Sendero de leña y pinocha (editada, foto montaje).
Los antiguos pobladores prehispánicos establecidos en los numerosos asentamientos situados en la cuenca del Valle de Agaete, trazaron una multitud de senderos y veredas que constituyen hoy en día una extensa red de comunicaciones utilizados sobre todo en el pasado inmediato por la necesidad de la población de; subsistir, comunicarse y en la actualidad como lugares para practicar deporte y ocio.
Entre tantos senderos y veredas que conducen a los montes de Tamadaba, elegimos el camino “del Lomo” y el camino de “Los Romeros”, ya que dichos caminos tiene muchos aspectos de interés y hoy en día se encuentran en condiciones aceptables para recórrelos.
HISTORIA DE LOS CAMINOS A TAMADABA:
Se cuenta que los habitantes prehispánicos, "cuando faltaban los temporales", subían desde los poblamientos de las zonas más bajas, junto con las harimaguadas (especie de sacerdotisas), con varas en las manos, a los montes de Tirmac, donde realizaban ceremoniales que consistían en derramar leche, manteca y cantar endechas mientras danzaban entorno a un peñasco, para luego bajar al mar y azotar las aguas con las varas, todo ello para pedir lluvia.
Esta es quizás la referencia más antigua que apuntan a los senderos y caminos que conducen a los montes de Tamadaba y otros.
En el testamento de Anton Cerezo de 1535, podemos leer:
"...que digan una misa en una hermita que nos tenemos fecha e fundada en la montaña de Tamadaba, donde Santa Cruz de mayo, e cada año para sienpre jamá..."
"....es nuestra voluntad e consentimos e avemas por bien de dar licencia a los dichos frayles del dicho monesterio para que perpetuamente puedan cortar e aserrar en la dicha montaña de Tamadaba la madera de pino que ovieren menester para los reparos del dicho monesterio, así tablas como vigas e tiseras e otra qualquier....."
Fragmento del testamento de Antón Cerezo de 1535, donde nombra la ermita de su propiedad sita en Tamadaba.
Posteriormente tras la conquista y el comienzo de la explotación por los conquistadores de los cortijos de Tamadaba y “Guayedra arriba”, el camino tuvo su máximo esplendor. Fue el lugar por donde transitaba la producción agrícola, ganadera, de carbón y maderera del “pinar” rumbo al Puerto de Las Nieves, donde era embarcada hacia otras partes de las islas o hacia el continente europeo. Fue también conocido como camino del arrastradero, por la costumbre de bajar los troncos de pino desde Tamadaba arrastrándolos.
De Tamadaba salió buena parte de la leña que necesitaban los ingenios azucareros y hasta principios del siglo XX, madera y leña para abastecer Tenerife y Las Palmas, estando a punto de desaparecer por agotamiento, afortunadamente hoy en día recuperado.
Tamadaba años cuarenta del pasado siglo, finca de Samsó, nada que ver con el tupido pinar que es hoy en día..
En el pasado reciente, por este sendero transitaban los agaetenses en los años de penuria económica de la Guerra Civil, las guerras mundiales, sobre todo la segunda y el bloqueo posterior, en busca de, un puñado de leña, pinocha o hacer carbón, todo de forma clandestina, que luego iban a vender en los pueblos limítrofes, para mitigar la miseria reinante, por la gente del Valle fue usado para dirigirse a la Aldea de San Nicolás, a través de Tamadaba y Tirma.
Haciendo carbón.
El tramo del camino que parte de San Pedro tiene varias denominaciones en el argot popular; “Camino de La Rama”, “camino de los Romeros” o “Camino del Valle a Tamadaba”, otro de los aspectos a destacar de estos senderos es el festivo, ya que cada 28 de junio y 4 de agosto, vísperas de la festividad de San Pedro y de la Virgen de las Nieves, numerosos “romeros”; bien como promesa religiosa o como pura actividad de ocio festivo, suben por el sendero al “Pinar” en busca de la “Rama”, que luego tras bailarla ofrecen al Santo o a la Virgen, existiendo constancia escrita de dichas celebraciones desde mediados del siglo XIX. ambos caminos convergen en la era de Birbique o Visvique.
Años cincuenta, campesinos con un puñado de leña,
Recogiendo pinocha.
El esplendor en el pasado de la zona que recorre el camino “al Pinar”, lo demuestran la gran cantidad de vestigios pre hispánicos y posteriores que aún perduran; cuevas y restos de viviendas, eras, hornos de cal, alpendres, numerosas terrazas de cultivo, etc.
CAMINO DEL LOMO, DE AGAETE AL PINAR DE TAMADABA EN DOCUMENTOS PÚBLICOS:
Parte desde el Casco urbano, Calle San Germán, de unos 11 km de longitud, 3,33 m de anchura media, según el 'Boletín Oficial de la Provincia de Canarias de 24 de abril de 1868, que unía en su día el casco urbano de Agaete con el “Pinar de Artenara” y denominado “CAMINO DEL LOMO”, según la citada publicación.
En acta de 26 de noviembre de 1959, el ayuntamiento reunido en pleno, aprueba el inventario municipal de Caminos vecinales, incluyendo el de Tamadaba con la siguiente descripción:
Camino desde AGAETE (pueblo) hasta TAMADABA:
Parte desde la calle San Germán (casco urbano de Agaete), pasando por el Albercón de D. Salvador Manrique, Cardón Grande, Degollada de la Arena hasta empalmar con el Real del Valle en la “Era de Visvique”, tiene una anchura de tres metros. Del anterior y desde el sitio conocido por el Cardón Grande, parte otro hacia el Caserío de Guayedra Arriba.
Naturaleza de dominio: Dominio Público – Servicio Público.
El camino del Valle a Tamadaba según el inventario municipal:
Camino Real del VALLE A TAMADABA.
Parte desde El Sabillo en San Pedro, pasa por; el Barranco del Ingenio, Cuesta del Molino, Finca El Ingenio, Cortijo de Visvique, Fuente del Cuervo y entra en el Pinar de Tamadaba por el sitio conocido por Las Fresas, atravesando propiedades de D. José Samsó Henríquez, a empalmar con el camino que va a Lugarejo y Barranco Hondo y de aquí a la Montaña del Brezo de este término.
Encabezamiento del acta donde se aprueba el inventario de caminos públicos de la villa.
Panorámica de la cordillera de Tamadaba
Descripción del camino del Lomo a Tamadaba, para senderistas que desconozcan la zona:
El camino comienza en la calle San Germán del caso urbano de Agaete, donde tras recorrer unos cien metros cruzamos el barranco en dirección al estanque de Don Salvador Manrique.
Pasada esta piedra se cruza el barranco.
El desmonte llevado a cabo en la urbanización las Candelarias, una vez más se lleva por delante el comienzo del camino, aunque en la actualidad hay una rampa que bordea los restos del ingenio azucarero y las tenerías del siglo XV, recomendado ver y disfrutar de dichos bienes etnográficos.
Restos de ingenio azucarero del siglo XV.
Tenerías, lugar donde se ponían las pieles de remojo para su posterior curtido y transformación en cuero industrial.
Pasado el estanque de “Don Salvador”, a su derecha se sigue por una senda que sube el “lomo del albercón”, hasta el barranquillo “el Moro”, terminando este tramo en la degollada de la era del “Cardón Grande”.
Estanque de los Manrique o de “Don Salvador”.
En la ladera, el camino en 1915, como se observa su uso lo dejaba bien marcado.
La era del Cardón Grande, a la izquierda restos del horno de cal y pista construidos en 1948, para las obras del canal de Guayedra.
Resto del horno de cal que se encuentra al lado de la era, construido en 1948, para las obras del canal de Guayedra.
Una vez pasada la era, se sigue en sentido ascendente por una pista de reciente construcción que ha cortado parte del antiguo camino hasta encontrar una desviación a un sendero a la izquierda que tomamos o optar por seguir por la pista y visitar la parte alta de Guayedra (Guayedra arriba), de alto valor etnográfico y arqueológico que merece un capítulo aparte.
Desviación al sendero que hay que tomar tras pasar la era del Lomo el Manco.
Tras pasar la degollada de “la Arena” el camino ya no tiene perdida, solo hay que seguir la marcada senda, que tras ser ruta habitual para senderistas se encuentra en buen estado hasta la era de Birbique.
Seguimos de frente pasamos debajo del el “Morro de la Abejera”, de donde parten dos veredas casi inapreciables, una a la izquierda hasta las proximidades de los roques “la Sombra y Bermejo” y otra a la derecha que; si se goza de buena forma física y no se tiene vértigo, se puede subir garrapateando la ladera para contemplar “el muro de Trejo”.
Muro de Trejo, del siglo XVI
Miguel Trejo de Carvajal, militar castellano casado con Guayarmina, hija de Tenesor Semidan (Fernando Guanarteme), que a la muerte de su padre heredó el cortijo de Guayedra, ordenando su esposo Trejo, la construcción de un muro para delimitar la propiedad por el norte, del que a pesar de que fue construido en el siglo XVI, aún subsiste buena parte y se puede visitar.
Desde el sendero podemos observar bonitas panorámicas del todo el valle de Agaete y sus roques; Roque Bermejo, el Espolón, Roque Chapina, Roque la sombra, Roque Maninidra... Junto al camino podemos ver; la “Fuente de la Clica”, Barranco de María, terrazas de cultivo de los llanos y era de Visvique, donde se puede optar por la opción de bajar al Valle de Agaete por el camino de los Romeros o seguir el sendero ascendente y subir a Tamadaba, donde se pueden enlazar con diferentes recorridos.
Roque Bermejo, roque la Sombra, Pico Gavilán y El Morro de la Abejera.
Fuente la Clica, al borde del camino, próxima al barranco María.
Camino proximidades Roque Bermejo
Paso del barranco “María”.
Descripción de Camino de los Romeros:
El otro camino histórico de subida a Tamadaba, parte del Valle de Agaete, desde El Sabillo en San Pedro, sube por la calle paralela al colegio público hasta el final de la vía, donde tomamos y seguimos el sendero que pasa por; la Cuesta del Molino, finca El Ingenio, barranco del Ingenio y Cortijo de Birbique, enlazando en dicho lugar con el que viene del casco urbano de Agaete, continuando en sentido ascendente hacia Tamadaba.
Al final de la subida del colegio detrás de las últimas casas comienza el sendero.
La Gotera, en época de lluvias numerosas cascadas salpican el camino.
Cuevas aborígenes de Birbique.
Llegada del camino a Tamadaba.
ALTERNATIVA DE SUBIR POR EL LOMO EL MANCO.
Una alternativa con algo menos pendiente y dificultad, es subir por el “lomo el Manco”, usando el primer tramo del camino a Guayedra-Tirma, que parte de las proximidades del cruce de carreteras Aldea de San Nicolás con la carretera al puerto de Las Nieves, hasta volver a encontramos con dicha vía, cruzarla y subir por la pista de tierra hecha en los años cuarenta del pasado siglo, para la construcción del “canal de Guayedra”, hasta la era del Lomo el Manco o Cardón Grande, donde enlazamos con el camino del lomo que sube desde la calle San Germán anteriormente descrito.
Derrumbe año 2013, destruyó unos 50 metros del camino de los Romeros.
Derrumbe 21 de febrero de 2016.
Flora y fauna que podemos contemplar por el camino:
Papa cría; Helianthemum canariense o turmera, asociado a esta planta en los años muy lluviosos crece un hongo comestible llamado Papa cría, se ve al lado izquierdo con larvas, en estado putrefacto.
Flor de mayo
Bicácaro
Taginaste azul y blanco.
Poleo
Cornical
Leña buena.
Orobal.
Venenillo
Cardo
Lagarto gigante de Gran Canaria
Mariposa Monarca.
Mirlo.
Bisbita caminero
Pájaros palmeros.