EL MOTÍN DE AGAETE, LA “GLORIOSA” (REVOLUCIÓN DE 1868).
El siglo XIX español es un tiempo de continuas conspiraciones políticas y militares, a ello se unen epidemias, hambrunas por las malas cosechas, crisis financieras, económicas, etc., caldo de cultivo para que se fragüe un cambio de régimen.
De manera esquemática y sencilla los hechos suceden así; En 1868 reina en España de forma absolutista y muy poco democrática Isabel II, que junto a sus gobiernos, con nula capacidad para resolver los graves problemas del país, llevan a una serie de acontecimientos que terminan con su destronamiento que en eso consiste la revolución.
La reina Isabel II tomada en el año 1867
El 17 de septiembre de 1868, la marina en Cádiz, con varios Generales, entre ellos varios llegados desde Canarias, una vez más se subleva contra la reina y su gobierno, la revolución se extiende por todo el país, el día 30 la reina abandona España rumbo a París.
Los pueblos y ciudades ante el vacío de poder y el caos van creando Juntas Revolucionarias provisionales para el gobierno de sus localidades, donde cada una hace proclamas lo más variopintas según sus intereses, llamándose este proceso revolucionario, “La Gloriosa”.
Gobierno Provisional formado tras la Revolución de 1868: Figuerola, Sagasta, Ruiz Zorrilla, Prim, Serrano, Topete, Ayala, Romero Ortiz, Lorenzana.
En las Palmas de Gran Canaria, donde las noticias por los medios de la época llegan con bastantes días de retraso, pues una noticia de Madrid tardaba una media de quince días en llegar y otros quince en volver la respuesta, se constituye el 5 de Octubre la junta revolucionaria, que entre otras medidas para facilitar la libertad en todas sus dimensiones, toma decisiones como la gratuidad de la enseñanza, creándose clases dominicales o nocturnas para adultos y trabajadores, verdaderos colegios de primera enseñanza, se nombran las juntas de instrucción primaria de la provincia y de los pueblos para el fomento de la enseñanza y la creación de escuelas.
Hay que tener en cuenta que según diversas crónicas el analfabetismo ronda el 80% de la población. Otras medidas polémicas fueron el derribo de algunos bienes de la iglesia o la expulsión de los jesuitas, a los que acusan de fomentar ideas contrarias a la libertad, al progreso o de servir a los intereses del absolutismo y la teocracia.
Diario el auxiliar de 05/10/1868
El primer decreto de la Junta Revolucionaria de Las Palmas es abordar el eterno pleito insular, aprobando el desdoblamiento de la provincia única de Canarias, con capital en Tenerife y proclamando la provincia de Canarias Oriental, con sede en Las Palmas, con la oposición de la Junta Provincial con sede en Santa Cruz que no la reconoce, alegando su superioridad jerárquica sobre la de Las Palmas. Disposición que dura lo que dura la Junta Provisional, unas semanas, tomando medidas efectivas como cortar el envió de caudales correspondientes a recaudaciones e impuestos a Tenerife.
A estas medidas se unen la mayor parte de los municipios de las islas orientales, unos por presión y otros por convicción.
El 8 de noviembre se disuelve la Junta Revolucionaria Provincial de Las Palmas por orden del Gobierno de la Nación, tras la constitución por votación de las Juntas de gobierno definitivas.
EL MOTÍN DE AGAETE
Es alcalde de
Agaete en esa época, Antonio de Armas y Jiménez, terrateniente de profundas
creencias religiosas, que en principio se había adherido a la junta
Revolucionaria de Las Palmas, probablemente por seguir la corriente
revolucionaria, seguir manteniéndose en el cargo, por sus intereses personales
y familiares más que por convicción, ya que de sobra era conocida las simpatías
monárquicas, el catolicismo practicante de su familia y las maneras caciquiles
de controlar a la población.
Don Antonio de Armas y sus hermanos (FEDAC)
Los Armas son una presencia constante durante el siglo XIX y parte del XX en la política local e insular. Diario “El Insular” 8 de Enero 1869
El 8 de octubre al tener conocimiento de la caída del régimen, se constituye la Junta Revolucionaria provisional Local en el ayuntamiento de Agaete, sito en la calle principal del centro del pueblo, presidida por Antonio de Armas que toma el acuerdo de secundar y reconocer las disposiciones de la Junta Provincial de Las Palmas en lo relativo a la división provincial y de constituirse en nueva provincia Oriental. Cuatro horas después “una docena de vecinos liberales”. (según la prensa de Tenerife, “El Guanche” de 19 de Noviembre de 1868) penetran en el salón de reuniones protestando airadamente contra ésta, exigiendo su dimisión.
La Junta de Las Palmas no acepta ni reconoce a la junta provisional constituida en Agaete, como junta superior proclama su cese y les ordena disolverse por haber servido a los anteriores gobiernos reaccionarios, su forma caciquil de llevar el ayuntamiento, por el neocatolicismo de sus componentes, haberse echado en brazos de sus rivales, ser antiliberales y haber colocado en los puestos de confianza a sus familiares. Así mismo les ordena den posesión al nuevo ayuntamiento por ellos designados y así sucedió dando los consiguientes partes de haberlo efectuado. (“El País” de 2-11-1868)
Posteriormente al Alcalde Antonio de Armas le surge la idea, se niega a dimitir y proclama su adhesión a la Superior Junta Provincial de la provincia de Canaria con sede en Tenerife, a la que dirige escrito acompañado de cuarenta firmas de vecinos, denunciando las presiones e imposiciones de la Junta Provisional de Las Palmas.
D. Antonio de Armas Jiménez
La respuesta de la Junta Superior de Las Palmas fue la de considerar el hecho de sublevación, sedición o motín, ordenando enviar fuerzas de las milicias acantonadas en Santa María de Guía y eliminar políticamente a Antonio de Armas, esta actuación fue apoyada por una parte de los vecinos del pueblo que manifestaron su adhesión a la Junta de Las Palmas, rechazaron la conducta del Alcalde y sus partidarios, una gran mayoría del pueblo según la prensa de Las Palmas y una minoría revoltosa y temeraria según la prensa de Tenerife.
El órgano de Las Palmas impone una junta provisional revolucionaria de vecinos de tendencia liberal, próximos a sus postulados, que nombra ayuntamiento en medio de altercados y un gran desorden.
La Junta de Las Palmas envía un comisionado que cuando llega a Agaete ya de noche, junto con el Alcalde nombrado por la Junta revolucionaria y los militares, instaura el orden, habiendo desaparecidos todos los contrarrevolucionarios y embarcado rumbo a Tenerife el cabecilla D. Antonio de Armas. (“El País” de 2-11-1868)
Soldados del Batallón de Guía a principios del siglo XX (FEDAC)
Los componentes y partidarios de la Junta nombrada por Las Palmas recorren el pueblo y sus barrios para pedir a las gente que bajen al ayuntamiento y voten por ellos, con el fin de darle revestimiento democrático a su designación.
El Ministerio Revolucionario de la Gobernación de Madrid, en circular de 13 de Octubre de 1868, ordena constituir en los municipios órganos de gobernación definitiva y por sufragio, previo la mayor publicidad posible y posterior disolución de las Juntas Provisionales.
El 25 de Octubre de 1868, se procede a la elección por votación del nuevo ayuntamiento.
Ante los previsibles altercados públicos la Junta de Las Palmas ordena en envió de una Compañía del batallón de Milicias de Santa María de Guía, que forman delante del ayuntamiento, lo que para unos era una intimidación, para otros fue una garantía de que no hubiera desgracias personales como así fue, la cuestión es que no hubieron más disparos que los de los voladores y repique de campanas, y no más gritos que los de “VIVA LA LIBERTAD”, que desde las cuatro de la tarde después de la salida de misa, atronaron el pueblo llamando a las gentes a votar, según la prensa de la época. (El Guanche 19 de Noviembre de 1868)
“a la salida de misa se procedió a dicha elección, la que se efectuó en medio del mayor orden, a pesar de la fuerza armada de que se hizo alarde por parte del mismo comandante de armas de aquel pueblo, nombrado de orden de la Junta de Las Palmas, el cual se limitó a formar en la calle la compañía, sin embargo de no reclamarse por nadie su intervención, ni hacerse en ningún concepto necesaria, pues aunque sea una repetición, tenemos que consignar de nuevo que ni por un momento se alteró el orden, haciéndose pacíficamente la elección, cuyo resultado fue el nombramiento de los mismos individuos que componían la primera Junta, excepto uno de ellos que fue sustituido por otro.”
03/11/1868 diario El Guanche
El pueblo (los pocos que tenían derecho al voto), votó por los mismos que estaban en la primera comisión salvo uno y D. Antonio de Armas y sus hombres volvieron a controlar el ayuntamiento esta vez por sufragio.
A la junta Revolucionaria de Las Palmas no le debió gustar mucho esta elección y ordenó nuevamente que se disolviese el nuevo consistorio y se volviera a imponer el por ellos nombrado con anterioridad, ordenando que se trasladase a Agaete parte del batallón de Guía, y así lo hicieron la noche del 25 de Octubre, que junto con el Alcalde impuesto, según la prensa, en medio de un gran desorden, ya de madrugada fueron de casa en casa de los que habían participado en la elección democrática, amenazando con tirar la puerta al suelo a los que no abrían, a fin de instruir diligencia judiciales, parece que no hubo más incidentes, retirándose los militares e instruyéndose diligencias en el Juzgado de Santa María de Guía por los hechos sucedidos.
El 8 de noviembre de 1868, como cumplimiento de lo ordenado por el gobierno de la Nación se disuelven la Junta Revolucionaria Provisional de Las Palmas y todas las demás provisionales locales, volviendo la Junta Provincial con sede en la capital de la provincia única de Canarias, Santa Cruz de Tenerife, a tener el control de la situación, llegando la normalidad a los pueblos, haciéndose cargo de los ayuntamientos las autoridades legalmente constituidas por sufragio, que de universal tenía poco, solo votaban un seleccionado grupo y ninguna mujer que aún tenían vetado el voto.
Lamentablemente el incendio del archivo municipal de Agaete, el 22 de Septiembre de 1910, destruyó las actas municipales y demás documentos donde debieron quedar reflejados todos estos acontecimientos que en apenas un mes, conmocionaron la vida del pacifico pueblo de Agaete, por lo que tenemos que investigarlos basándonos en las crónicas periodísticas de la época y el “rife rafe” que se produce entre la prensa de Las Palmas y la de Tenerife a causa de los hechos, con el pleito insular como telón de fondo.
FUENTES Y REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
La prensa de la época a través del portal de la ULPGC "jable"-
«..Sepan también que si cuarenta vecinos de Agaete en esta isla, que tan sólo representaban una familia con los arrendatarios de sus fincas, sus dependientes y sus peones han acudido a la Junta de Gobierno de Santa Cruz de Tenerife reconociéndola como Superior, esos mismos cuarenta vecinos, o lo que es igual esa misma familia, había reconocido antes en el mismo concepto, a esta Junta de Gran Canaria, y mientras creyó que de ese modo podrían continuar revestidos sus individuos de los cargos en ellos por tantos años vinculados, de Alcalde Constitucional, capitán de una compañía del Batallón Provincial, comandante de armas, juez de paz y alcalde de mar con los cuales durante el largo período de los gobiernos moderados han estado sirviendo siempre a la reacción en contra del partido liberal de esta isla»
( El eco de Gran Canaria de 31 de Octubre de 1968)
El Guanche 19 de Noviembre de 1868 Diario de Las Palmas “El Pais” de 02 de Noviembre de 1868
23/10/1968 diario la Libertad
03/11/1968 diario El Guanche
03/11/1968 diario El Guanche
El Guanche 27-10-68
Diario de Las Palmas “El Pais” de 02 de Noviembre de 1868
El Guanche 21-10--1868