de Ingenieros nº 4, en la Campaña
de Liberación, 1936-1939", publicado en 1944. Coronel de Ingenieros, José
María Pinto de la Rosa.
Canarias 7, el 27/09/09.
Archivo fotográfico de la Fedac.
Archivo fotográfico de la Fedac.
Tradición Oral.
Testimonio de José Santana Medina. (mi padre)
muchas felicidades por tan buen relato muy ameno y bien documentado
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