Es algo complicado interpretar esto, pero habla de que los "amojonadores" en principio están en un lomo sobre el camino que está encima del risco alto que está junto al frontis de la Torre de Agaete. Puesto que el camino viejo a Las Nieves, comenzaba donde hoy se encuentra el restaurante "Dedo de Dios", el documento apunta inequívocamente a que la torre fortaleza está en las cercanías del Roque de Las Nieves.
El antiguo camino viejo a las Nieves, según el deslinde de Guayedra, el camino debió comenzar en el frontis de la Torre de Agaete, y según testamento de Antón Cerezo de 1535, uno de sus terrenos que dona a los frailes, para un monasterio junto a la ermita, estaba bajo el camino que va de la Torre a Lugarejo de Agaete. En la foto en antiguo camino viejo a Las Nieves. Foto FEDAC finales siglo XIX.
Existe una tradición oral, además de escrita, que sitúan los restos de la fortaleza en los alrededores del "muelle viejo" y que se pierden a finales del siglo XIX, tras la construcción del viejo puerto y la carretera de Agaete a Las Nieves.
El testamento de Antón Cerezo, dueño del ingenio azucarero y hacienda de Agaete desde 1494, conocido por traernos el tríptico de la virgen de Las Nieves, fechado 1535, describe lo que dona a una orden de frailes para la construcción de un monasterio junto a la ermita de Las Nieves, página 94 entre otras:
Antonio Cerezo e su mujer, vos damos e señalamos para un parral anexo e perpetuo para el dicho monesterio para siempre jamás, e que tengan fruta e vino los frayles d'él de que se mantener; un pedazo de tierra qu' es en el dicho eredamiento que está entre dos cercados, el uno que va a la mar, el otro de la vanda de arriba, abaxo del camino que va de la torre al Lugarejo,....
Se desprende que dichos terrenos deben de estar próximos o anexos a la ermita, "uno en la parte de arriba de la iglesia, debajo del camino que va de la Torre a Lugarejo", nos está indicando que la Torre es el comienzo del camino por el que se accede a la ermita y al mar. (foto anterior).
D. Pedro Agustín del Castillo, en su libro publicado en 1739, "descripción Histórica y geográfica de las islas Canarias", página 203:
Detalle de fotografía de las Nieves de finales del siglo XIX.
Dice Del Castillo; "mantienese, que los restos de la torre de Lugo, fue el primer cuerpo de la primitiva ermita de las Nieves, hoy sirve de granero o bodegas a unos familiares," está hablando sobre el año 1730. La familia del Castillo-Manrique de Lara, es propietaria hasta el siglo XIX, que comienza la partición y venta, de casi todo los terrenos que van desde el cruce de la Aldea al mar, de las fincas situadas en los alrededores de la actual ermita de las Nieves, el almacén y vivienda que hoy conforman el actual restaurante "dedo de Dios", antes huertas y como hipótesis, en las proximidades se debió encontrar el primer ingenio azucarero de Lugo.
Pedro del Castillo está situando la antigua torre fortaleza en las Nieves, en las proximidades de la ermita.
En el proceso interpuesto por Francisco de Riberol, contra el tesorero Alonso Gutiérrez de Madrid, relativo a tributos sobre el heredamiento y el ingenio de Agaete (1507-1512, archivo de Granada), uno de los testigos interrogados dice sobre Alonso de Lugo: ...y un yngenio que el hizo mas abaxo de la dicha Torre de Agaete, çerca del mar, e que está caydo e derrybado e syn pertrecho ni provecho ninguno.
Otro: el dicho yngenyo estava çerca de la mar baxo todas las tierras que tenía.
Dato que nos dice que la torre se encontraba algo más arriba que el ingenio de Lugo que estaba junto al mar.
Doña Pura, viuda del Castillo, dona a la iglesia unos solares a mediados del siglo pasado, contiguos a la ermita de las Nieves, donde se realizaron excavaciones arqueológicas, apareciendo restos de vasijas usadas en los ingenios azucareros, vestigios aborígenes y de los primeros asentamientos castellanos.
Ermita y excavaciones arqueológicas en sus alrededores.
Por otro lado, la escritora de viajes inglesa Olivia Stone, en su libro "Tenerife y sus seis satélites" relata en el capítulo III, la visita que en el otoño de 1883, realiza a Agaete, hospedandose en la casa de la familia de D. Antonio de Armas, actual ayuntamiento. Describe el pueblo con todo lujo de detalles. En su visita a las Nieves, acompañado de D. Antonio de Armas y su hija va describiendo lo que va viendo, en las páginas 56 y 57 de la primera edición, versión inglesa dice: (mi agradecimiento a Laura Armas Montesdeoca, autora de la traducción del texto original inglés a castellano)
"Después del almuerzo D. Antonio y su hija (D. Antonio no tiene hijas, probablemente se trate de su sobrina Ana María de Armas) nos lleva a dar un agradable paseo al mar. Cruzamos a la izquierda del valle, vamos por un buen camino al puerto, cuando nos acercábamos al mar vimos un inmenso campo negro de alrededor de media milla de largo. Esto a distancia parecía una erupción de lava, y así es, pero es también un cementerio Guanche, o para estar absolutamente acertado, un cementerio de antiguos canarios. Cuando nos acercamos también vinimos por detrás del refugio del acantilado al final del valle, y vimos a nuestra izquierda los restos del castillo de Alonso de Lugo, un edificio moderno - solo 400 años - en comparación con el enterramiento de los canarios. Junto a ello hay un pequeño muelle, dando un buen lugar de anclaje para pequeños barcos. La fortaleza es muy pequeña, pero sin duda era suficiente para dar refugio a los 35 guerreros de Lugo. Los conflictos entre invasores y nativos fueron más notables por su feroz..."
Esta fotografía datada sobre finales del siglo XIX, principios del siglo XX, está hecha la primera fase del muelle, hasta la segunda planada 1877, y aún no se ha iniciado la ampliación de 1902, está realizada la carretera que es posterior a la visita de la escritora en 1883, describe lo que Olivia Stone ve al llegar al final del valle.
Testimonio clave, que debe su origen a las explicaciones que su acompañante, el erudito D. Antonio de Armas le iba dando sobre lo que iban encontrando. Tenemos que lo que pudiera ser la fortaleza se encontraba a la izquierda, tras girar el refugio del acantilado (el roque Antigafo) del camino a las Nieves, junto al pequeño muelle.
El escritor y viajero inglés George Glas, en su obra, "The History of the Discovery and Conquest of the Canary Islands", escrita en 1764, dice:
"Gaete, o Agaete, en el noroeste de la isla, es un puerto con una fortaleza para su defensa. Solo lo frecuentan barcos que transportan provisiones, etc., de aquí a Santa Cruz de Tenerife. La zona en los alrededores tiene bastante agua y abundante frutales, desde Agaete hay un camino a Las Palmas."
Por tanto, tenemos, no solo la tradición oral, los escritos de los visitantes, historiadores y la lógica militar, sino los testimonios de los propios conquistadores que la sitúa próxima a la orilla del mar, recordemos que en tiempos de asedio y hambre comían burgaos y lapas, probablemente cerca del actual "muelle viejo".
La descripción más amplia que se conoce de la torre de Agaete nos la da el médico e historiador teldense, Tomás Marín de Cubas, en su libro "Historia de las siete islas Canarias", del siglo XVII, que además debió conocer personalmente el sitio al ser natural de la isla:
"...cerca de la playa halló una buena y grande casa,... es cuadrada de a 25 pasos quadra, por de fuera tiene muchos paredones, y casillas llenas de huesos de gentiles; es toda de piedra sola igualmente puestas las piedras que parecen de una sola, tal es su igualdad, y ajuste sin mezcla de barro ni tierra de grueso de dos varas o siete palmos muí largos, de ella al mar se sigue un paredón con saeteras a modo de muralla la puerta angosta a la parte del sur en ella se fabricó el fuerte subiéndola de tapias, y maderos tablas de palma, y en dos meses se acabó. Puso en ella Pedro de Vera veinte hombres, y por alcaide a el capitán Alonso Fernarzdez de Lugo dejandole la orden mas conveniente dio la vuelta a el Real de Las Palmas."
Nos habla Marín de que se encontraba cerca de la playa y de un paredón al mar con saeteras, por lo que no debe de estar muy lejos de este, se puede interpretar que el paredón que parte de la fortaleza al mar, con saeteras, es con vista a su defensa de ataques desde el mar, no olvidemos que los portugueses están al acecho y meses antes habían intentado desembarcar en Agaete (Abreu y Galindo, Historia de la conquista de las siete islas de Canarias, capítulo XI).
Dice Marín de Cubas, que en sus alrededores hay casillas llenas de huesos de gentiles, refiriéndose seguramente a los túmulos funerarios de los aborígenes, abundantes en los alrededores de la ermita de Las Nieves hasta las primeras décadas del siglo pasado, que fueron arrasados para el expansionamiento urbanístico y de los terrenos de cultivo próximos a Las Nieves.
La traducción de Cairasco de Figueroa de la Gierusalemme liberata de Torcuato Tasso, que permaneció inédita hasta que el profesor Alejandro Cioranescu la presentó en 1967 bajo el título, "Jerusalén libertada", que hoy se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid. Se nombra al final de la octava 61 del Canto XV (que es un largo excurso sobre Canarias que insertó Cairasco en la obra del italiano). Dice así la octava, haciendo referencia a la torre de Agaete:
Una alta torre en sitio acomodado,
al occidente de Canaria veo,
obra del generoso Adelantado
que a los ilustres Lugo da trofeo.
No lejos de ella, junto al mar, fundado
se verá el soberano mausoleo
de aquellos caballeros militares,
que el nombre han de ilustrar de Palomares.
(Antonio Henríquez Jiménez , Vegueta: Anuario de la Facultad de Geografía e Historia, ISSN 1133-598X, nº 14/2014, págs. 289-302)
Documentos encontrados en archivos de la Cancillería de Granada, pleitos relativos al ingenio azucarero de Agaete de la época y las recientes excavaciones en las proximidades del restaurante "dedo de Dios", aportan nuevos testimonios, indicios y datos, que demuestran que "el pequeño primer ingenio azucarero se construyó cerca del mar, cerca de la primera fortaleza que habían construido, a la derecha de un arroyo mirando desde el mar."
Por lo que hoy es la actual carretera de las Nieves, según los planos ingleses de principios del siglo XIX, corría un barranco o arroyo que era una bifurcación del barranco grande, que además recogía las aguas de los "barranquillos del moro, y la palmita", que desembocaba en el mar, en las proximidades de la ermita de Las Nieves, siendo el camino real a la playa por la parte de arriba del actual parque de la "Palmita" hasta finales del siglo XIX, que se hace la actual carretera sobre el lecho de aquel antiguo arroyo.
En este mapa de la marina inglesa de 1834, podemos ver los dos ramales en que se dividía el actual barranco, a la izquierda el arroyo que transcurre por la actual carretera de las Nieves y que desemboca donde se encuentra el actual muelle viejo.
En las excavaciones que se llevaron a cabo hace unos años para colocar los depósitos subterráneos de recogida de basura, que se encuentran en las proximidades del restaurante "dedo de Dios", aparecieron varias formas azucareras, moldes de cerámica de los utilizados para hacer las balas de azúcar, posible prueba de que el primer ingenio azucarero de Lugo, supuestamente se encontraba en las proximidades de la actual ermita de las Nieves.
Vasijas para hacer las piedras o balas de azúcar, foto tal como aparecieron en las proximidades del restaurante "Dedo de Dios".
Aunque la última palabra la tendrán que tener los arqueólogos o la aparición de documentos en algún archivo perdido, que nos confirme el lugar donde estaba, a la vista de los datos expuestos, se puede establecer una hipótesis bastante verosímil sobre la posible ubicación de la primitiva fortaleza:
La pequeña torre o fuerte debió estar a cubierto de cualquier sorpresa, ya que pasó mucho tiempo sitiada y aguantaron. Se encontraba muy cerca de la orilla del mar, resistieron el asedio según los propios testimonios de la época, comiendo "lapas y bulgaos", a la vez debería servir de defensa de los desembarcos y embarques de botines y provisiones para los barcos y las tropas. Según Antón Cerezo el camino de las Nieves iba de la Torre a Lugarejo de Agaete, a finales del siglo XIX, durante la visita de Olivia Stone aún estaban sus restos a la vista, cerca del mar y de la actual ermita de las Nieves, según el escritor George Glas, en 1764, la fortaleza servía para defender el puerto natural.
Por lo que siguiendo el principio de la navaja de Ockham, método según el cual la explicación más sencilla suele ser la más probable, repito como hipótesis, podemos situar la fortaleza del Capitán Alonso Fernández de Lugo, en un círculo muy cercano al mar, que abarcaría los alrededores de la ermita hasta la actual entrad a Las Nieves, zona de Zambrano. Si damos como válida la descripción que hace Olivia Stone, "a la izquierda después de doblar el acantilado", llegando a las Nieves, junto con otros testimonios que lo sitúan junto al muelle, hay muchas probabilidades que se encontrara en dicho lugar.
Excavaciones de los alrededores de la ermita, se observan restos de construcciones antiguas.
Era una práctica antigua usar las construcciones en ruinas como cantera de las nuevas edificaciones y probablemente eso se hizo con los restos de la Torre de Agaete.
Tendrán que ser los arqueólogos los que tengan la última palabra. Esperemos que algún día nos den una sorpresa como el reciente hallazgo de uno de los primeros ingenios azucareros del siglo XVI, en las Candelarias.
No obstante la presencia de unidades de milicias es constante en Agaete por su situación estratégica, desde la conquista hasta mediados del siglo XX, y debieron de tener sus cuarteles, torres y fuertes donde alojarse, quizás hubo más de una torre o casa fuerte y ese sea el origen de algunos topónimos actuales, que provocan confusión.
Recreación de cómo podía ser la bahía hace 500 años y lugar probable de construcción de la primera torre fortaleza.
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