miércoles, 1 de enero de 2025

LAS CALLES CENTENARIAS DE AGAETE Y SU HISTORIA.

Agaete 1886.

Las denominaciones de nuestras calles constituyen un mapa de la memoria y una red de imágenes que permiten reconocer el espíritu de la sociedad, son un reflejo de la identidad. Así, mediante estos nombres podemos seguir la transformación y reconstruir la historia propia de nuestro pueblo.

Las iniciales calles surgen partiendo de la primitiva ermita de la villa, situada desde las primeras décadas del siglo XVI detrás de la actual iglesia de la Concepción, en el lugar que hoy en día se construyó el centro parroquial y que un incendio destruyó por completo la víspera de San Pedro del año de 1874.

Se dice que, quien tiene el poder es quien nombra las cosas. La autoridad de la iglesia durante muchos siglos era evidente, cuando no directamente porque era uno de los mayores propietarios, indirectamente bajo la amenaza de declararte hereje, lo que te podía llevar hasta la muerte, por eso las primeras y centenarias calles de nuestra Villa llevan nombres relacionados con la religión y tradición cristiana católica.

Una de las primeras vías fue “La Concepción”, en honor a la patrona de la localidad, también llamada calle principal o calle larga, partía de la primitiva iglesia, llegando hasta “El Calvario”. A mediados del siglo XIX se dividió en dos, llamándose calle Guayarmina a partir del “barranquillo”, denominándose a la parte alta, villa arriba y la otra villa abajo. En 1931, la gestora republicana que se hizo cargo del ayuntamiento tras la instauración de la República la denominó durante unos meses; calle de "Galán y Hernández", oficiales republicanos del ejército que se habían sublevados contra la monarquía en 1930. Unos meses después, instaurado el ayuntamiento constitucional, volvió a recuperar su nombre de siempre, La Concepción.

Esta vía durante mucho tiempo debió ser la única, conociéndose el resto de construcciones diseminadas por las laderas norte y proximidades del barranco; "por arriba de las casas y por debajo de las casas”, términos que aún hoy en día se sigue utilizando.

A medida que fue avanzando la trama urbana fueron apareciendo nuevas calles, ya centenarias todas, a las que se le fue dando nombres de santos o relacionados con la iglesia; San José, San Juan, San Sebastián, Santa Rita, El Carmen, Las Nieves, San Francisco, San Germán, El Rosario, Belén, Barranco Santo, La Cruz, El Calvario, etc. En el Valle, la calle San Pedro, única vía a finales del siglo XIX, junto con las casas de la ladera, actual Vecindad de Enfrente y que terminó dando nombre al caserío. Estos nombres reflejan la profunda religiosidad que ha marcado la historia de la villa, siendo la iglesia centro de la vida social y espiritual durante muchos siglos, dejando una huella imborrable en la toponimia urbana.

No faltaron las calles dedicadas a la monarquía, siendo la calle de entrada al pueblo denominada durante muchos años calle Real, al menos desde principios del siglo XIX, en la primera república se llamó "del Recreo" y más tarde, a finales de la misma centuria, calle de Fernando León y Castillo, en memoria del político liberal que fue ministro, en agradecimiento por sus gestiones ante la reina para la reparación de las carreteras, construcción de nuevo puente y demás destrozos y daños ocasionados por el temporal de febrero de 1896.

                              

Final de la carta que el ayuntamiento dirige a León y Castillo en 1896.

Nuestros antepasados prehispánicos también tienen sus calles centenarias; "el Canario", posiblemente lugar donde se encontraban las últimas viviendas prehispánicas de la localidad, por el abundante material arqueológico que aparece cada vez que se hace alguna excavación en la zona. Algunas ya desaparecidas por el error de determinados alcaldes que, inconscientemente les cambiaron el nombre, así sucedió con la plaza de Andamana, la reina que unificó la isla, sustituida en junio de 1920, por el actual nombre de plaza de Tomás Morales. La plaza de Tenesor, calles Maninídra o Adargoma son otros topónimos centenarios relacionado con nuestro pasado aborigen.

Hay calles de ida y vuelta, como la actual calle la Cruz, durante la dictadura de Primo de Rivera en 1925, le colocaron el nombre de “13 de septiembre”, en alusión al día del golpe de Estado del General Primo de Rivera. La gestora republicana que se hizo cargo del consistorio el 14 de abril de 1931, la denominó; “14 de abril”, hasta que el ayuntamiento constitucional, unos meses después la volvió a denominar “13 de septiembre”. En los años ochenta del siglo pasado, en una decisión acertada se le devolvió su nombre original, “La Cruz”. Igual le pasó a la plaza de “José Antonio”, líder falangista, que recobró su primitivo nombre de plaza de Tenesor.



Acuerdo municipal de 3 de septiembre de 1925, en que se le da nombre de 13 de septiembre a la calle de la Cruz.

La plaza principal del pueblo, llamada “plaza de la Constitución”, en principio como homenaje a la primera carta magna de 1812, y a las que vinieron después, símbolo de la convivencia y de los valores que ellas representan. Durante un breve periodo de tiempo, tras la instauración de la 2ª República en 1931, la gestora republicana impuesta, le cambió el nombre por el de “plaza de la libertad”. Durante el franquismo se le denominó; plaza del “General Franco”, hasta la llegada de la democracia que trajo consigo la recuperación de su nombre histórico, “Plaza de la Constitución”.

Calles que ya no están o han cambiado de nombre; Calle de la Reforma, en acta municipal de 2 de julio de 1920, fue denominada; calle de José Sánchez y Sánchez, en homenaje al polifacético maestro que durante medio siglo fue una figura relevante en la Villa. Calle del Sol, orientada al este por donde sale el astro rey, llamada así porque era la primera calle por donde al amanecer entraba el sol al pueblo, fue sustituida en los años veinte por; “alcalde Francisco de Armas”. Calle del Carmen, en la actualidad calle Antonio de Armas, el cacique que fue el mejor alcalde. Calle de la Fuente, lugar por donde se accedía al manantial público de abasto, llamado "los chorros", en la actualidad calle del Agua. Calle del Herrero, el Porvenir, la Soledad, la Pradera, …

Calles que nos indicaba o señalaban un sitio o una actividad concreta en el lugar; la Montañeta, el Norte, Oriente, Malpaís, las Peñas, la Majada (lugar donde se guardaba el ganado), Buenavista, las Chisqueras (sitio donde se encontraban los corrales de cerdos o cochinos), las Huertas, Molinillos, la Palma, Pescadores, el Paso, el Tanque (el estanque), la Trasera, el Estanco, el lago…
Calles con nombres de flores; La Rosa, El Clavel, …

Recorremos a diario nuestras calles sin pararnos a pensar que detrás de los nombres de cada una se esconde una historia, una tradición, algún secreto de tiempo pasado, el espíritu de las personas que las caminaron antes que nosotros. En definitiva, a través de esos nombres podemos asomarnos al pasado y entender mejor el presente.

Bibliografía:
Archivo municipal de Agaete, libros de actas y padrones.
Archivo provincial, libros de propiedades, hipotecas y actas notariales.