El proyecto y maquetas, redactado por los técnicos y arquitectos de la comisión de urbanismo y construcciones parroquiales del obispado, según los que lo vieron, metía la piqueta a toda la nave, incluida la fachada y sus dos torres, construyendo un amplio y moderno templo, adosado al ábside.
Don José de Armas comenzó en 1968, con la publicación de una serie de cartas al director y artículos en la prensa de la época, denunciando el abandono y las intenciones del obispado.
El obispado le contestaba con comunicados en sus boletines eclesiástico o en la misma prensa, justificando sus intenciones, menospreciando el valor histórico de la mayor parte de la ermita:
"La estructura actual de la ermita de Las Nieves, según consta en el archivo parroquial de Agaete y en diversos trabajos de investigación, se debe a una reforma de escaso valor y discutible dentro del estilo propio del país, hecha en 1870, con excepción del presbiterio, perteneciente a la pequeña ermita que existía en fechas anteriores...
Nunca se ha pretendido la construcción de un "gran templo" en el sentido que se le quiere dar a esa frase, sino que se estudia la posibilidad de salvar el marco más adecuado histórica y artísticamente al Tríptico, y, a la vez, cumplir con el deber de atender las necesidades presentes y futuras de aquella zona decreciente promoción... (BOO, 01-03-1971).
Corría también el rumor de que, salvo el cuadro central con la virgen, el resto irían aparar al reciente inaugurado museo diocesano, aunque las malas lenguas comentaban que la iglesia tenía ofertas de museos extranjeros, para la compra de los cuadros laterales.
Don José de Armas, entonces presidente del Centro de iniciativas y turismo de la comarca (CIT), en reunión de 4 de abril de 1971, junto con el resto de los representantes locales de CIT, acuerdan solicitar al Ayuntamiento de Agaete, para que a su vez lo traslade al Cabildo de la isla y este a la dirección General de Bellas Artes del estado, la declaración de monumento histórico provincial de la ermita de Las Nieves y su tríptico.
El alcalde Don José Antonio García Álamo, traslada la petición del C.I.T al Cabildo y este a su vez a Madrid, y en un tiempo récord para estos asuntos; el tríptico fue declarado inexportable, al ser incluido en el inventario del patrimonio artístico nacional, por orden ministerial, de 27 de noviembre de 1971, B.O.E nº 284. Calificándose por los expertos como; "la mejor pintura que hay en las islas".
Conseguido el primer paso; salvar de la presunta especulación el tríptico, el siguiente era sin dudas salvar de la piqueta la ruinosa ermita. Nuevamente tiene un importante papel Don José de Armas Medina, que mueve cielo y tierra para evitar las intenciones del obispado.
El 15 de diciembre de 1971, el Director General de Bellas Artes, firma la orden por la que se declara monumento histórico artístico de interés provincial la ermita de Las Nieves, especificando que; debe de ser conservada, sometida a protección y vigilancia por parte del Cabildo de Gran Canaria, dejando a la iglesia desarmada en sus intenciones de derribar la mayor parte de la ermita para construir un nuevo templo.
Y así fue como aquella primitiva ermita, levantada en la primera mitad del siglo XVI, agrandada en el siglo XVIII, añadida la pintoresca fachada en 1870, que cobijó durante varios siglos entre sus sagradas paredes a nuestra joya más preciada, la Virgen de Las Nieves, ha sobrevivido hasta nuestros días, convirtiéndose en un oasis dentro del desastroso y profanado paisaje del Puerto de Las Nieves.